¿Ha sido etiquetado como demasiado sensible? ¿Sientes que te preocupas demasiado por cómo se sienten los demás?
Eres una persona empática que se desvive por los demás, que le gusta que las demás personas se sientan bien.
La empatía nos permite interpretar las emociones que experimentan otras personas. Una`persona empática siente el dolor de otra persona como su dolor. La alegría, el miedo o la tristeza de otra persona los convierte en propios. Se pone en el lugar de la otra persona, la entiende, y trata de escucharla y ayudarla.
¿Cómo saber si eres empático?
Todos los empáticos tienden a sentir las emociones profundamente. Otras personas pueden describirlos como «muy sensibles» . Eso es porque los empáticos sienten tanto sus sentimientos como los sentimientos de los demás casi como suyos.
Los empáticos tienden a ser intuitivos. Pueden sentir si otros están teniendo un mal día antes de decir una palabra. Los empáticos tienden a ser extremadamente pacientes y buenos para escuchar. Otros suelen acudir a ellos para confiarles sus secretos. Los empáticos suelen ser compasivos y generosos con su tiempo y recursos. Si bien muchas personas aprecian esta amabilidad, algunas eligen aprovecharse de ello.
Si este es tu caso, eres una persona que le gusta atender a los demás, ser amable, pero los otros se aprovechan de ti, quédate en el video para entender los dos tipos de empáticos que existen, ya que uno de ellos nunca es inmune a las personas manipuladoras y es ahí donde tienes que llegar para que no te lastimen más por tu bondad.
¿Qué hace que alguien sea empático?
No hay un solo factor que contribuya a la personalidad empática. No nacemos siendo empáticos, sino que esta habilidad interpersonal forma parte de nuestro correcto desarrollo emocional comenzando a desarrollarse desde la más tierna infancia.
La empatía primitiva, que aparece ya desde los tres meses de edad, se desarrolla gracias a las situaciones de interacción con los adultos, facilitando la creación de vínculos afectivos intensos y privilegiados. En este sentido, la actitud y la educación emocional de los padres es fundamental para que un niño desarrolle empatía. Por ejemplo, un niño cuyos sentimientos son ignorados por sus padres, que le dicen frases como “deja de llorar”, “no te pongas así”…, aprenderá a ignorar sus sentimientos y los de los demás. Del mismo modo, un niño al que se le atiende emocionalmente (se le escucha cuando se queja, se le dan besos, caricias, etcétera) aprenderá a escuchar sus propias emociones y las de los otros, abriendo paso a los primeros pasos del desarrollo de la empatía.
Ese no sentirse validado, ese trauma infantil el trauma también juega un factor importante en la sensibilidad de una persona. La mayoría de los empáticos del tipo agotados que te voy a contar enseguida quienes son, tienen antecedentes de abuso físico o emocional. El trauma vivido, afecta la seguridad que sienten las personas en sus relaciones. También afecta la autoestima y el bienestar mental.
Pero vamos a ver los dos tipos de empáticos que existen para que reconozcas dentro de qué grupo estas tú.
Por un lado están los
Empáticos agotados
En esencia, los empáticos exhaustos están cansados de su propia empatía, creen que es casi una maldición. Dan y dan, pero reciben muy poco a cambio. No establecen límites con los demás y si lo hacen, no los implementan.
Los empáticos agotados a menudo tratan de complacer a todos. A menudo actúan de forma sumisa en todas las relaciones, incluidas las que tienen con familiares y compañeros de trabajo. Necesitan agradar a los demás, ayudar al prójimo es primordial.
Son buenos oyentes, pero parece que nadie los escucha. Quieren ayudar a otras personas, pero no reconocen que algunas personas no pueden o no quieren que las ayuden.
No es de extrañar que los empáticos agotados tiendan a tener una baja autoestima. Como resultado, tienden a permanecer en relaciones tóxicas. Suelen aferrarse al pensamiento de que su pareja o de que la otra persona cambiará si tratan de satisfacer sus necesidades. Pero claro lo que hacen nunca es suficiente para una persona narcisista y eso les frustra como es normal.
Los empáticos agotados no solo están cansados. A menudo están resentidos, aburridos o completamente apáticos con respecto a sus vidas. Pueden tener problemas de depresión o ansiedad profundas.
