Seleccionar página
Narcisismo, del mito al trastorno de personalidad

Narcisismo, del mito al trastorno de personalidad

Cuando oímos hablar del narcisismo siempre se nos viene a la cabeza el mito griego de Ovidio sobre Narciso.

En nuestro tiempo, narcisismo, ha llegado a representar el amor propio. Aunque hay que recalcar la diferencia entre ese amor propio y el trastorno narcisista de la personalidad.

El Mito de Narciso

Narciso era hijo del dios del río Cefiso y de Liriope, una ninfa acuática. Narciso era un joven apuesto, que despertaba la admiración de hombres y mujeres. Su arrogancia era tal que, ignoraba los encantos de los demás. Fue entonces cuando la ninfa Eco, se enamoró de él.  Narciso rechazó a la pobre Eco, tras lo cual la joven languideció.

Pero no fue la única a la que rechazó y una de las despechadas quiso que el joven supiese lo que era el sufrimiento ante el amor no correspondido. El deseo se cumplió cuando un día de verano Narciso descansaba tras la caza junto a un lago de superficie cristalina que proyectaba su propia imagen, con la que quedó fascinado. Narciso se acercó al agua y se enamoró de lo que veía, hasta tal punto que dejó de comer y dormir por el sufrimiento de no poder conseguir a su nuevo amor, pues cuando se acercaba, la imagen desaparecía.

Obsesionado consigo mismo, Narciso enloqueció, hasta tal punto que la propia Eco se entristeció al imitar sus lamentos.

No está claro cómo llegó el mito del narciso a representar el amor propio o la autoadmiración, pero en el arte y la literatura durante las épocas medieval y primitiva del Renacimiento, el tema se usó para ilustrar la peligrosa pecaminosidad y el castigo mortal asociado a la excesiva auto-preocupación y la autoadulación.

 

Calderón de la Barca

En el siglo XVII fue el primero en transformar la descripción clásica de Narciso en una moderna obra de teatro interactiva sobre el joven Narciso: «Eco y Narciso» de 1661. Calderón se alejó de la condena moral del amor propio excesivo. Explicó que el amor de Narciso por su propia reflexión no era un amor propio sino una consecuencia de conflictos y deseos incompatibles en un hombre joven, todavía apegado a su madre dominante y protectora, confundido por la alternancia de Eco entre la invitación seductora y el rechazo mudo, y desgarrado.

Calderón de la Barca introdujo una perspectiva interpersonal al mito de Narciso, vió el mito como la lucha de Narciso con sentimientos súbitos intensos y abrumadores, orgullo interno. y vergüenza y confusión. Sin salida natural para sus fuertes sentimientos, Narciso se volvió a sí mismo y a su imagen  y murió.

Juan Valera

El literato español que estaba más cerca del pensamiento moderno sobre el narcisismo como auto-amor propio o admiración autoerótica, describió en su novela «Genio y Figura» (1897) a la heroína Rafaela. Ella confesó que cuando se miraba en el espejo se sentía llena de amor y admiración por ella misma, e imitó a Narciso y besó su propia y hermosa imagen en la superficie del espejo. Pero al contrario de Narciso, Rafaela era plenamente consciente de la separación de su propio cuerpo físico y de la imagen de su cuerpo que percibía en el espejo. Ella era completamente capaz de experimentar placer.

La novela de Valera inspiró tanto a Havelock Ellis (primero en identificar el narcisismo como un trastorno mental en 1898) como a J. Sadger (psicoanalista que acuñó el término narcisismo) en sus relatos psicológicos y psicoanalíticos del narcisismo y el autoerotismo femenino.

Narcismo y el arte

El tema de Narciso también ha inspirado a numerosos artistas. Uno de los primeros intentos conocidos de retratar a Narciso aparece en una pintura mural en Pompeya.

Durante el Renacimiento, varios artistas eligieron a Narciso para ilustrar el amor propio, la admiración y la contemplación de la propia imagen. Los retratos de Caravaggio «Narciso» y   «Venus del espejo» de Velázquez y Titán son ejemplos bien conocidos.

El joven Narciso fue reemplazado gradualmente por imágenes de mujeres que representaban el pecado fatal de la auto-admiración y la vanidad. En muchas pinturas, entre otras «Las tres edades y la muerte» de Baldung (siglo XVI), las mujeres atractivas que se miran en el espejo están amenazadas por figuras que representan a la muerte.

En el siglo XX, el narcisismo se convirtió en reflejar y preocuparse por la apariencia, el reconocimiento de sí mismo y la autoestima, como en  «Girl in the Mirror» de Norman Rockwell, y el grabado «Adolescence» del artista británico Gerald Leslie Brockhurst.

Los temas de reflexión y reflejo se presentaron específicamente en una exposición, «Imagen de espejo», en la National Gallery de Londres, y se discutió en un libro  de J. Miller en 1998.

El narcisismo comenzó a considerarse como un problema médico a finales del siglo XIX

Havelock Ellis (1898)

(1859-1939) fue un médico británico que introdujo el término “narcisismo” en Psiquiatría  en su estudio psicológico del autoerotismo, en el que describió la tendencia «similar a la de un narciso», a absorber los sentimientos sexuales en la auto-admiración. Fue en 1892  cuando uso este termino en un estudio psicológico sobre el autoerotismo,  describiendo la raíz del mito de Narciso, extendiendo al termino al comportamiento no sexual.

Paul Näcke (1899)

Fue el primero en usar el término «narcisismo» en un estudio de perversiones sexuales.  Lo utilizó para designar aquella conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto sexual; vale decir, lo mira con complacencia sexual, lo acaricia, lo mima, hasta que gracias a estos manejos alcanza la satisfacción plena”

J. Sadger (1908)

Psicoanalista y alumno de Freud. Extendió el término a otras supuestas perversiones tales como la homosexualidad. Veía al narcisismo como un fenómeno normal, una sobrevaluación de uno mismo en los niños y en cierto grado de amor propio entre los adultos. Pero sus fijaciones y manifestaciones extremas, como la sobrevaluación del propio cuerpo , se considera patológico. Él diferenció entre el egoísmo normal y el narcisismo, y sugirió que la amistad es una forma extendida de narcisismo.

Freud (1910)

Mencionó por primera vez el narcisismo en una nota a pie de página agregada en 1910 a «Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad», como una fase en el desarrollo de la homosexualidad masculina. En 1911  se refirió al narcisismo  como la elección del yo como un objeto libidinal, una etapa normal del autoerotismo en el desarrollo libidinal temprano.

