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Tipos de madres tóxicas o narcisistas

Tipos de madres tóxicas o narcisistas

La madre tóxica es esa madre desnaturalizada que pone sus necesidades por delante de las de sus hijos. No escatima en utilizar cualquier técnica de manipulación para conseguirlo.

Pero no todas son iguales, algunas cumplen con diferentes definiciones de tipos. Vamos a ver cómo son:

Tipos de madres tóxicas

  • Envolventes o absorbentes: no tienen ni ven límites entre ellas y sus hijas. Intentan dictar y controlar todos los aspectos de la vida de su hijas desde qué ponerse, qué decir, qué pensar. Son sobreprotectoras, manipuladoras y meten sus narices en todo . Quieren que sus hijos hagan siempre lo que ellas desean y a su manera. De no hacer lo que dicen y como lo dicen sacan su ira. Piensan que tienen derecho a intervenir en sus vidas aunque  vivan fuera del hogar y hayan creado su propia familia. Dan la imagen de madre de entrega y amor total hacia sus hijos. No les importa lo que sus hijos sientan o piensen. Todo gira en torno a sus propios deseos necesidades y la imagen que muestran a la sociedad.
  • Psicosomática: es aquella que usa las enfermedades, achaques y dolores para manipular a sus hijos y salirse con la suya. Con sus continuos achaques busca que le presten continua atención. Se trata de un abuso emocional que la madre inflige a sus hijos.  A través de sus enfermedades, reales, supuestas o creadas en su mente, lo que busca es el absoluto control de su hija o hijo. Si la hija no responde a las demandas, la madre se hace la víctima poniéndose más enferma, sufriendo una crisis relacionada con la enfermedad  o montando en cólera acusándole de que no se ocupa de ella como debiera. Todas las tretas son pocas para redirigir la atención de la hija y hacerle sentir culpable. (puedes leer más sobre este tipo aquí).
  • Negligentes: son las madres que no tienen ningún interés en sus hijos. No se ocupan ni de las necesidades básicas de los mismos.  Suelen ser adictas a sustancias (alcohol o drogas) o  aquellas que son excesivamente débiles y dependientes (madres con depresión,…) que terminan siendo ellas las que tienes que ser cuidadas por sus hijos. Normalmente son más fáciles de detectar incluso por servicios sociales al no hacerse cargo de las necesidades básicas de los hijos.
  • Instrumental: según David Elkind, (1991) el «narcisismo instrumental» es un síndrome que a menudo se manifiesta por narcisistas parentales encubiertos o hipervigilantes. Estas madre invierten toda su energía en sus hijos en un intento de crear un genio o una obra maestra. Ellas se ven a sí mismas como menos que sus hijos , por lo que tratan de elevar su autoestima y estatus a través de los logros de sus hijos. Aunque estas madres pueden ser bastante tímidas, seguirán impulsando a sus hijos a la luz pública para brillar en su nombre. Si el el niño es criticado o herido de alguna manera, estos madres sentirán vergüenza y humillación en respuesta. Son incapaces de discernir la experiencia del niño de la suya.

Da igual en que tipo encaja tu madre, o si cumple incluso con todas las descripciones. Lo duro es que estas madres no dejan que sus hijos crezcan emocionalmente. Te destrozan la infancia y la adolescencia creando adultos rotos que tenemos que sobrevivir con heridas emocionales (ansiedad, miedo, baja estima, hipervigilancia,…) que nos dificulta tomar decisiones adecuadas en la vida y nos hace que en la vida nos cueste casi hasta respirar.

Pero si tu caso es el haber tenido una madre castradora, decirte que hay vida después de ella. Puedes conseguir una reestructuración cognitiva para que los fantasmas del pasado dejen de visitarte y tener una vida sana y feliz. Y lo más importante: puedes encontrarte a ti misma, a esa mujer que tu madre nunca dejo ser.

Camina, no pares hasta sanar, y encuentra la mujer maravillosa que llevas dentro. Déjala volar.

Compartimentalización. Mecanismo de defensa  tras el abuso narcisista

Compartimentalización. Mecanismo de defensa tras el abuso narcisista

La compartimentalización es un mecanismo de defensa que como víctima del abuso narcisista empleas para defenderte de las emociones o pensamientos que te producen ansiedad o disminuyen tu autoestima.

La compartimentalización es el proceso mental de mantener las cosas separadas para evitar sentimientos desagradables. Es un mecanismo de defensa psicológica inconsciente que nuestras mentes utilizan para lidiar con puntos de vista internos conflictivos.

Cuando un individuo compartimentaliza sostiene dos o más ideas, actitudes o comportamientos que están esencialmente en conflicto sin reconocer la contradicción entre ellas.  

Tú como víctima de los abusos de tu madre o pareja, compartimentalizas. Es como que guardas en un cajón aparte ciertos sentimientos para que no te hagan daño y puedas seguir viviendo.

Separar mentalmente aspectos de nuestras vidas puede darte apariencia de armonía, ya que alivia temporalmente la tensión . Pero en realidad esa supuesta consistencia es a menudo falsa o incluso dañina para ti.

La compartimentalización es algo habitual entre las personas con adicciones. La persona que lucha contra la adicción generalmente tiene una gran evidencia de cómo el alcohol o las drogas están dañando su vida. Sin embargo, seguirá considerando estas sustancias como soluciones a sus problemas, en lugar de la causa. Estas dos creencias están en contradicción directa, y el deseo de aliviar la tensión mental les lleva a culpar de sus problemas a otros factores no relacionados con el abuso de sustancias.

En tu caso, víctima del abuso psicológico por parte de tu madre tóxica, te ocurre lo mismo en tu mente.

