Mi madre es mala. No la soporto. ¿Cuantas veces se ha pasado esta frase por tu cabeza? ¿Y cuantas veces has dicho esta frase en alto?
Personalmente, pensaba y sabía que mi madre era mala cada día de mi oscura vida. La odiaba. ¿Pero podía decirlo? No , claro que no. Solo una vez intente pedir auxilio de pequeña.
Tras verme realmente mal llorando desconsoladamente, la entonces mi mejor amiga me preguntó que me pasaba. Yo le conté como me trataba mi madre. Mi madre me grita, me pega, me insulta, me dice que no hago nada bien. La odio. No quiero ir más a mi casa. No pude más, lo dije. Entonces ella se lo dijo a su madre. Esta con ternura, me dijo: es normal. Las mamas a veces nos enfadamos, os intentamos corregir. Pero tu madre te quiere, todo se va a pasar.
Glup. Se acabó mi grito de auxilio. Seré una exagerada, será normal lo que mi madre me hace. Vale lo aguantaré, y en cuanto crezca correré tanto que nunca más volveré por aquí. La odio.
Así que mi angustia por lo que sufría en casa, se vió duplicada por la respuesta de aquella tierna señora que no supo entenderme, no supo ver que yo era una víctima, que necesitaba ayuda. Aquel día, esa bella señora contribuyó a mi oscuridad mental , empujándome un poco más en el tunel en el que mi madre me estaba metiendo.
No solo nuestra madre tóxica nos maltrata, la Sociedad lo hace cuando mira a otro lado.
La sociedad vueve a abusar de nosotras cuando nos juzga: «accione en su corazón el mecanismo de perdón, es su madre, le dió la vida. Una madre tendrá defectos pero es quien te trajo a este mundo.». Y que sabe quien me dice que debo perdonar a mi madre.
Pues sepa usted Sociedad, que me da igual, la odio y puedo gritarlo. Que derecho tiene ella de llamarse madre. Que derecho le da a una persona el haberme sacado de su vientre. Ojalá la naturaleza hubiera sido más selectiva e hiciera estériles a estas madres torturadoras.
Basta de hipocresías, del honrarás a tus padres. A quien tengo yo que honrar. A alguien que destrozó a su famila. A alguien que hizo miserable a mi padre, que lo apartó de su familia. Perdonar al diablo en persona. Si claro que perdono, porque pude sacar la rabia contenida durante tantos días oscuros. Pero no puedo olvidar la infancia que me robó. Los días de llanto que me hizo pasar. La imposición de creer sola, sin amigos, sin primos.
Así que Sociedad no me vengas con esos comentarios de no entiendo cómo se puede volver la cara a una madre, que te dió de comer, y te trajo al mundo. Porque me vuelves a hacer daño en lo más profundo de mi ser.
Sociedad por favor te pido que entiendas, que tengas empatía. Que entiendas que por antinatural que parezca existen madres que maltratan a sus hijos, que abusan de ellos. Los abusos no tienen porque ser solo sexuales, o de golpes. Los abusos pueden venir en forma de golpes que no dejan huella ( son artistas en saber golpear sin dejar marca), en forma de tortura emocional, en forma de tratar de enfermarte , en forma de aislamiento. Y por favor Sociedad, no hay que esperar a casos extremos donde los niños son retenidos con cadenas entre sus heces como ha habido casos durante la historia.
Entiendo que los abusos emocionales no siempre son fáciles de ver para quien no los ha sufrido, pero por favor Sociedad haz algo. Forma a tus profesores, a tus médicos para que vean esta tortura silenciosa. Educa para que puedan ver el pánico en la cara de un niño pese a que este limpio y bien alimentado.
Y por favor Sociedad, te pido que no condenes a quien dice que odia a su madre.
Está bien el odio no es bueno, no lleva a ningun sitio. Pero es el primer sentimiento que tenemos cuando somos abusadas. El perdón de la víctima hacia su maltratadora lleva tiempo. Lleva distancia, entendimiento, empatía.