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Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo. Las graves seculas del abuso de una madre tóxica

Síndrome de Estrés Post-Traumático Complejo. Las graves seculas del abuso de una madre tóxica

El Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo es una forma más severa de desorden de estrés post-traumático. Las cinco características  que lo definen como el síndrome de un trauma son las siguientes: flashbacks emocionales, vergüenza tóxica, abandono de un@ mism@, una autocrítica interna muy dura y ansiedad social.

Síntomas comunes del Síndrome de Estrés Post-traumático Complejo en las víctimas de madres tóxicas

Es posible que l@s víctimas no los experimenten todos.

  • Flashbacks emocionales

Los flashbacks emocionales son repentinas y a veces prolongadas retrocesiones  en el tiempo, a los abrumadores estados del sentimiento de ser un(a) niñ@ abusad@/abandonad@. Estos estados suelen incluir miedo, vergüenza, alienación, ira, pena y depresión. Es importante entender que los flashbacks emocionales, como casi todo en la vida, no son una cuestión de todo o nada. Hay terapeutas que los llaman regresión.

Cuando l@s víctimas experimentan un flashback emocional, su subconsciente, que no entiende de tiempo, los retrocede a una situación de abuso/negación emocional de su infancia y les hace revivir esa escena emocionalmente en su cerebro como si no hubiese pasado el tiempo. Se sienten exactamente igual que en su infancia, en peligro e indefens@s. Síntomas de un flashback emocional son sentirse pequeñ@, indefens@ y defectuos@.

Situaciones en las que las víctimas experimentan flashbacks emocionales suelen ser, entre otras, cuando alguien les dice que han cometido un error , o se burla de ell@s, les grita o les habla sin respeto o de forma humillante, l@s critica (somos retrotraídas a la infancia cuando nuestra mae nos eigia erfeccion, humillaba…).

  • Crítica interna

Esa crítica es en realidad las voces del padre y/o madre del/de la víctima ,que están tan internalizadas que se han vuelto propias. Esta autocrítica hace que los supervivientes sean exigentes, crueles (consigo mism@s y con los demás) y poco compasiv@s. Los fantamas que nos persiguen toda nuestra vida. Esas voces que intentamos acallar.

  • Vergüenza tóxica

La vergüenza que las víctimas sienten de forma desproporcionada y por casi todo está relacionada con la culpa que durante su infancia les echaban encima con todo su peso su madre tóxica o narcisista. La vergüenza es culpa vuelta contra uno mism@. Parte de la recuperación para las víctimas consistirá en devolver esa culpa a quien corresponde: a sus padres que la implantaron en ell@s de forma injusta.

  • Autoabandono

Las víctimas no creemos en nosotras. Nos castigamos como o hizo nuestra madre con nosotras y así descuidamos el aseo personal, la apariencia física, la alimentación, el ejercicio saludable.

  • Ansiedad social

Much@s víctimas no se sienten segur@s en situaciones sociales con otras personas a las que no conocen, se sienten en peligro, en un constante estado de hipervigilancia. Por eso nos cuestan tanto las relaciones. A veces esta ansiedad hace que no nos sintamos cómodas ni saliendo de casa por miedo a los demás.

 

Este artículo está basado en el Capítulo 7 del libro “PTSD: From Surviving to Thriving”, del psicoterapeuta estadounidense Pete Walker.

 

Secuelas que nos deja una madre tóxica

Secuelas que nos deja una madre tóxica

Las secuelas que una madre tóxica deja en sus hijas son muchas y difíciles de borrar

Cuando eres criada por una madre tóxica, creces creyendo que nunca eres lo suficientemente buena. Nunca cumples las expectativas de tu madre aunque lo intentes cada día. La continua humillación, invalidación, falta de amor,… es uno de los peores maltratos infantiles que existe y nos deja a sus víctimas, hijas , con secuelas muy difíciles de superar.

