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La dependencia emocional se da cuando te aferras en exceso a tu pareja. Es un patrón que surge de necesidades emocionales no satisfechas en la infancia que hace que las personas “se enganchen” a sus parejas para cubrir ese agujero emocional.

Necesitar a tu pareja para sentirte completo y feliz, es un claro síntoma de que mantienes una relación como codependiente.

Cuando estás en una relación es normal depender de tu pareja, pero hacerlo de manera absoluta y depender del otro para tu felicidad es lo que hace que la relación se convierta en tóxica.

Así que vamos a ver cuáles son las fases por las que pasa una relación cuando eres codependiente, ya que el primer paso para modificar nuestros comportamientos codependientes es ser consientes de ellos.

En muchos casos la dependencia emocional a una pareja puede volverte obsesivo, obsesiva, llegando a perder tu raciocinio. Puedes llegar a actuar empujado por tus impulsos sin contemplar las consecuencias.
La codependencia puede hacer que sientas un ataque de celos, o que llames a tu ex pidiéndole explicaciones por su comportamiento, o te puede hacer controlar lo que hace o deja de hacer tu pareja hasta el punto de meterte en su móvil, violando su intimidad.

La codependencia es una adicción y tienes que empezar a verla como tal.

Como en cualquier adicción la codependencia evoluciona en diferentes etapas claramente marcadas, y en las que vas progresivamente aumentando tu dependencia hacia la otra persona. Paso a enumerarlas para que puedas reconocerlas en ti y las tienes más detalladas y sobre todo con la solución para romper con tu codependencia en mi libro ROMPER CON TU CODEPENDENCIA, DEJA DE SERVIR A LOS DEMAS Y AMATE

1. ETAPA TEMPRANA o DE EUFORIA

La etapa temprana empieza con el deseo de tener pareja y cuando conoces “a la pareja ideal”, esa que te salva de tu soledad, te hace ver el cielo. Encuentras a “tu otra mitad” y sientes que eres la persona más afortunada en este mundo. Es la etapa en la que te apegas a alguien.
Tu sensación de euforia es tal, que te hace olvidar u obviar tu vacío emocional anterior.

En realidad una relación como codependiente empieza como cualquier otra relación romántica donde es normal depender de la otra parte.
Pero cuando eres codependiente, principalmente fallas en mantener unos límites personales saludables y renuncias a ti mismo. Gradualmente, te vuelves cada vez más dependiente emocionalmente y te obsesionas con esa persona hasta el punto que pierdes el enfoque en ti mismo y empiezas a renunciar a tus amigos y actividades personales.
Idolatras a tu pareja y la relación. Le atribuyes cualidades que no tiene, y exageras las que tiene. Hablas de tu pareja a todos tus conocidos, y les cuentas que eres la persona más afortunada que existe. Te encuentras en tal estado de exaltación que ni tan siquiera prestas atención si el sentimiento por parte de tu pareja es recíproco, aunque tú crees que lo es.

Esta felicidad inicial transitoria (yo la definiría como una felicidad tóxica que no te deja ver la realidad) explica el desequilibrio en el resto de la relación. Tanta felicidad servirá para que justifiques las situaciones de sufrimiento que se puedan dar en los conflictos que vayan surgiendo.

Las fases por las que pasas en esta primera etapa en tu relación como codependiente según Darlen Lancer en su “Codependecy for dummies”, son:

Te sientes atraído
Intentas agradar a esa persona
Te obsesionas con tu pareja y su comportamiento
Dudas de tu propia percepción
Niegas la adicción a esa persona
Dejas de lado actividades y amigos para estar con esa persona
Tu vida familiar y social se ve afectada
Cada vez te vuelves más dependiente emocionalmente de tu pareja

2. ETAPA MEDIA o DE SUBORDINACIÓN

Después de una primera etapa donde te enganchas a tu pareja, pasas a la etapa de subordinación, donde te descuidas de ti. En esta etapa es donde prevalecen la negación, las emociones dolorosas y los patrones de comportamiento obsesivo-compulsivo. Aumentan los intentos de control hacia tu pareja, mientras te sientes más fuera de control.
Sin apoyo, ya que has dejado de lado a las personas que te resultaban cercanas, la negación y el aislamiento continúan y los problemas empeoran. Minimizas lo que vives y te escondes de ti mismo y de otros aspectos dolorosos de tu relación y te alejas de actividades externas y amigos. Mientras tanto, aumenta tu obsesión por la relación o adicción y la ansiedad, el resentimiento y la culpa que la acompañan.

Haces más para ayudar y controlar a la otra persona que para ti mismo. Tu frustración, vacío y dolor crece ante tu expectativa de ser atendido y la realidad de no serlo por parte de tu pareja. Ello hace que aumenten tus cambios de humor y los conflictos.