El importante trabajo de Freud de 1914 “Introducción del narcisismo” el que dio categoría oficial al concepto del narcisismo en el psicoanálisis.  Para entonces, el concepto era reconocido entre los psicoanalistas, y en relatos posteriores, el narcisismo se consideraba parte del desarrollo normal y del funcionamiento humano y un tipo de desviación o perversión.

Años más tarde expresó que el narcisismo no era necesariamente anormal. Distinguió entre el narcisismo primario con el amor propio, que está vinculado a la autoconservación y al narcisismo secundario, donde se reduce la capacidad de amar a los demás y el desarrollo problemático de la megalomanía.

Otra observación importante de gran relevancia para la discusión contemporánea del narcisismo se refería a la relación entre el narcisismo y la inferioridad. Freud sugirió que el empobrecimiento del ego debido a la retirada de la catexis libidinal (inversión de la energía del impulso sexual) contribuyó a los sentimientos de inferioridad. Además, identificó el papel del narcisismo en el sueño y los sueños y en el proceso de enamorarse.  Freud utilizó el termino Herida narcisista en 1920, describiéndola como «todo aquello que viene a disminuir la autoestisma del Yo».

Otto Rank (1911)

Preminente psiquiatra habló del narcisismo como relacionado con la vanidad y la auto-admiración. presenta el primer escrito dedicado específicamente al narcisismo asociándolo a fenómenos no sexuales como la vanidad y la autoadmiración: “amar el propio cuerpo es un importante factor de la vanidad femenina”  y entrevé por primera vez una posible naturaleza defensiva del narcisismo, como en el caso de aquella mujer que “se refugia en el amor de sí misma herida por un hombre malo y con incapacidad de amar” (ejemplo en el cual ya se observa el “retiro narcisístico” frente a la herida objetal, o sea el desenlace del encierro en sí mismo debido a la frustración en la relación interpersonal. Esta temática  será retomada y teorizada por Freud.

Otto Fenichel en 1938

Introdujo el termino suplemento narcisista  para describir un tipo de admiración, apoyo interpersonal o sustento extraído por un individuo de su entorno y esencial para su autoestima.

Presentó el primer escrito dedicado específicamente al narcisismo .

Karen Horney (1939)

Psiquiatra especializada en el psicoanálisis diferenció la autoestima saludable de la autoinflación patológica no realista, un sustituto de una autoestima socavada.

Anne Reich 1960

Contribuyó considerablemente a la comprensión de la regulación de la autoestima patológica, que, en su opinión, sirve para mantener la grandiosidad y deshacer los sentimientos de insuficiencia e insuficiencia. Describió la estrategia de la autoinflación narcisista compensatoria, que falla y da como resultado ansiedad hipocondríaca y depresión. La agresión interna excesiva y la autoconciencia desmedida que conduce a la dependencia de la aprobación externa contribuyen a estos fallos de regulación.

Andre Green 1967 

Psicoanalista francés afirma “Los narcisistas son sujetos lastimados; de hecho, carenciados desde el punto de vista del narcisismo. A menudo la decepción de no haber sido amados por su madre les lleva a amarse a sí mismos”. El sujeto con un trastorno narcisista de esta naturaleza busca, a través de objetos (personas, drogas, alcohol, etc.) compensar el déficit ocasionado por la fallida relación madre-hijo.

Kohut 1968

Identificó los defectos en la regulación de la autoestima como uno de los trastornos centrales del trastorno de personalidad narcisista (TNP). Fue el primero en diagnosticar el trastorno narcisista de la personalidad.  Acuñó el termino «ira narcisista» en 1972.
La teoría de Kohut sobre la auto-psicología, que sugería que el narcisismo era un aspecto normal y esencial del desarrollo y que las dificultades con las relaciones tempranas de «autoobjeto» podrían llevar a desafíos para mantener un sentido adecuado de autoestima en el futuro, contribuyendo al trastorno narcisista.

Otto Kernberg  1970

Escribió extensamente sobre este tema , observando que había un grupo de personas que tienen un grado inusual de reverencia en sus interacciones con otras personas. Señaló que, en estos individuos, había una gran necesidad de ser amado y admirado por los demás y una curiosa contradicción entre un concepto muy exagerado de ellos mismos y una necesidad desmedida de los demás.  Creía que su vida emocional suele ser superficial y que tienden a experimentar poca empatía por los sentimientos de los demás. Estas personas obtienen muy poco disfrute de la vida que no sea de los tributos que recibieron de otras personas o de sus propias fantasías grandiosas y se sienten inquietas y aburridas cuando desaparece la gloria externa. El Dr. Kernberg escribió sobre técnicas para abordar a tales pacientes en psicoterapia.

Raskin y Hall 1979

Desarrollaron el NPI, o Inventorio de la Personalidad narcisista.
Una de las medidas más utilizadas para medir los niveles no clínicos del narcisismo.  Desde su desarrollo inicial, el NPI ha evolucionado de 220 elementos al NPI-40 (1984) y NPI-16 (2006) más empleados, así como al nuevo inventario NPI-1 (2014). Derivado de los criterios del DSM-III para el trastorno de personalidad narcisista , el NPI ha sido empleado en gran medida por investigadores de la personalidad y psicología social.

James Masterton 1981

Considera que el paciente que manifiesta un trastorno narcisista de la personalidad parece estar perpetuamente motivado a buscar la perfección en todo lo que hace, que aspira a conseguir riqueza, poder y belleza y, a encontrar a otros que reflejen y admiren su grandiosidad. Comenta que debajo de esta fachada defensiva se encuentra un estado de vacío y rabia en el que predomina la envidia.

Paul-Claude Racamier, 1986

Psiquiatra y psicoanalista para el que el narcisismo designa no una personalidad sino un mecanismo psíquico basado en los conceptos freudianos de perversión y narcisismo. Introdujo la noción de perversión narcisista.

Alberto Eiguer, 1989

Psiquiatra y psicoanalista francés, interpreta esta patología del narcisismo describiendo al perverso narcisista y su poder manipulador.

Según Eiguer “Los individuos perversos narcisistas son aquellos que, bajo la influencia de su grandioso yo, intentan crear un vínculo con un segundo individuo, arremetiendo especialmente contra la integridad narcisista del otro para desarmarlo. También atacan el amor propio del otro, a la confianza en sí mismo, a la autoestima y a la creencia en sí mismo”.

Elsa Ronningstam 2005

La primera persona que escribió una guía para identificar a las personas narcisistas fue la Dra. en Psicología clínica (especializada en el trastorno narcisista de la personalidad) Elsa Ronningstam  en su libro “Identifying and understanding the narcissistic personality”, en el año 2005.

