Subí al estrado… entre muchas mujeres y hombres dije…yo viví esto:
“Incomunicación o silencios prolongados, omisiones chistosas, desinterés voluntario de tu pareja, olvidos graciosos, rebote sutil de culpa, exceso de responsabilidades, sarcasmo azucarado, etiquetas graciosas, apodos cariñosos, burla suave, acciones negativas tiernamente justificadas, celos románticos, caballerosidad amorosamente condicionada, critica por tu bien, sexualidad controlada, exageración de elogios a terceras personas y no a la pareja”
La dulce violencia son acciones o comportamientos directos y repetitivos de una de las partes de la pareja que se caracterizan por ser declarados o realizados sin gritar y sin usar la violencia física acompañados de matices de dulzura, amor y ternura. La combinación de una acción o palabra dulce con un mensaje negativo a la pareja es catalogada como “dulce violencia”. Las actitudes o palabras dulces son visibles pero los mensajes negativos invisibles.
Son vividos en la relación como actos normales o naturales, transferidos como una costumbre social o familiar y aceptados por la pareja quien la padece por no ser detectados como violencia física directa.
Un sello distintivo de la pareja ejecutora es ser reconocida como persona dulce y amorosa con su pareja, sin embargo; para la pareja que la padece habrá un mensaje implícito de insuficiencia y desvalorización continuo, que desestabiliza lentamente su identidad provocando ira contenida y frustración crónica.
El ciclo mortal que conlleva este tipo de dulce violencia ocasiona una dinámica familiar negativa con largas raíces profundas que no son visibles, pero si se sienten internamente a quien recibe los mensajes.
El enojo es una emoción permitida dentro de nuestro diseño original de humano, la ira cuando se contiene, se convertirá en una reacción que explota como olla exprés sin pivote. Cuando la pareja que padece la dulce violencia reacciona con ira y reclama, habitualmente es catalogada como exagerada e inestable, agregándose culpa; en cada reinicio del ciclo se agregaran más actitudes negativas que afectaran la identidad como: cansancio emocional, incertidumbre, amargura, frustración y dependencia.
Probablemente no lo habías detectado, talvez lo sentías, pero no sabias la razón o quizá te encuentras pisando ahora en este terreno, si es así; ya tienes heridas profundas y dudas de tu identidad. Los cimientos de la dulce violencia son el control y manipulación emocional con cariño.
La dulce violencia te dañara 100 a 100. Cuando te sientas identificada será doloroso y si empatizaras con quien te dice que eres exagerada, por favor¡, no lo hagas, la raíces seguirán creciendo hasta inmunizarte emocionalmente y sin darte cuenta transmitirás esta dinámica a tus hijos si los tienes.
Da un paso hacia adelante con valentía y determinación para reconocer que vives la dulce violencia. Comienza una nueva visión real y decide sanarte antes de permanecer en una relación que acabara con el amor y seguridad de ti misma.
Este articulo te dará conocimiento e impulso para comenzar a reencontrarte. Todo es tan sencillo cuando adquieres conocimiento y utilizas las herramientas correctas para iniciar el proceso de sanación.
Toma el riesgo de sentirte una mujer amada y exhortada por su pareja. El diseño original de Dios sobre las relaciones se basa en tomar nuestras fortalezas para bien y cubrir con amor nuestras debilidades para confrontarlas en pareja haciéndonos crecer mutuamente.
Si yo pude tú también puedes ¡
INVESTIGACION Y CONTENIDO POR BEATRIZ ELISA LIEVANA TORRES