La visión sobre nosotras mismas queda distorsionada ya que no nos atribuimos el valor que tenemos y merecemos.  Crecemos creyendo que no valemos, que no sabemos,…crecemos invalidadas. (invalidación) Crecer en el seno de una familia disfuncional, donde la madre es tóxica, es padecer el peor de los abusos infantiles que se pueden padecer. No presentamos signos o heridas externas visibles. Pero cuando tratamos de encontrar la explicación de lo que nos pasa, nuestra madre nos vuelve a aplastar  gaseándonos (gaslighting). Nos hará creer que estamos locas, que no sabemos lo que decimos,….. La manipulación de nuestra madre es interminable ( aquí puedes leer que tipo de técnicas de manipulación usa tu madre), y  nos deja secuelas que arrastramos de por vida.

Al conjunto de Secuelas  que una madre tóxica te deja, o los síntomas que padeces por los abusos sufridos se le llama SINDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA.

Puedes leer sobre el Síndrome de la Víctima Narcisista aquí , donde vas a encontrar todas las secuelas que puedes padecer tras los abusos sufridos tal como están detalladas en mi libro «Sobrevivir a una madre Narcisista. Cómo recuperarte de tus heridas infantiles y por fin desplegar tus alas».

Aquí paso a enumerar las más comunes:

    1. Sufres de muy baja estima: la madre tóxica solo muestra afecto cuando quiere conseguir algo.  Es exigente y nunca está satisfecha. Lo que nos deja a sus hijas sintiendo que nunca somos lo suficientemente buenas. Tu madre te ha inutilizado tanto, que no eres capaz ni de tomar una decisión por tí sola. Intentar complacer a cada momento nos genera  también depresión y ansiedad.
    2. Sientes auto aversión: sentir que nunca puedes hacer nada bien, te deja aborreciendote a tí misma. El no poder satisfacer a tu madre, que se supone te tiene que amar incondicionalmente, hace que te crees una opinión sobre tí de que no mereces amor. Lo que se puede traducir en no gustarse.
    3. Fallas en el autocuidado: no importa que aspecto tenías cuando eras joven. Siempre estabas demasiado gorda, o demasiado flaca, o fea,…. Tu madre siempre ha criticado tu aspecto. Luego para qué cuidarse. En ocasiones, nos pasamos al extremo contrario. Para tapar esos defectos que creemos tener , nos obsesiona nuestro aspecto externo.
    4. Hablas negativamente sobre tí: simplemente reflejamos lo que nos ha hecho creer nuestra madre sobre nosotras. Las críticas que ella ha vertido sobre nosotras las repetimos en alto, porque no somos capaces de ver nuestras cualidades.
    5.  Atraes parejas tóxicas que no te respetan: Toda esa desaprobación por parte de tu madre, al final te mina y te deja creyendo que no eres merecedora de amor , atención ni aprobación. Por eso al buscar pareja para calmar esas carencias, caemos en manos de seres que nos destruyen igual que lo hizo nuestra madre. Buscamos el mismo tipo de relación que con nuestra madre. Atraemos parejas con trastorno narcisista de la personalidad. Atraemos a los hombres narcisistas, porque somos dependientes, fáciles de manipular, y necesitamos satisfacerles. Somos su víctima perfecta.
    6. Sientes que tienes que esconder  quien eres realmente: desde temprana edad las hijas de madres tóxicas tenemos que pretender ser quien nuestra madre dice que somos.  Cada vez que hemos intentado ser nosotras mismas, demostrar nuestros sentimientos,  nuestra madre nos ha coartado. Nos ha recordado que no somos lo suficientemente buenas. Por esto, una vez salimos a la vida, las hijas de madres tóxicas escondemos quienes somos físicamente y emocionalmente, en el intento de mezclarnos y pasar desapercibidas. Esto nos deja vulnerables a críticas, y al hoy llamado bulliying.
    7. Saboteas tu felicidad: tanta decepción sufrida mientras crecías, que has crecido pensando que la suerte y las buenas cosas no son para tí. Tratando de protegerte de más abusos, tienes una tendencia a sabotear las cosas buenas de tu vida: si no amas no te haran dano, si no deseas algo, no te lo quitaran. Es un mecanismo de proteccion que resulta destructivo para tí.
    8. Eres extremadamente perfeccionista:  como hija de una madre tóxica intentas conseguir la perfección en todo lo que haces. Desde sacar las mejores notas, hasta ser la mejor en tu trabajo. Siempre intentas no fallar para evitar las críticas a toda costa. Intentas siempre ser el epítomo de la perfección. Y aunque la consigas, no lo sabrás ya que nunca te ves lo suficientemente buena.
    9. No valoras tus éxitos: tu madre nunca te ha permitido celebrar  tus logros o quien eres, y esa denegación la llevas a tu vida adulta. Si haces algo extraordinario, normalmente otorgas el crédito a factores externos a tu persona. Minimizando tu valía te es muy difícil creer que res capaz de hacer algo bien.
    10. Padeces ansiedad y depresión: ser criticada cada día y cada momento por todo lo que haces, ser ridiculizada por tu madre a cada ocasión te genera estrés.  El intentar complacer y nunca conseguirlo, hace que las víctimas desarrollemos ansiedad y depresión.
    11. Te preocupa ser una narcisista como tu madre:  al crecer y darte cuenta del maltrato de tu madre te preocupa que los comportamientos tóxicos de ella se hayan grabado en tí. Imitamos patrones de comportamientos. Es normal. Pero tranquila, estás aquí queriendo romper el círculo.
    12. Te cuesta mucho tomar decisiones: Tu madre siempre ha decidido por tí, siempre has hecho lo que ella ha dicho. Creces sin capacidad de decisión, de discernir si esta bien o no y necesitas la aprobación de los otros para tomar decisiones. Por eso ante diferentes situaciones preguntas a tu pareja, amigos,…. buscando aprobación. Tú no te atreves a decidir ya que temes nos acertar.
    13.  Eres fácil de manipular emocionalmente. Temerosa de la desaprobación de tu madre y de su frecuente comportamiento hiriente, tienes miedo de que todos los adultos te traten con desdén. Al crecer, ese sentimiento de miedo se transfiere hacia cualquiera con autoridad. Temes la autoridad porque has crecido con una autoridad que no ha sido justa. Pero a veces pasa, que le das demasiado poder a esa persona con autoridad al tenerle miedo. (es el caso de parejas que te tratan como lo hizo tu madre).