En esta etapa algunos codependientes recurren a las drogas, la comida, los gastos u otro comportamiento adictivo para hacer frente a su dolor y vacío.

Los comportamientos característicos de un codependiente en esta etapa según Larcen son:

Minimizas o escondes aspectos dolorosos de la relación
Tu ansiedad, sentimiento de culpa crecen
Te alejas de amigos y familiares
Vigilas obsesivamente a tu pareja
Intentas controlar molestando, culpando y manipulando
Tu decepción e ira crecen debido a las promesas rotas de tu pareja
Sientes resentimiento por no poder controlar el comportamiento de tu pareja
Tienes cambios de humor y hasta agresividad
Permites que tu pareja te maneje y controle tus necesidades
Para lidiar con el dolor consumes comida, alcohol o compras compulsivamente

En esta segunda etapa de la relación la persona dependiente muestra su entrega y subordinación y su pareja se muestra encantada de recibir todas sus atenciones.

No todas las parejas de codependientes son dominantes, pero el codependiente siempre utiliza la subordinación para agradar a su pareja.
En esta fase el codependiente se anula totalmente frente a su pareja asumiendo como propios los intereses, creencias y valores de esta. El codependiente termina diluyendo su identidad con la de su pareja, perdiendo la noción de quien es realmente.
Su autoestima va disminuyendo, cada vez se siente más perdido, ya que olvida quien es y eso le genera ira, decepción y resentimiento.

Ante la frustración el codependiente trata de cambiar, manipular y culpar a su pareja de su dolor. Su estado de ánimo cada vez empeora más, ya que la pareja se distancia del codependiente por sus comportamientos, y simultáneamente la obsesión y dependencia aumentan en el codependiente.

3. ETAPA FINAL

En esta última etapa la dependencia a tu pareja aumenta, tu mundo se reduce y aparecen más frecuentemente la ira y los conflictos de pareja. Tu autoestima es casi nula y prevalecen la desesperanza, el vacío y la depresión. El estrés crónico de la codependencia se manifiesta en nuevos síntomas, como problemas de salud relacionados con el estrés y conductas y adicciones obsesivo-compulsivas nuevas o más avanzadas.
Problemas digestivos y del sueño, dolores de cabeza, tensión muscular, trastornos alimentarios, alergias, ciática y enfermedades cardíacas entre otras son problemas que pueden surgir en esta etapa por el alto nivel de estrés en el que te encuentras inmerso.

El codependiente queda completamente a merced de su pareja y su dolor por no reconocerse le genera tanto dolor que busca constantemente el reconocimiento de su pareja de un modo más exigente, lo cual hace que la pareja se aparte cada vez más. La relación entra en continuos conflictos.

Algunas características típicas de esta última etapa de una relación como codependiente según Larcen una vez más son:

Desarrollas enfermedades físicas
Te sientes enfadado, depresivo y sin esperanza
Tu autoestima es cada vez menor
Te sientes desesperado y olvidas tu autocuidado
Aumentan los conflictos de pareja

4. FASE DE IDA y VUELTA

Llega un punto en el que el codependiente pierde el control por completo y el de la relación. Cada miembro de la pareja tiene expectativas irreales sobre el otro y siente que sus necesidades no son satisfechas por la otra persona. Las dos partes empiezan a percibir la inviabilidad de la relación, pero a los dos les cuesta romper el círculo vicioso en el que están metidos.
El dependiente emocional se muestra especialmente sumiso, para evitar el abandono. Los celos se hacen cada vez más latentes y la vigilancia hacia la pareja aumenta, ya que cada vez se aparta más del codependiente.
En esta fase empieza un periodo de idas y venidas de la relación. Las rupturas y las reconciliaciones se suceden. El dependiente emocional soporta todo tipo de situaciones que dañan su autoestima por el miedo a quedarse solo. Estas idas y venidas pueden durar años, hasta que una de las partes de la relación decide romper definitivamente y recuperar su control.
Tienes que aprovechar uno de estos finales para recuperar tu libertad y rehacer tu identidad. Si no sanas tu dependencia podrás volver al punto de inicio, a la primera fase, buscando otra rana que besar y esperando sea tu príncipe azul.
Por eso es muy importante que tras una ruptura te des el tiempo de sanar tus heridas, tu vacío emocional para no entrar de nuevo en el ciclo de otra relación dependiente que puede destruirte aún más.
Así que por favor aunque te sientas roto, destrozada por haber terminado tu última relación, date la oportunidad de sanar las heridas emocionales para no volver a repetir los patrones anteriores en tu vida. Sana para amarte y para poder abrirte a relaciones sanas y cerrar la puerta a personas engreídas, egocéntricas, posesivas y conflictivas, y también a esas otras codependientes con necesidad de ser cuidados y vulnerables.

Mereces conocer el amor de verdad y para ello tienes que amarte a ti primero.

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