Inclusión en el DSM-III (1980)

El trastorno narcisista de la personalidad fue incluido en el manual de diagnostico y estadístico de trastornos mentales publicado por la Asociación estadounidense de psiquiatría. Lo describe como:

“Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento). Una necesidad de admiración y una falta de empatía que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos:

  1. Tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Lo absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal.
  2. Se considera especial y único: sólo puede ser comprendido por, y sólo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.
  3. Requiere excesiva admiración (es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).
  4. Tiene un sentido exagerado y no equitativo de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo.
  5. Es muy pretencioso, con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.
  6. En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (espera que se les dé todo lo que desee, sin importar lo que ello suponga para los demás, y puede asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).
  7. Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.
  8. Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).
  9. Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes.”

Alan Rapapport 2005

Neurólogo americano que acuñó el termino co-narcisista, para referirse a la forma en que los hijos se adaptan a los padres narcisistas. “Las personas co-narcisistas, como resultado de sus intentos de llevarse bien con sus padres narcisistas, trabajan arduamente para complacer a los demás, se remiten a las opiniones de los demás, se preocupan de cómo piensan y sienten los demás sobre ellos, a menudo están deprimidos o ansiosos, les resulta difícil conocer sus propios puntos de vista y experiencia, y asumir la culpa de los problemas interpersonales.”

Christine Louis de Canonville 2009

Psicoterapeuta irlandesa que acuñó el termino Síndrome de la Victima Narcisista para designar al conjunto de secuelas que sufren las victimas del abuso narcisista.

 

Técnicas de manipulación emocional de la persona narcisista

Técnicas de manipulación emocional de la persona narcisista

Para las personas narcisistas, las víctimas somos extensiones de ellos mismos y solo existimos para darles su combustible o suplemento narcisista. Y para obtenerlo utilizan diferentes técnicas de manipulación emocional. (sus armas de destrucción).

Las personas con trastorno narcisista se dedican a provocar situaciones destructivas, a crear emociones  en ti, para convertirlas en una droga que les haga sentir bien , al saberse en control y superior a ti, bien sea con tu admiración hacia ellos o con tu rabia y dolor.

Para obtener ese suplemento narcisista, te voy a enumerar las técnicas que usan las personas con trastorno narcisista de la personalidad para mantenernos a sus víctimas controladas y que puedan obtener de nosotras nuestras reacciones, esto es su suplemento narcisista.

  1. Gaslighting
  2. Triangulación
  3. Proyección
  4. Deflexión, conversaciones absurdas
  5. Ley de Hielo o tratamiento de silencio
  6. Intimidación. Violencia encubierta
  7. Culpabilizar
  8. Avergonzar
  9. Invadir tus límites
  10. Condicionamiento destructivo
  11. Patronizan, son condescendientes
  12. Generalizan
  13. Tergiversan la realidad
  14. Perspecticidio, lavado de cerebro
  15. Empatía cognitiva
  16. Compartimentalización
  17. Insultos y Violencia Física
  18. Defensa Preventiva
  19. Juegan con tus emociones
  20. Hoovering
  21.  Victimismo
  22.  Desprestigio y acoso

Todas estas técnicas les sirven a las personas con trastorno narcisista de la personalidad para controlar a sus víctimas, para mantenernos bajo su yugo sin que podamos desarrollar nuestra propia personalidad. Son sus maneras de chuparnos la sangre.

 

Suplemento narcisista primario y secundario

Suplemento narcisista primario y secundario

El odio, la rabia, el dolor emocional que te generan las manipulaciones de la persona narcisista, la confusión, el quiebre emocional y moral que sufres con sus humillaciones etc. Todo ello, aunque te cueste mucho creerlo, es la droga que las personas tóxicas necesitan y lo que les mueve. Es lo que se llama Suplemento Narcisista.

Hay dos categorías de suministro narcisista y sus fuentes :

El suministro narcisista primario

Es la atención, tanto en sus formas públicas (fama, notoriedad, la infamia, celebridad) y privadas, interpersonales (adoración, adulación, aplausos, el miedo repulsión). Es importante comprender que la atención de cualquier tipo, positiva o negativa, constituye el suministro narcisista primario. La infamia es tan buscada como la fama, ser notorio es tan bueno como ser reconocido.

Para el narcisista, sus «logros» pueden ser imaginarios, ficticios o solo aparentes, siempre que otros crean en ellos. Las apariencias cuentan más que la sustancia, lo que importa no es la verdad sino su percepción de la misma.

Entre los desencadenantes del suplemento primario están : ser famosos (celebridad, notoriedad, fama, infamia) – tener un aire místico (cuando se considera que el narcisista es misterioso), tener relaciones sexuales y derivar de ello un sentido de masculinidad / virilidad /  feminidad, y estar cerca o conectado a un poder o autoridad política, financiera, militar o espiritual.

El suplemento narcisista secundario

Incluye llevar una vida normal (una fuente de gran orgullo para el narcisista), tener una existencia segura (seguridad económica, aceptabilidad social, movilidad ascendente) y tener un compañero/a .

Por lo tanto, tener un compañero, poseer  riqueza , ser creativo, dirigir un negocio, poseer un sentido de libertad anárquica, ser miembro de un grupo o colectivo, tener una reputación profesional o de otro tipo, tener éxito, poseer propiedades y hacer alarde de los símbolos de estatus de uno, también constituye un suministro narcisista secundario.

Las fuentes de suministro narcisista secundario son todas aquellas que proporcionan al narcisista un suministro narcisista de manera regular: cónyuge, amigos, colegas, socios comerciales, maestros, vecinos, etc.

¿Por qué el narcisista devalúa su Fuente de suministro narcisista secundario ?

Al narcisista no le gusta pertenecer a los clubes que lo aceptarían como miembro. El narcisista desvaloriza sus fuentes de suministro en función de las cualidades que las hicieron tales fuentes en primer lugar: su credibilidad, su sumisión, su inferioridad (intelectual o física).

Pero hay muchas otras razones. Por ejemplo, el narcisista se resiente de su dependencia. Se da cuenta de que es un adicto  al Suministro Narcisista y está en deuda con sus fuentes. Al devaluar las fuentes de dicho suministro (su cónyuge, su empleador, su colega, su amigo) mejora la disonancia.

Además, el narcisista percibe la intimidad y el sexo como una amenaza a su singularidad. Todos necesitamos sexo e intimidad. El narcisista resiente esta comunión. Se rebela atacando las fuentes  de su  «esclavitud», sus fuentes de suministro narcisista.

El sexo y la intimidad generalmente también están relacionados con conflictos pasados ​​no resueltos con objetos primarios importantes (padres o cuidadores). Al invocar constantemente estos conflictos, el narcisista fomenta la transferencia y provoca el inicio de los ciclos de aproximación y evitación.