    14. Te cuesta establecer límites con las personas: Has crecido sin saber decir «no». Esta palabra nunca se la has podido decir a tu madre. Siempre has tenido que hacer lo que ella ha dicho y a su manera, sin poder expresar tus sentimientos.  Esto hace que crezcas siendo incapaz de decir no, aunque te esten haciendo daño. Lo que te crea además frustración y rabia hacia tí misma por no ser capaz de parar el abuso.
    15. Tienes miedo de tu madre: no importa la edad que tengas, sigues teniendo miedo de tu madre. Tienes miedo incluso a una llamada suya porque sabes que en sus palabras solo hay represalias. Su azote verbal, enturbia tu espíritu.
    16. Sigues buscando la aprobación de tu madre: probablemente sabes que nunca vas a obtenerlo, pero nunca cesas en intentarlo. La sociedad nos enseña que las madres aman a sus niños. Y tu a pesar de tu edad adulta, no puedes entender porque no puedes sentir ese sentimiento por parte de tu madre.Anhelas su aprobación, su amor pero tu sabes que eso no va a llegar.
    17.  Quieres sacarla de tu vida, pero te da miedo y te sientes confundida: cuantas veces te has dicho a tí misma » ya está, ya no puedo más, no quiero saber nada más de tí». Hay algo dentro de tí que sabe que tu madre es destructiva contigo, y a pesar de eso no puedes romper con ella.Esto es por el sentimiento de culpa, el miedo y el tira y afloja con los que has crecido. Quieres ser libre  y encontrar la paz, pero siempre tu madre termina aspirandote de uelta a ella.
    18. Tienes problemas de confianza: si no puedes confiar en tu madre, entonces de quien puedes hacerlo. Si la persona que te dio la vida y era responsable de tu bienestar, sólo te ha hecho sentir mal, cómo vas a confiar en los que no son nada tuyo y no se les supone que se deban preocupar por tí.
    19. Sientes que el mundo no es un sitio seguro: Las hijas de madres tóxicas somos miedosas, padecemos ansiedad y sentimos que el mundo y sus habitantes son una amenaza. Si no podemos confiar en nuestros padres, si tu casa no te ofrece seguridad y paz, entonces no hay lugar ni nadie en el mundo que pueda garantizarte esa seguridad.
    20.  Falta de identidad: cuando eres pequeña tu vida gira en torno a tu madre narcisista. No haces nada si ella no está presente. No estás con otras personas porque ella no lo permite , ya que es la mejor manera de manipularte. (como en la película Rapunzel). Esto hace que las víctimas de una madre narcisista, crezcamos sin saber quienes somos realmente ya que nunca se nos ha permitido pensar por nosotras mismas. Ellas, las verdugos, son quienes han decidido que era bueno y que no para nosotras, no dejándonos elección en la vida. Esto hace que aún cuando rompemos el vínculo con ella, para salir del círculo vicioso, nos cuesta encontrar nuestra dirección y sentido en la vida.
    21. Buscamos la felicidad fuera : nos pasamos la vida soñando. Nuestra infancia es tan dura, que soñamos con un futuro mejor. Buscamos una pareja que nos quiera, amigos que nos respeten,… y cuando las personas de fuera nos fallan, volvemos a caer en e agujero, cada vez mas profundo. Nunca pensamos que la felicidad está esperandonos dentro de nosotras, ya que no nos queremos. No aprendimos a hacerlo.
    22. Tenemos cambios de humor radicales: con frecuencia nuestros cambios de humos son bruscos, rozando la ciclotimia (forma leve de trastorno bipolar).
    23. Tratamos de no ver lo que tenemos delante: La disociación es un mecanismo de defensa mediante el cual evitamos ver lo que tenemos delante porque es demasiado doloroso, es como anestesiarse ante la realidad. Los procesos mentales pueden consistir en soñar despierto o, en casos más severos, en amnesia. Las actividades de entretenimiento son los videojuegos, la televisión,..
    24. Hipersensibilidad a situaciones estresantes: Todas las víctimas hemos estado sometidas a una situación de estrés y peligro continuado durante años en nuestra infancia, adolescencia y muchas durante nuestra edad adulta. Hemos sufrido cambios en nuestro sistema nervioso que nos hacen más sensibles o menos tolerantes al estrés.
    25. Ideas suicidas (activas o pasivas): Muchas víctimas de madres tóxicas,  tienen pensamientos catastróficos (no hay esperanza, ni fe, ni confianza). Nos sentimos atrapad@s en nuestras propias vidas. Esto nos lleva a tener ideas suicidas como escape mental a nuestra situación. La mayoría de ellas son pasivas, es decir, es un recurso mental para escapar de una situación dolorosa sin que llegue a tener consecuencias en la realidad. Sin embargo, sí que hay casos de víctimas que han llegado a suicidarse a causa del abuso narcisista.
    26. Sentimientos  de soledad y abandono: Muchas víctimas tienen problemas para relacionarse con los demás y aún haciéndolo, se pueden llegar a sentir muy solas aunque estén rodeadas de gente. El abandono es una herida de infancia profunda para nosotras debido a la negación severa sufrida durante años por nuestra madre. Es muy frecuente que nos sintamos abandonadas en situaciones en las que la gente “normal” no se sentiría: cuando una amiga se va a otra ciudad, empieza con una pareja, cuando no somos el objeto constante de atenciones,…
Ser hija de una madre tóxica supone padecer uno de los peores abusos infantiles que existen. Tu madre te deja secuelas casi imborrables contra las que tienes que luchar cada día.

