“Se denomina herida narcisista todo lo que viene a disminuir la autoestima del Yo”. Andre Green, psicoanalista francés afirma “Los narcisistas son sujetos lastimados; de hecho, carenciados desde el punto de vista del narcisismo. A menudo la decepción de no haber sido amados por su madre les lleva a amarse a sí mismos”.
La herida narcisista se refiere a cualquier amenaza (ya sea real o imaginaria) que el narcisista perciba que se está haciendo a su grandioso falso yo en cualquier momento dado. Con cada herida narcisista experimentada por el ego frágil del narcisista, mostrará un impulso reflexivo hacia una ira violenta, denominada ira narcisista.
Ira narcisista
No se puede hablar de la herida narcisista sin mencionar la ira narcisista ya que son como dos caras de una moneda, están intrínsecamente unidas. La ira narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una amenaza a la autoestima de un narcisista.
La ira puede desencadenarse a partir de varias fuentes, pero el narcisista es especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o abandono, lo que garantiza la apertura de viejas heridas parentales de la infancia (es decir, experiencias infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo o vergüenza). La pérdida del suministro narcisista experimentado en la infancia se convierte en un miedo patológico y generalizado en el narcisista adulto, un temor que los hace hipervigilantes ante cualquier daño narcisista posterior. Como consecuencia, las personas con trastorno narcisista de la personalidad, están siempre en un estado vigilante contra el ataque, buscando constantemente cualquier forma de desprecio hacia ellos (real o imaginaria), y si detectan “ser atacados”, se sienten heridos y sacan su ira narcisista.
Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, el narcisista es fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona.
Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los llena de vergüenza y autodesprecio. En un intento de reconstruir su falso yo y la autoestima, recurren a su ira para restaurar su sensación de seguridad y poder.
La ira de los narcisistas se compone de dos componentes; la primera capa es rabia hacia la otra persona, mientras que la segunda capa es rabia hacia sí mismos.
La herida narcisista de tu madre
Si esto que has leído lo traspasas a tu madre quizá puedas entender sus reacciones de ira hacia ti. Ella siente su ego y autoestima atacada, y de manera inconsciente para proteger su falso ego de grandeza desata su ira. Sus fantasmas de la infancia vuelven a ella de manera inconsciente como nos explica Sigmund Freud en “Más allá del principio del placer«. En esta obra Freud señala la repetición en la transferencia analítica del trauma infantil temprano. Nos dice en su obra que de adultos, reproducimos las situaciones dolorosas que ocasionaron nuestras heridas narcisistas.
Etas situaciones dolorosas o heridas desatan la ira de tu madre por la vergüenza que le produce su verdadero yo, y por el miedo que descubran su falso ser.