Explicación tomada de Sam Valkim «Malignant Self Love – Narcissism Revisited»

¿El narcisismo de la madre afecta al niño y su capacidad para formar un fuerte sentido del Yo?

¿El narcisismo de la madre afecta al niño y su capacidad para formar un fuerte sentido del Yo?

, el narcisismo de una madre afecta a la capacidad de un niño para formar su YO e identidad. El impacto es a la vez penetrante y perjudicial, ya que es «un golpe para la autoestima que deja  cicatrices en su personalidad ”(Lowen, 1985, p.76), … y , el narcisismo de la madre, dificulta la capacidad de un niño para formar un fuerte sentido de sí mismo que se ve seriamente impedida ya que las necesidades de los padres  tienen prioridad sobre las necesidades del niño, lo que le obliga a abandonar su «ser auténtico» en favor de una imagen falsa de conformidad (Winnicott, 1965, como se cita en Anderson & Winer, 2003). Esta información está traducida del ensayo de Lyz Kenyon,2017 . Para delinear, explorar y validar adecuadamente estas dos afirmaciones, el ensayo ha sido estructurado y desarrollado  en tres áreas clave: el padre y el narcisista afligido, un análisis de cómo se expresa este comportamiento disfuncional; el niño narcisistamente afligido y un análisis de cómo se recibe este comportamiento disfuncional; y el camino a la recuperación y un análisis de cómo este comportamiento disfuncional puede ser comprendido, procesado y replanteado.

Primera parte

El ensayo comenzó describiendo la naturaleza del narcisismo y sus diversas formas de expresión como trastorno del espectro que va desde lo subclínico en un extremo a lo patológico en el otro. Una definición de narcisismo fue proporcionada desde una perspectiva clásica y psicoanalítica para establecer un contexto histórico. Para explicar lo que significa el narcisismo de acuerdo con una moderna interpretación, se consultó la versión más reciente del DSM-V (2013) para obtener una lista de criterios.

En contraste con esto, está el narcisismo saludable, también conocido como un fuerte sentido de sí mismo, y se describió para proporcionar una comparación para la comprensión. También se abordó dos estilos específicos de narcisismo parental:
  • uno patológico que describe  una madre abiertamente narcisista y su impacto en una hija y
  • una subclínica, en la forma de un sistema familiar encubierto narcisista y su impacto en los niños.
El primero se seleccionó como expresión para ilustrar una forma extrema de comportamiento narcisista, un grandioso sentido de la autoimportancia o una excesiva necesidad de admiración; Y el segundo para ilustrar una forma menos fácil de reconocer el abuso. Al describir las características de la personalidad y comportamientos típicos de ambos tipos,(la madre claramente narcisista y la encubierta), la intención era mostrar que aunque la expresión de cada una puede diferir, el impacto a largo plazo en el niño es exactamente el mismo; En definitiva, ambos exhiben una no nutrición, estilo de crianza no validada y negligente, que obstaculiza seriamente la capacidad para desarrollarse a través del proceso de maduración y formar un autoconcepto cohesivo.

Segunda parte

La segunda parte del ensayo está dedicada a la experiencia del niño lesionado y la forma en que se maneja en una educación y ambiente familiar disfuncional. Habiendo establecido esta base, el análisis pasa a una revisión de la teoría del apego de John Bowlby;. Debido a la excesiva autoabsorción e indisponibilidad emocional de los padres, los hallazgos identificaron claramente la probabilidad de establecimiento de un estilo de apego inseguro-ambivalente dentro del niño. La proposición entonces se mueve hacia el área de la formación de identidad y su papel en el establecimiento del sentido de un niño, competencia, autoestima y sentido del yo. Esto fue considerado en relación con la de Erik Erikson. Al vivir el niño en un entorno familiar donde los padres dan prioridad a sus propias necesidades, existe una gran posibilidad de que el niño fomente la vergüenza tóxica y las dudas corrosivas en respuesta a la conducta de sus padres y eventualmente integre la vergüenza como fundamento para la formación de identidad en la adolescencia. Finalmente, el capítulo discute el papel de la diferenciación y la manera en que el narcisismo de los padres impide este proceso natural; una vez más la necesidad y la expectativa de los padres tienen prioridad y el niño, fuera de un deseo de contener la ansiedad y asegurar un cierto nivel de amor paternal, continúa reuniéndose con los padres, quedando encerrado en un sistema familiar enredado y sofocante.

Parte final

La parte final del ensayo considera la experiencia adulto-niño y las formas en que una persona podrían recuperarse y reconectarse con su sentido del yo. Podría darse una cura y recuperación revisando el pasado para comprender y aceptar el problema, procesando los sentimientos para liberar traumas y aflicciones, y cambiando cogniciones y comportamientos para replantearse la percepción.  El adulto-niño lesionado por el narcisismo puede trabajar para reparar el daño sufrido , arrojar la autoimagen de protección creada y reconectar con el verdadero y auténtico yo. Información sacada del ensayo de Liz Kenyon sobre el “narcisismo parental y su impacto en la formación del Self del niño”, que se puede consultar en el siguiente link http://www.pcicollege.ie/files/UserFiles/Dave/Elizabeth-Kenyon—Parental-Narcissism-Impact-on-the-Child-and-the-Formation-of-Self.pdf.

Es lo que te va a aportar el Método RAN, identificar las heridas que el abuso ha dejado en ti, un cambio de cognición para encontrar tu verdadero YO.

Qué causa la furia de tu madre o pareja tóxica/narcisista

Qué causa la furia de tu madre o pareja tóxica/narcisista

Si has crecido con una madre tóxica, estarás acostumbrada a sus ataques de furia.

La ira narcisista es una reacción a una herida narcisista, una amenaza percibida para su autoestima.

Esta ira puede tomar dos formas: explosiva y perniciosa, o pasivo-agresiva. Las explosiones explosivas y perniciosas son explosiones altamente volátiles que pueden ser verbales o físicas, mientras que las agresiones pasivo-agresivas se dan cuando la narcisista utiliza el tratamiento silencioso o ley de hielo.

No debemos confundir la ira de un narcisista, con el enfado o ira de otras personas.  El narcisista puede desencadenar  rabia extrema por algo que normalmente solo provocaría sentimientos de enojo en otra persona.

Por ejemplo, tu madre puede enloquecer por algo que parecería relativamente trivial  para otros. Simplemente por estar en desacuerdo con ella o impedir que cumpla sus deseos , puedes desencadenar una gran rabia en ella.