Saber que no eres tú,  que ha sido tu madre todo este tiempo te da cierto alivio. No te culpes más. Este es el primer paso en tu recuperación, saber que no es tú culpa. Tú no eres la culpable de los comportamientos manipulativos, absorbentes y de indiferencia de tu madre hacia tí. No has hecho nunca nada malo, sólo has sido hija de una madre con trastorno narcisista de la personalidad. Todo lo contrario , hiciste todo lo que pudiste para satisfacerla y nunca fue suficiente.

Es  hora de que te quieras  y estés con personas que te puedan dar el amor incondicional que tu madre nunca ha sabido darte.

Estas heridas que te acompañan aun en tu edad adulta y aunque estes separada de tu madre,  las tienes que hacer frente para no seguir repitiendo la historia. Porque si miras para atrás, seguro que la madre de tu madre es o fue también una madre toxica-narcisista. Y al final , tu madre,  la víctima que no pudo ni supo hacer frente a su progenitora para acabar con el maltrato.

¿Tú vas a continuarlo o vas a pararlo?. Recuerda que tienes derecho a equivocarte a repetir patrones ya que no es fácil . Hay que volver a aprender a vivir y a reprogramar el cerebro. Pero se puede. Se puede ser libre y feliz.

Abuso emocional. Un maltrato oculto que destroza infancias

Abuso emocional. Un maltrato oculto que destroza infancias

Se habla mucho sobre el abuso infantil. Cuando escuchamos en los medios hablar de abuso, siempre pensamos en el uso de la fuerza o en una agresion sexual. Pero el abuso emocional o psicológico esta ahí, oculto porque se calla y no se ve. Sin embargo el abuso emocional destroza infancias y crea adultos rotos.

Esta lleno de asociaciones para denunciar el abuso infantil y proteger a los niños de él. Se habla mucho de ello en los medios. Incluso se relaciona el abuso infantil con la violencia de género.
Pero la OMS no solo contempla el abuso sexual como la única manera de denigrar, causar daños a la salud y a la dignidad de un menor.
Segun la OMS:   los estudios internacionales revelan que una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños y 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención. 

El abuso emocional causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:

  • actos de violencia (como víctimas o perpetradores);
  • depresión;
  • consumo de tabaco;
  • obesidad;
  • comportamientos sexuales de alto riesgo;
  • embarazos no deseados;
  • consumo indebido de alcohol y drogas.
No creeis que tantas y tantas víctimas que permanecemos ocultas primero por falta de comprensión por parte de la sociedad y las instituciones, y por miedo a ser señaladas, nos merecemos un poco, que la gente sepa la verdad de nuestras verdugas.

Si ya se que no suena bien hablar mal de una madre, que parece que por el mero hecho de serlo debe ser buena. Pero no todas los son.

Algunas nos causan heridas no visibles por la sociedad que nos marcan para toda la vida. Heridas en forma de miedo, depresión, enfermedades físicas, violencia.
Por que no desenmascarar a estas madres que son crea monstruos. Estas madres que nos pegan, humillan, aislan, insultan,… y cuyas víctimas a veces no consiguen manejar su dolor y terminan inflingiendo el dolor sufrido a otros seres generando nuevas víctimas. Y no lo digo yo. No soy yo quien dice que estas madres que abusan y maltratan a sus hijos, crean monstruos que violan, pegan y asesinan. Lo asesinan. Lo dicen unos psicólogos de la Universidad de Salamanca que llegaron a esa conclusión tras años de estudios, de sentencias, hablar con estos criminales,….
Los que somos más fuertes y luchamos por no repetir patrones, los llamados hijos chivos expiatorios, sufrimos también las consecuencias del abuso emocional sufrido durante nuestra infancia y nuestra adolescencia. Tanto dolor reprimido, lo expresamos mediante complejos, sintomas neuróticos (ansiedades, depresiones, adicciones, trastornos alimentarios y de personalidad, autoagresiones,….)
Por favor ayudarme a hablar abiertamente del abuso emocional de esas madres con trastorno narcisita de la personalidad nos imponen. Hay muchas personas, mayoritariamente mujeres, que sufren porque primero las destrozó su propia madre , quizá también su psicólogo, ya que en este país tienden a decirte que hables con tu madre, que intentes entenderla y perdonarla, y además del abuso silencioso, sufrimos la humillación de no poder en ningún sitio denunciar ni hablar de que nuestro verdugo , nuestra propia madre.
Por favor ayudarme. El único abuso infantil, no es el sexual, y los únicos abusadores no son solo los hombres. En , muchos casos son nuestras madres las abusadoras y maltratadoras.
La Bulimia, falta de afecto de nuestra madre

