El falso yo desempeña una función importante en la vida de una persona narcisista.
Debido a que los narcisistas son prácticamente “borrados” por el abuso que reciben en la infancia, se ven obligados a desarrollar un falso yo (como una reacción adoptada a las circunstancias patológicas).
Tu madre tóxica, al igual que otras personas narcisistas, no pudo desarrollar su propia personalidad, y como lo que veía no le gustaba, para ocultar la vergüenza que ello supone, creó un Falso YO.
Para protegerse a sí mismo, este Falso Yo domina y reprime el funcionamiento del Verdadero Ser, hasta el punto en que impide que la personalidad de la persona funcione como un todo.
El Falso Yo, cubre la vergüenza que siente el Ser Verdadero, y es este escudo el que hace que la persona narcisista parezca ostentosa y se presente de una manera que parece ser todopoderosa.
El falso yo es el responsable de su enorme sentido de derecho.
El falso ser protege al narcisista, a su verdadero ser, mísero y débil. Sin su protección estaría expuesto a mucho dolor. Al dolor de ver quien es realmente y de todas sus heridas.
Tu madre es como es porque viene acarreando secuelas narcisistas probablemente desde hace generaciones. Si observas la relación de tu madre con tu abuela, seguro que te das cuenta del poder que la más mayor ejerce sobre la otra. Para tapar ese dolor, esa herida narcisista, tu madre creó un falso Yo, que esconde sus miserias.
No le tengas más miedo a tu madre, su verdadero yo es débil.
Tú eres fuerte. Muy fuerte, has luchado toda tu vida para salir del círculo generacional del abuso.