Después de estos ataques, seguro que te has quedado sin saber que hacer ya que no has entendido a que se ha debido, y te quedas confundida tratando de averiguar que has hecho para desatar la furia de fiera.

¿Que es lo que causa la furia de la persona tóxica?

La raíz de la rabia en una persona con trastorno narcisista de la personalidad, es la combinación de necesidades insatisfechas en sus primeras etapas del desarrollo, junto con un entorno invalidante y un temperamento altamente sensible. La rabia es una expresión infantil primitiva, emocionalmente inmadura, de necesidades frustradas y / o invalidación (real o percibida) .
La ira de tu madre o de tu pareja narcisista parece ser causada por cualquier amenaza a su Yo falso . Con ella trata de salvaguardar su imagen de superioridad. La rabia narcisista es una respuesta a cualquier amenaza a su visión de sí misma.
Para la persona tóxica, la ira se  convierte en una fuente de protección, un modo primitivo de intentar defenderse de su dolor.

Parecería que los narcisistas están en un estado CONSTANTE de ira, agresión reprimida, envidia y odio que se manifiesta externamente al gritar, gritar, insultar,  arrojar cosas, romper cosas, incluso abusar físicamente de otros.

La ira narcisista no es una reacción al estrés, sino una reacción al temor subyacente de no satisfacer sus necesidades. Un temor tan grande que perdurará incluso después de que la amenaza desaparezca (Sam Vaknin). La persona narcisista, está constantemente atenta a desaires, insultos, críticas o desacuerdos (reales o imaginarios), que experimenta como un rechazo y humillación y le hacen montar en cólera. La persona narcisista justifica sus reacciones de ira ya que cree que le provocan. Su distorsión cognitiva, o percepción errónea de la realidad, le hace ver que los demás le atacan de manera intencional.  Su respuesta es una ira descontrolada. Por eso para la persona que sufre el abuso, su ira le resulta incoherente. Durante la ira, son propensas a gritar, distorsionar hechos y hacer acusaciones infundadas con malicia punitiva y llena de odio. La ira suele ser de corta duración, pero puede causar problemas devastadores para la persona a la que se dirige la ira.
La falta de un límite personal entre uno mismo y los demás es la esencia del espejo roto del Trastorno Narcisista de la Personalidad. Cuando un narcisista se mira en el espejo del yo (que es la ausencia de un yo conocido) ve reflejado quién y qué son o no son los demás, esto hace que el narcisista reviva la impotencia aprendida de la victimización real o percibida del pasado. Con su Ser Verdadero disociado o desconectado, se siente abandonado, rechazado, invalidado y ahogado en soledad alienada, y recurre a su ira para intimidar y controlar a los demás de manera que intentan mitigar su propio dolor y su propia responsabilidad por ese dolor.

Desafortunadamente, cuando los narcisistas se enfurecen, violan los derechos y la confianza de los demás, confundidos y molestos, el objeto de su amor comienza a alejarse de ellos. Esto los pone aún más furiosos porque toda su identidad requiere atención para poder sobrevivir.  La ira de los narcisistas es contraproducente ya que los deja sintiéndose más perdidos, culpables y sin valor.

La adicción a la ira sirve a muchas de las necesidades de doble vínculo del narcisista. Su furia es su forma de gritar por atención porque se trata de ellos, sus deseos, necesidades y deseos. Sin saberlo, la ira envía un mensaje dual, que es: «¿Quién crees que eres, no te atrevas a cruzarme?», Mientras que el mensaje real es: «Por favor, no te enojes». conmigo, estoy asustado, tengo miedo de que te voy a perder «. La rabia es su forma efectiva de obtener lo que creen que merecen. Su rabia asusta a las personas, ver el miedo a los demás hace que los narcisistas sientan que han ganado, por lo que se sienten aún más poderosos y en control de la situación, y esto también satisface su naturaleza sádica. La rabia apoya y cubre sus distorsiones cognitivas, fragmentación, disociación, desarrollo emocional detenido, su pensamiento blanco y negro, su falso yo, su grandiosidad, su necesidad de atención (incluso si es negativa), su necesidad de tener razón y su falta. de empatía En resumen, la «furia» narcisista contiene las acciones necesarias para que el narcisista se defienda de su mundo hostil (es decir, división, devaluación, proyección, identificación proyectiva, etc.), sin embargo, estas defensas, como una espada de doble filo, hacen que cualquier cercanía o intimidad imposible, ya sea intencional o involuntariamente.

Descarte, la última fase de la relación con un narcisista

Descarte, la última fase de la relación con un narcisista

Cuando ya estás sumamente atada al narcisista y totalmente dependiente de él, las cosas se pueden poner aún peor. Puede dejarte, es el descarte.

En esta etapa, se quita su careta del todo, ya no necesita embaucarte más, ahora solo quiere destrozarte. Ahora ves su verdadero Yo todo el rato, ya no se esconde.

El narcisista no deja a su víctima de una forma civilizada, con un hasta luego, no. Lo hace de la peor manera para que no puedas levantar cabeza.

El narcisista o te deja por otra, o te deja humillándote en público, no teniendo en consideración si hay hijos de por medio. Se trata de destrozarte, sin importarle si con ello salen dañados los hijos de la pareja.

Cuando el narcisista deja “tirada” a la víctima, ésta, queda tan enganchada a él, que muchas veces le suplica que vuelva y queda cegada por la partida del narcisista. Está agotada, drenada, menospreciada, disminuida.  Con más preguntas que respuestas, más dudas que certeza. Sin entender nada. Preguntándose qué ha hecho.

Muchas víctimas caen en depresión y episodios de ansiedad. Es normal, el narcisista te deja bien claro que no sirves para nada, que todo ha sido culpa tuya.

Si este es tu caso tienes que tener cuidado, porque es muy probable que el narcisista trate de volver y empezará de nuevo con el “love bombing” para seguir con todo el proceso posterior de devaluación. Cuantas más veces permitas su vuelta, más destrozada quedarás.

El descarte también puede darse, porque la víctima de los abusos se haya cansado y visto claramente el juego del narcisista. Entonces decide separarse, establecer el contacto cero para poder juntar sus trocitos.

En este caso, el narcisista sacará sus armas de destrucción masiva y tratará de hundirte como pueda. Se dedicará a desprestigiarte, a extender rumores sobre ti, y a hacerte la vida imposible.

No aceptará no haber “ganado” y te declarará la guerra. Tratará de hundirte económicamente y hacerte daño incluso utilizando a los hijos si los hay. La herida narcisista es tremenda por haber perdido y tratará de arruinar tu vida para que no puedas avanzar en ningún aspecto de ella.