La Bulimia, falta de afecto de nuestra madre

Las hijas de madres tóxicas, crecemos con falta de afecto y un gran vacío emocional. A veces es frecuente que cubramos ese vacío con la comida. De aquí muchos desordenes alimentarios como la bulimia.

De alguna manera necesitamos acallar nuestros demonios, llenar el enorme vacío que sentimos, y la comida nos ayuda a calmar la ansiedad que nos causa el ser continuamente humilladas y maltratadas por nuestra madre.

La comida empieza a ser nuestra cura emocional. Empezamos lentamente con un trastorno que aunque al principio parece nos cubre el agujero negro en el que vivimos, a la larga nos mata lentamente.

La bulimia te mata a cachitos y te deja vivir otros.  Engullir todo de golpe, tapa nuestra tristeza, nuestro vacío. Pero cuando te purgas y quieres sacar todo de tí, lo mismo que sacarías a tu madre de tu vida, te sumerge en una gran resaca. La rabia, la frustración, la vergüenza, la impotencia que sientes después de purgarte también te matan. El vacío emocional es  cubierto de golpe, como una fuerte ráfaga de viento. Y el vómito vuelve a traer todo nuestro dolor y vacío. El torbellino de emociones que vives en el corto espacio de tiempo que dura el ataque bulímico te deja agotada. Y sólo quieres esconderte, dormir. Tu sola te encierras ahora en el agujero negro.

Te levantas, sigues con tu vida normal. O al menos eso tratas. Pero cuando tu madre vuelve a abusar de tí, te vuelve a humillar, caes de nuevo en la comida. En ese bocado que engulles con tanta necesidad como la de un abrazo. Pero una vez que te das cuenta que la comida no te abraza y te hace sentir mal, quieres sacártela toda de tí. Y otra vez viene la tortura del vómito. Del querer escupir tu odio. Esta vez hacia tí, no hacia tu madre.

Es un suicidio lento. Un hacerse daño continuo. Odiarte. Un ser tu propio monstruo. Ya no es solamente tu madre la que te maltrata. Ahora tú eres el gran monstruo.

Que es la Bulimia

“Los desórdenes alimentarios son una manifestación de la guerra de deseos que existe en el vínculo madre-hija –explica la terapeuta Laura Gutman, autora de “La revolución de las madres”–.

Bulimia

La bulimia es una enfermedad compulsiva.

Las personas que la padecen tienen una necesidad incontrolable de absorber alimento en gran cantidad. Se come en exceso para cubrir la falta de amor y afecto.  Con la comida intentas colmar un profundo vacío interior, que quieres llenar  a toda costa. Cuando sufres de esta enfermedad, utilizas diferentes medios para intentar compensar los atracones: la provocación del vómito, el uso excesivo de laxantes o de diuréticos, el ayuno y ejercicio físico muy intenso.

Quienes padecen de bulimia tienen una gran necesidad de ser amadas y recibir “alimento emocional”. Hay una sensación de vacío que se intenta llenar desesperadamente. Alimento físico = alimento emocional.

La persona bulímica también puede buscar protección. Y para ello , come, porque comida es igual a madre, “…tomo la comida que no me da mi madre…”.