No entienden por qué los demás les tratan mal cuando ellos dan todo de sí mismos y más. Se entregan al 200% y no reciben casi nada.
¿Te identificas entre estos empáticos?. ¿Eres de esas personas que necesitas y quieres que todo el mundo se sienta bien, a gusto, que crees que puedes cambiar el mundo con tu actitud de siempre dar? Déjalo por aquí en los comentarios.
No hay nada malo en ser amable con los demás, nunca dejes de ser generoso. La generosidad no solo nos hace felices, sino que debiera de ser lo que mueva el mundo. Pero trata de llegar a ser un empático empoderado.
Y quienes son los
Empáticos empoderados
Los empáticos empoderados reconocen su tendencia de agradar a las personas, pero no son víctimas de sus circunstancias. Los empáticos empoderados comprenden la necesidad de establecer e identificar límites saludables. Reconocen que sus sentimientos importan. No toleran a las personas que no pueden respetar sus necesidades básicas. Esto es son ante todo empáticos consigo mismos.
Los empáticos empoderados protegen sus corazones y mentes. Valoran su integridad y han aprendido a aprovechar su sensibilidad solo para las personas que la merecen. Dan amor, pero no lo dan sin cesar ni a quien no les valora. Se aseguran de practicar el autocuidado y el amor propio.
Por estas razones, los empáticos empoderados tienden a vivir vidas serenas y satisfactorias. Saben lo importante que es rodearse de personas sanas y positivas y de cerrar la puerta a las que no lo son.
¿Cómo se pasa del agotamiento al empoderamiento?
Es posible transformarse de un empático agotado en un empático empoderado. Esta transformación requiere tiempo y esfuerzo.
Lo primero que hay que hacer es reconocer en que situación estamos, si estamos todavía con personas que abusan de nosotros o no. Desde luego si estás con una pareja narcisista eres un empático agotado seguro. Lo más probable es que hayas sacrificado tus necesidades, deseos e incluso tu identidad por la otra persona.
¿Te identificas sintiéndote agotado por dar tanto a los demás? ¿Sientes una sensación de vacío? ¿Te arrepientes por la elección de tus relaciones pasadas?
Si has respondido afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, probablemente seas un empático agotado. Es doloroso reconocerlo porque tú quieres ser una persona amable y cariñosa, pero duele saber que las personas se estén aprovechando de tu personalidad. Y todavía es mas doloroso y cuesta mas hacerse responsable de que puedes sanar y convertirte en un empático empoderado.
Por supuesto, detectar el narcisismo en otra persona no siempre es sencillo. Muchos empáticos creen que han encontrado su llama gemela en el narcisista. Pero rápidamente descubriste que era una persona manipuladora y a pesar de eso te quedaste ahí, con la esperanza de que cambie con tus muestras de amor.
El empoderamiento proviene de un lugar de aceptación y amor propio. Debes aceptar que la persona narcisista no vaya a cambiar porque eso es lo que tú quisieras.
Luego debes trabajar en tu amor propio que significa respetarse a sí mismo. Significa conocer tu valor y no conformarte con menos. Cuanto más amor propio tengas, más plena será tu vida y menos permitirás nada ni nadie que te lastime.
Tienes control sobre tu felicidad.
Sabes que necesitas hacer contacto cero con la persona narcisista, no solo apartarte, sino que además necesitas dejar de mirar sus redes sociales, seguir controlando su vida y queriendo saber qué hace o no hace, si es feliz o no, porque eso te sigue dejando atada en el mismo sitio.
Para liberarte del vínculo del trauma y poder convertirte en un empático empoderado, ante todo debes establecer contacto cero físico y emocional, pero además debes empezar a trabajar en tu reconstrucción cognitiva, esto es en lo que crees sobre ti. Debes centrarte en ti en guardar todas las energías para ti para encontrar todo tu valor.
La libertad requiere eliminar la toxicidad de tu vida. Eres compasivo, generoso y cariñoso. ¡Mereces compartir estos regalos con personas que realmente los merecen! Establece límites, y mantenlos, siéntete bien protegiéndote. Mereces una vida feliz, viendo quien eres realmente, entendiendo que ser bueno y generoso es algo maravilloso, pero que con la primera persona que debes ser buena a la primera persona que debes cuidar es a ti mismo.