El narcisista te muestra su poder aún cuando te apartas de él, y te presentará ante los demás como una persona desequilibrada e inestable. Acoso.

Devaluación. Segunda fase de la relación con una persona narcisista

Devaluación. Segunda fase de la relación con una persona narcisista

El narcisista hace que todo sea de color de rosa al principio de la relación, pero la bomba de amor estalla más tarde. A veces muy pronto, pero tú ya has caído en su red.

Lo que al principio era todo ternura y adoración, se convierte en una forma de control extrema.

Desde el comienzo de la relación el narcisista toma nota de tus cualidades y carencias para utilizarlas a su favor manipulándote. Así puede aprovecharse de tu vulnerabilidad. Pero no solo se aprovecha de tus debilidades, también de tu alta capacidad de recuperación y empatía. Eres de las pocas personas que puede excusar sus comportamientos.

El proceso de devaluación no comienza de repente. El narcisista empieza con pequeñas señales de abuso. Un susurro, que luego se convierte en grito.

Empiezas a notar que algo no está bien, pero no sabes muy bien qué. No sabes qué ha cambiado, pero el narcisista ya no parece ser Sr.Perfecto.

En la etapa de devaluación vas a conocer al verdadero Yo del narcisista. Ya no puede más con la careta y el Falso Yo que crea para cubrir sus miserias, se desvanece ante ti.

La devaluación es usada por el hombre narcisista para ejercer control sobre la víctima. Te devalúa para validarse a sí mismo como puedes ver en la herida e ira narcisista. Proyecta su inferioridad sobre ti.

En esta etapa ya no atiende siempre tus llamadas o deja de traerte flores y en lugar de ser su centro de atenciones, empiezas a convertirte en la diana de sus críticas. A pesar de ésto, el narcisista es celoso, porque te ve como un objeto, una posesión. Su fuente de suplemento narcisista (que has visto anteriormente), la droga que necesita para sentirse bien. Sin embargo te acusará a ti de ser la posesiva.

Pero no siempre te destruye, también te muestra aquella careta que conociste al principio de vez en cuando. Es así como te mantiene atrapada.

Te hace pasar continuamente de la fase del bombardeo de amor a la devaluación, te da y te quita para que te hagas dependiente a él. Es el vínculo traumático.

Te grita, pega, humilla,… y al rato te ama.

A través del paso continuo entre la devaluación y el love bombing, te mantiene aislada y dependiente.

En la etapa de la devaluación el narcisista manipulador juega para convertirse en el dueño y dictador de tus pensamientos, sentimientos y, por lo tanto, de tus acciones y decisiones.

Empiezas a ver al ser detrás de la careta de Sr. Perfecto, y vives su ira, amenazas, humillaciones, desaprobaciones,….te asusta, pero como te vuelve a dar amor, no ves quien es de verdad. Para intentar mantenerle contento, y no recibir más su ira y evitar discusiones renuncias hasta a tu propia vida.

Pero no te crees su comportamiento o no te lo quieres creer, te parece todo un sueño o una pesadilla. Tratas de excusar su ira, te sientes perdida. Sin embargo sigues en el juego, sin poder moverte mientras el narcisista hace que tus fuerzas decaigan.

Él se aprovecha de tu empatía, de tu carácter compasivo para jugar con tu mente. En este momento empiezas a dudar de ti, a creer que has cambiado. Que no eres más la que eras. Sin embargo, ahí sigues intentando obtener de nuevo su validación, su adoración hacia ti.

Tratando de volver a vivir la historia del príncipe azul en la que te envolvió al principio. Te sientes derrotada, más como la Cenicienta ya que sus humillaciones o hasta golpes son frecuentes aunque más tarde te pida perdón y te adore.

Te resignas, te acostumbras a la rutina de las descalificaciones, tanto que no te das cuenta que te está restando vida. Mientras te apagas, él disfruta de verte herida, se siente ganador.

Sin embargo, sigues atada a la relación porque crees que lo bueno compensa lo malo que recibes de él. Te has vuelto dependiente de Sr. Perfecto a pesar de que le hayas visto su cara de verdad.

Necesitas las migajas de amor que decide darte de vez en cuando. Te aferras a la historia que al principio de la relación ibais a construir juntos, a ese mundo maravilloso que te mostró.

El sexo que antes era un acto dulce de amor, ahora se convierte en un acto coercitivo de devaluación. Donde antes había una sonrisa, ahora solo encuentras silencio. Las mentiras empiezan a ser parte normal del día a día.

Solo deseas cerrar los ojos y escapar, pero tus pies no se mueven.

El sexo con el narcisista Cincuenta sombras del narcisismo.

El sexo con el narcisista Cincuenta sombras del narcisismo.

El sexo puede parecer genial con un narcisista. 

¿Qué significa el sexo para un narcisista?

Sabemos que el objetivo de los narcisistas es obtener su suministro narcisista, es decir, la energía, la atención o tu enfado,  que puede otorgarles momentáneamente la suficiente gloria como para escapar de sí mismos momentaneamente.

El sexo es una forma muy poderosa para que un narcisista obtenga su suplemento, porque le otorga la capacidad de obtener energía, fuerza vital y grandes cantidades de atención por parte de nosotras, sus víctimas.

¿Puede el narcisista ser, transparente y fusionarse con su pareja a otros niveles más  verdaderos de amor y conexión?

Los narcisistas,  no pueden comprender, y mucho menos conocer a otra persona a este nivel, porque la Unión del alma no es lo que un narcisista quiere, ni siquiera es capaz de tener. Para ellos, esto equivale a una disolución de su personalidad.

La calidad del sexo que tenemos con el narcisista

Nuestra alma se siente vacía después del sexo con un narcisista. Independientemente de si tuvimos un orgasmo o no, te sientes perdida, incompleta.

Es posible que en tu relación con el narcisista no hayas pensado que estabas acostumbrada a alimentar el ego de esta persona, sin preocuparte por tu corazón y alma.

Debes de ser muy consciente que lo que buscan frenéticamente como si su vida dependiera de ello, es una «compañera íntima» para regular el suministro narcisista. Los narcisistas no tienen su propia identidad real, siempre deben estar alimentándose de la de alguien más.

Supongo que o has leído , has visto o al menos has oído hablar de “las 50 sombras de Grey”.

El personaje principal del libro, Christian Grey, es un joven multimillonario que se divierte dominando a las mujeres en el dormitorio. Su presa: Anastasia Steele. Esta recién graduada de la universidad, y virgen, cae bajo el trance de este hombre oscuro y melancólico. A través de la manipulación de sus emociones, la pone justo donde la quiere: en su «sala de juegos» llena de látigos, esposas y otras utilidades.