Las hijas que hemos crecido en el seno de una familia disfuncional, gobernada por una madre tóxica o con trastorno narcisista de la personalidad, tendemos a padecer esta enfermedad para cubrir el gran vacío emocional que sentimos.

La bulimia es una pérdida del control, por lo tanto, es lógico suponer que la persona afectada se reprimió demasiado de querer y aceptar a su madre, y sobre todo de aceptar a la mujer que hay en su madre.

Si la bulimia ha sido o es parte de tu vida y tu madre es tóxica, unete a nuestra pagina y grupo de facebook, donde encontraros apoyo y la comprensión de otras que han sufrido o estan sufriendo lo mismo.

 

Ley del hielo, el castigo del silencio. Otro maltrato psicológico de las madres tóxicas

Ley del hielo, el castigo del silencio. Otro maltrato psicológico de las madres tóxicas

Se le llama ley del hielo a ese conjunto de comportamientos que tienen por objetivo ignorar al otro.
El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad”.
-William Shakespeare-
El tratamiento de silencio, o ley de hielo, es una forma de abuso psicológico encubierta .Un intento por controlar y vejar a los demás. De esta manera, constituye un comportamiento nocivo y tóxico que puede causar diversos y graves efectos en el otro.
Quien no ha sufrido semejante dolor que se te rompe el alma porque tu madre tóxica o pareja, han decidido ignorarte para hacerte daño, no lo puede entender. Que quién supuetamente te quiere o debiera de hacerlo, te castigue con frialdad, sin dirigirte la palabra te rompe por dentro.

Secuelas de la ley del hielo

¿Por qué es tan nocivo el tipo de comportamientos asociados a “la ley del hielo”? Que tipo de secuelas nos deja el que nuestra madre o nuestra pareja nos ignore?

  • Causa estrés emocional y traumas: El hecho de ignorar a alguien puede llegar a hacer que el otro experimente sentimientos negativos muy intensos de devaluación e incomprensión al no saber interpretar el porqué de ese silencio.

Cuando eres niño no puedes comprender el porque de este comportamiento. Te preguntas a cada momento que has hecho para merecer semejante castigo. Habrá sido algo realmente malo, pero no lo recuerdas. Te torturas, porque no eres capaz de encontrar una explicación al silencio.

Cuando tienes una pareja te torturas, porque tratas de buscar qué has hecho para que tu amor te ignore. Intentas hallar la razón de su frialdad y eso te destroza.

 

  • Sentimientos de tristeza y/o depresión:Estos sentimientos de tristeza y, en algunos casos, de depresión se comienzan a desarrollar y experimentar por el hecho de que cuando ignoras a una persona estas de una forma disfrazada y encubierta acusándola de manera implícita y directa. Y de este modo se torna, a su vez, en una forma enfermiza o tóxica de afrontar un conflicto que no permite el flujo de la comunicación.
  • Sentimientos de ira, miedo y culpa:Estos sentimientos tienen como consecuencia la angustia al no conocer a qué se debe la situación o qué se está haciendo mal por parte del otro. Además el no ser tenido en cuenta se experimenta una sensación de pérdida de control, sentimientos de indefensión aprendida y un fuerte estrés que deriva en una merma de la salud tanto física como psíquica.
  • Estrés psicológico: La falta de comunicación por parte de la persona narcisista que se supone debiera amarte, no sólo te destruye el sentido de la autoestima y el sentido de la propia valía, sino que también hace que tus niveles de estrés aumenten, lo que deriva en tristeza, pérdida, extravío, y abandono. Con el castigo del silencio, la víctima llega a sentir que no tiene control de la situación.
  • Angustia.  Quien padece el silencio, la víctima, no termina de saber qué está haciendo mal o por qué exactamente se le trata de este modo. Experimenta la situación como si hubiera perdido el control y esto origina un fuerte estrés. De ahí que se le considere una forma de abuso en la que no hay gritos, ni golpes, pero sí mucha violencia.
Que consigue la persona tóxica aplicándote la Ley del Hielo o  un Tratamiento de Silencio?
  • Con el silencio o ignorándote, pretende anularte y herirte:

El silencio es una forma de mostrar poder y herirte. La persona abusadora, con el tratamiento silencioso pretende provocar que admitas que cometiste una ofensa y te disculpes. Pero, como no sabes cuál es la ofensa, no puedes disculparte.