Christian es guapo, rico y bueno en la cama. Pero, sus formas dominantes son el producto de su narcisismo, que seguramente provino de su problemática infancia (siendo descuidado y luego adoptado a la edad de cuatro años).

Cuando Christian Gray conoce a Ana Steele, encuentra a una chica joven y torpe que se da cuenta de que definitivamente puede manipular, con su sonrojo y sucumbir a él en cada paso del camino. Ella nunca ha besado a un hombre antes, y termina, con un tipo cuya idea de intimidad la está atando y azotando.

El libro termina (el primero de la trilogía) con Ana dejando a Christian (o al Sr. Grey, como ella se refiere a él) después de que él la azotara seis veces y luego ella le confesara su amor por él. Él entonces no le da nada a cambio y ella lo deja.

En cincuenta sombras de Grey vemos claramente cómo es el sexo con el narcisista, vacío, no buscan una unión del alma si no solo satisfacer su ego.

Así que piensa como te has sentido en tus relaciones íntimas con el narcisista. ¿Ha sido solo buen sexo? ¿buscas algo más? si es así, no esperes obtenerlo de una pareja narcisista.

Mereces mucho más. Date la oportunidad de encontrar tu verdadero valor y no permitas que nadie de ninguna manera, ni tan siquiera con el sexo te desvalore. Llevas a una gran mujer dentro de ti, camina hasta encontrarla.

Carta al narcisista

Querido narcisista

Hace ya más de 20 años que pude apartarme de ti. Y hoy es el día en el que me apetece decirte las cosas que nunca pude.

No me atreví a decirte lo que pensaba por miedo y porque en realidad me creía todo lo que decías de mí.

Conseguiste dejarme sin sangre, perdida en el mundo y seguiste esforzándote para que no saliera adelante pese a que tuviste un hijo conmigo. Te dió igual hacerle daño a él aunque fuera indirectamente. ¿Pero cómo te iba a importar eso, si solo te importas tú y lo que gira alrededor de tu ombligo?

Me hiciste mucho daño. Me hiciste perder la fe en la vida y en la humanidad. Por tus abusos y lavado de cerebro (perspecticidio), la vida me costaba. No sabía por dónde ir ni cómo avanzar. Pero a pesar de ello pude mover un pie tras de otro porque aunque en ese momento no lo hice por mí (no era nada), lo pude hacer por tu gran regalo, mi hijo.

Da igual que te produzca satisfacción saber como me dejaste, es problema tuyo no querer tener un corazón, no mío. Tú te lo pierdes.

A pesar de lo que me hiciste no te escribo con rabia, esa la dejé de lado al muy poco tiempo de separarme de ti, no quería cargar más contigo.

Gracias a Dios,  la vida me ha hecho fuerte. Los abusos sufridos a lo largo de mi existencia provenientes de todos las personas narcisistas que me he ido encontrando desde la cuna hasta hace unos pocos años, han hecho ondear mi gran bandera: la RESILIENCIA. Ella me ha permitido surcar la vida, magullada, pero entera.

Hoy con otra perspectiva, no la que dan los años transcurridos, si no la que me ha dado el poder conocerme y saber quién soy, puedo escribirte esto. Hoy que he podido recomponer los pedazos en los que tú y todas las personas que os habéis dedicado a parasitarme me rompisteis. Hoy que soy libre y un ser completo por todo el amor con el que he unido mis pedazos.

La verdad es que siento pena por ti, porque lo que muestras como poder no lo es, simplemente es un poder aparente ya que lo basas en despreciar a los demás.

Y aunque te esforzaste en hacerme ver que yo no tengo ningún poder, lo tengo y  es real, porque viene de dentro de mí.

Me das pena porque yo he conseguido mi libertad pero tú sigues atrapado en esa nube que un día creaste para escapar de tus miserias; en ese personaje que muestras y que mantienes por miedo a enfrentarte a ti mismo.

A mí mis fantasmas no me acompañan ya más, les he ganado la batalla, no eran mis invitados, sino que eran tu sombra. A ti se que no te dejan dormir. Y cómo hacerlo cuando llevas una vida sin reconocer el ser herido y pequeño que eres en realidad. Cómo dormir con esa dualidad,  manteniendo la imagen de hombre fuerte solo posible rebajando a los demás y siendo alguien enano en realidad.

Me encuentro en un momento que hasta te doy las gracias por haberme destrozado tanto la vida, porque he podido descubrir lo fuerte que soy y sobre todo porque he podido inculcar a mis hijos los valores de verdad, el amor de verdad, sin ningún tipo de condicionamiento.

Hoy puedo levantar la cabeza y decirte que eres un COBARDE.

Que estás seco como ser humano porque no se entiende cómo alguien puede hacer daño a la madre de su propio hijo. Cómo incluso después de años puedes seguir hablando mal de mí solo para justificarte delante de los demás y seguir pareciendo grande.

Siento decirte que quienes te han escuchado y quizá dado la razón es porque son tan inhumanos y tienen una vida tan vacía como tú. Porque una persona de verdad no se pasa la vida tratando de hacer daño a otra. Quién está en paz consigo mismo no necesita tratar de sacar mierda a los demás.

Pero esa es la prisión que te has creado, el no poder nunca estar con nadie de verdad porque no puedes mostrar tu verdad. Te has condenado a vivir en un mundo de hipocresía sin nadie que pueda amarte de verdad. Hasta pido a Dios que te ayude porque terminar tus días con semejante peso y tortura de saber que tu reflejo es una farsa y que a tu alrededor los que están lo hacen porque quieren la imagen que transmites, no a tu ser de verdad, tiene que ser aterrador.

A mi me queda ahora agradecer  al maravilloso viaje que es la vida ya que he podido aprender que las personas como tú lanzaís por la boca lo que realmente sois vosotros. Tus críticas hacia mí, son realmente tus carencias. Eso me ha permitido no tenerte más miedo, si no pena.

Hoy te puedo mirar no como a alguien grande y que da miedo, si no como lo que realmente eres.

Un ser insignificante, pequeño, lleno de frustraciones y miedos. No me asustas porque conozco tu verdad, la realidad debajo de esa máscara.

Verte como lo que realmente eres no me hace tener ganas de hundirte. No te guardo rencor porque que hayas intentado continuamente aplastarme. Esto ha hecho que cada día fuera más fuerte.

Al contrario, te deseo encuentres tu paz, puedas encontrarte a ti mismo y ser feliz y puedas dejar de necesitar a terceros para validarte.

Se despide una mujer que nunca has conocido. Una mujer que ha aprendido a mirarse en el espejo de la verdad, y quiere ayudar a otras a hacer lo mismo.

Necesito volver con mi ex narcisista

Necesito volver con mi ex narcisista

Es muy normal que después de separarte de tu ex narcisista maltratador tengas el sentimiento de que “necesites volver con él. No eres un bicho raro por ello ni la única te lo aseguro.

Te voy a contar porqué necesitas un poco más de él.

Ante todo no debes sentirte mal por tener estos sentimientos. El vínculo con él es muy grande y te aseguro es más fácil romper con una relación sana que con una tóxica. (puedes leer sobre el vínculo traumático).

No estás loca por tener estos sentimientos, no eres tú si no la química que los comportamientos del narcisista ha creado en ti y la que te mantiene unida a el. No permitas que nadie te juzgue por ello. Cada persona necesita sus propios tiempos.

No es fácil romper el vínculo con el maltratador aunque te apartes de él físicamente estableciendo el contacto cero. No solamente intervienen factores emocionales en la separación, la química juega un papel aún mayor.

Los “chicos malos’ causan estragos en nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestros cerebros. No solo nos sentimos atraídas a ellos por motivos, emocionales y psicológicos. La bioquímica tiene su gran parte de culpa.

Podemos volvernos adictas a las subidas y bajadas de una relación destructiva con un narcisista, y tras la ruptura, la sanación puede ser similar a la rehabilitación de una adicción a las drogas. (como nos explica la teoría del vínculo traumático las personas narcisistas nos atan a ellos dándonos amor y luego quitándonoslo).

¿Cuántas veces te has preguntado por qué no podías dejar a tu pareja sabiendo que te hacía daño?

Pero incluso una vez separada y establecido el contacto cero, te preguntas por qué te mueres por volver con él aún sabiendo cómo te trata. Claro que sabes que no te conviene y que te hace daño, no eres tonta. Pero no puedes evitar ese ‘instinto» de querer volver con él.

Cuando nos encontramos por primera vez con una pareja tóxica, nuestro vínculo con él se consolida rápidamente a través de su excesiva atención combinada con, al principio, ocasionales retiradas de afecto.(la etapa del love bombing). Así podemos decir que el poderoso vínculo que creamos con el narcisista surge de  nuestros vínculos bioquímicos.

El narcisista te da y te quita como has visto en la explicación del vínculo traumático. Te mantiene en una montaña rusa de emociones, y su ocasional afecto termina siendo como droga para tu cerebro.

Si te preguntas por qué no te has ido antes de la relación, por qué no has huido,.o necesitas estar con él después del contacto ero.. deja de culpabilizarte. Porque la respuesta no está en tu mente, si no en los efectos de la química.

Las experiencias positivas con el narcisista como citas inolvidables, atención exagerada, adulación, un sexo increíble, regalos y grandes gestos románticos pueden liberar dopamina en el cerebro.

La dopamina es un neurotransmisor que controla el centro de placer de nuestros cerebros y crea circuitos de recompensa, que luego generan asociaciones automáticas en nuestro cerebro que vinculan a nuestras parejas románticas con el placer e incluso con nuestra supervivencia.

¿Recuerdas los agradables primeros momentos con tu pareja narcisista, las citas románticas, los elogios, el sexo increíble, incluso después de haber roto? Lo haces porque tu cerebro libera dopamina y tu cerebro  te pide que «lo hagas de nuevo».

Las disculpas, las palabras dulces después de una gran discusión, las demostraciones de ternura durante la fase de devaluación,… fortalecen el circuito , generan más dopamina en ti y hacen que te quedes atrapada en el círculo de necesitar más de lo mismo, necesitas tu recompensa.

La dopamina es el neurotransmisor responsable de la adicción a la cocaína, y también el responsable de la adicción a las parejas románticas peligrosas. De acuerdo con Harvard Health, tanto las drogas como los recuerdos intensos y placenteros activan la dopamina y crean circuitos de recompensa en el cerebro, que esencialmente le dicen al cerebro que «vuelva a hacerlo».

No es que no sepas que el narcisista te hace daño, claro que lo sabes, pero la química es más fuerte que tú.

La dopamina fluye más fácilmente en el cerebro cuando hay un «refuerzo intermitente» en lugar de un programa consistente (el afecto que recibes del narcisista es intermitente, en una relación “sana” es consistente, es el vínculo traumático). Tú te quedas esperando a recibir algo bueno.

La Dra. Helen Fisher (antropóloga biológica y autora de “Anatomía del Amor” descubrió que esta experiencia de «frustración-atracción» en una relación romántica en realidad aumenta nuestros sentimientos de amor, en lugar de obstaculizarlos. En sus libros nos dice cómo los cerebros de quienes se encuentran en relaciones cargadas de adversidad se activan de una manera inquietantemente similar a los cerebros de los adictos a la cocaína.

Como ves, la dopamina ha fluído más en ti por el comportamiento abusivo e intermitente del narcisista. Eso te ha dejado “enganchada” a él. La ciencia debe servir para que empieces a dejar de culpabilizarte.

Tratate con todo el amor que mereces porque caer y quedar atrapada en una relación abusiva ha sido culpa de la quimica, y tu poco podías hacer contra eso.

Dado que la dopamina también se libera cuando tenemos recuerdos placenteros, soñar despierto y recordar constantemente los primeros momentos románticos de una pareja encantadora a menudo tiene el efecto de amplificar este circuito en el cerebro.

Es por esta química de las hormonas en tu cerebro que esperas ansiosamente la llamada del narcisista o un mensaje suyo, o rememoras las primeras citas con el narcisista y necesitas a veces volver con él.

El narcisista domina nuestro cerebro las veinticuatro horas con su comportamiento impredecible y su love bombing. Por eso no has de extrañarte ni culpabilizarte por haber desarrollado una compulsión irracional para mantenerte atada o por querer volver con el narcisista. Es la química.

Lo importante es que entiendas que la potencia de la química es más fuerte que tu raciocinio, y que por ella te has quedado en una relación con una persona que no te trataba bien. No toleres a nadie que te diga que eres tonta por haberlo hecho. No te culpes por “tener ganas de volver con él”. Es la adicción química la que te ata a él, y no la puedes superar de manera racional.

Pero por favor tranquila, La ciencia y tu cerebro (neuroplasticidad) están a tu favor. Puedes modificar tu cerebro y cambiar esta adicción. Puedes hacerlo .

Lo importante es que empieces a respirar y liberar la culpabilidad que te ha acompañado todo este tiempo. Con una menor carga es más fácil caminar hacia tu sanación y propio encuentro.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
madre toxica

Subscribete para recibir las preguntas para saber si tu Madre es Tóxica

Enseguida recibes tus preguntas.