  • El silencio manipula y castiga:

El enojo expresado indirectamente de manera pasivo-agresiva provoca una alta irritabilidad y una actitud manipulativa que confunde y enerva al otro.

  • El silencio pretende controlar y es una forma de abuso:

El poder del silencio es muy grande y agresivo, ya que, genera culpa, duda en las percepciones, defensividad y deseos de huir de la situación. Con este castigo frío, la persona abusadora nos manda el mensaje de que no somos importantes, valiosos o merecedores de atención.

La Ley de Hielo, se considera una forma de abuso en la que no hay gritos, ni golpes, pero sí mucha violencia.
La manzana roja brillante con un gusano dentro. Así es la familia disfuncional

La manzana roja brillante con un gusano dentro. Así es la familia disfuncional

Por fuera brillante y perfecta, por dentro podrida. Así como la manzana de Blancanieves,  es la familia disfuncional donde reina una Madre Tóxica. ( sí en caso de Padres Toxicos, el sufrimiento es el mismo).

La madre tóxica cuida las apariencias. Su casa será limpia, elegante y llena de cosas caras (la decorará con el máximo que su bolsillo permita). Todo para mostrar que tiene una familia perfecta.

¿La verdad? es que en esa casa de cristal vive un grupo de personas desconectadas, que no saben como conectarse emocionalmente.

La casa podrá estar llena de buenos muebles, los niños aparecerán como bien cuidados, la calefacción no faltará. Pero será una casa fría, donde no cohabita el verdadero amor y la empatía es desconocida.

En la casa donde gobierna una madre o padre tóxico, se sentarán todos a la mesa alrededor de una buena comida. Pero no existirá una conversación real, donde los que se sientan en la aparentes sillas se preocupen por las verdaderas emociones de los integrantes del grupo que comparte las viandas. Alrededor de esa mesa, las conversaciones son vacías, y no se practica la empatía por  los fracasos de los miembros del grupo. Solo se celebran los éxitos que les hace verse «importantes» fuera, al otro lado de la puerta. El verdadero halago por los logros de los hijos nunca llega. Las conversaciones en la mayoría de las ocasiones giran alrededor de otras personas. El hablar de otros de manera periorativa, les ayuda a estar a ellos arriba. Lo que critican, es de lo que carecen.

Al otro lado de la puerta nadie ve la oscuridad en la que crecemos los hijos de este tipo de familias disfuncionales. Nadie se percata de nuestras verdaderas heridas, que son las del corazón. Y supongo que si los de fuera ven a la verdadera bruja, no pueden hacer mucho.

En mi caso, todo en casa era aparentemente perfecto. A mi me vestía más que bien. Tenía que ser mas que los demás. Pero la pudredumbre de casa en más de una ocasion se le escapo para afuera. Cuando creía estar con aliados, podia ser ella y soltar sus lindezas delante de ellos. Asi un tirón de orejas, una bofetada o un insulto los justificaba. Yo necesitaba correción. Se vanagloriaba de ese poder que ejercía sobre mi, de lo buena madre que era porque lo hacía por mi bien.

La madre tóxica se encarga bien de presentar una manzana perfecta. Los gusanos, que somos los hijos abusados, el marido anulado, los gritos, la falta de cariño y amor, los esconde. Y su trastorno de la personalidad lo entierra, sienndo una actirz fría, calculaora y perfecta.

Cómo los demás no lo ven, es algo que para la hija abusada es difícil de entender. Cómo no ven a la verdadera bruja que es? Cómo no me miran a mí que estoy sufriendo? Esta incompresion y ceguera por parte de la sociedad, acrecenta el dolor de las víctimas.

Más sobre la familia disfuncional aquí.

 

 

 

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