Te enfocas en las partes positivas de la relación con tu madre, separándolas de las partes abusivas e ignorándolas.

Te quedas con el «me ha comprado algo, me ha pagado los estudios, …» y metes es en el cajón del no me afecta «nunca he recibido un abrazo suyo, nunca me ha dicho que hago nada bien, sus insultos, sus no sirves, no vales…» Este tratar de que lo malo no te haga daño, te sigue destruyendo y manteniéndote “enganchada” a tu madre aún si te has separado de ella.

 

Perspecticidio.  Lavado de Cerebro

Perspecticidio. Lavado de Cerebro

El perspecticidio es  una de las técnicas de manipulación más peligrosas ya que consiste en cambiar la manera que la víctima tiene de percibirse.

Evan Stark,  investigador y profesor en la Universidad Rutgers, fue el primero en utilizar el término “perspecticidio” en 2007 en su libro “Control Coercitivo” .

La palabra “perspecticidio” se ha utilizado para hacer referencia al lavado de cerebro al que se sometían los prisioneros de guerra y su uso se está extendiendo en la psicología para hacer referencia al lavado de cerebro de una persona abusadora a su víctima.

El objetivo del perspecticidio es lograr una pérdida total de identidad en la víctima. El narcisista no quiere que pienses por ti misma, tratará como sea de borrar tu identidad.

El perspecticidio siempre implica una relación abusiva, de control y/o manipulación, de manera que con el paso del tiempo el narcisista cambia la forma de pensar y verse de su víctima.

Así el abusador narcisista termina definiendo tu mundo. El narcisista define qué es el amor, cómo debe de ser la relación contigo e incluso cómo debes de pensar o vestir.

Ejemplos de perspicticidio más comunes son:

– Decidir cómo la víctima debe invertir su tiempo.

– Control obsesivo sobre cada detalle cotidiano.

– Fijar los términos de la relación. El narcisista somete a su víctima imponiendo sus reglas y su visión de cómo debe ser la relación.

– Cambio del autoconcepto. El narcisista se asegura de “robarle” a la víctima el autoconcepto , colocando el suyo en su lugar. De esta manera, la percepción de la víctima cambia, quien comienza a verse con los ojos de la otra persona.

El narcisista decide sobre su víctima, cómo tiene que vestirse, qué trabajo ha de tener o cómo tiene que comportarse.

En definitiva tu madre te ha dicho qué hacer, qúe decir y pensar, cómo debes vestirte, qué debes opinar, qué debes estudiar, …. hasta el punto que no sabes quien eres. Ha borrado, o más bien no ha dejado que tengas una identidad propia.

Con el perspecticidio, tú, la víctima pierdes tu propia identidad. “Yo decido qué haces y cuando lo haces”, ¿te suena?

Y cómo encontrar a esa mujer que tu madre reprimió

Las heridas emocionales que nos quedan a las víctimas son muchas y conforman el SÍNDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA (puedes encontrar aquí las 23 heridas emocionales). Pero ahora que has descubierto que tu madre no te ha tratado cómo debiera, está en ti pelear por ser una SUPERVIVIENTE.
Has dado el primer paso, abrir los ojos a la realidad de lo ocurrido. Eso duele, pero te aseguro que puedes sanar y vivir una vida sin miedos. Creyendo en ti.
Solo tienes que reconocer primero tus heridas ( no podemos curar lo que no conocemos), entender que eres adicta a tus emociones, para poder con un cambio cognitivo empoderarte y encontrar a esa mujer fuerte y maravillosa que tu madre no dejó aflorar.

NO DEJES NUNCA DE LUCHAR HASTA ENCONTRARTE Y SER FELIZ

Cómo maltrata una madre narcisista

Cómo maltrata una madre narcisista

Debes de reconocer como maltrata una madre narcisista para confirmar que has sido abusada por ella y no culpabilizarte más.

Para mantenerte bajo su control, tu madre ha utilizado diferentes técnicas que te voy a pasar a enumerar a continuación. Las puedes encontrar detalladas en mi libro «Sobrevivir a una madre Narcisista. Cómo recuperarte de tus heridas infantiles y desplegar por fin tus alas».

Una vez más puede que tu madre no haya utilizado todas contigo, y puede que haya utilizado diferentes técnicas al mismo tiempo. Las madres tóxicas son bastante predecibles y tienen unos patrones de actuación muy similares unas de otras. Pero son personas únicas y no todas utilizan las mismas armas de tortura. Las irás reconociendo según las vayas descubriendo.

Técnicas que utiliza la madre tóxica para mantenerte bajo su control

  1. Infantilización
  2. Invalidación
  3. Gaslighting, la asfixia emocional
  4. No respeta tus límites personales
  5. Practica la triangulación
  6. Mina tus logros
  7. Utiliza un padre permisivo
  8. Practica la proyección
  9. Deflexión
  10. Intimidación. Te genera miedo
  11. Culpabilizar
  12. Síndrome de Munchausen por poderes
  13. Ley del hielo o Tratamiento de silencio
  14. Rechazo
  15. Explotación y violencia física
  16. Practica el Hoovering, trata de aspirarte
  17. Victimismo
  18. Venganza persecutoria, o acoso

Reconocer cómo te ha maltratado tu madre está bien porque sirve para abrir los ojos y confirmar que has sido maltratada. Pero no olvides que lo más importante eres tú, la víctima. Debes enfocarte en reconocer tus heridas emocionales que repites a pesar de la distancia o el tiempo y afrontarlas. Sabiendo que sigues repitiendo tus patrones emocionales, porque repites tu trauma infantil (transferencia del trauma de Freud), y entendiendo que lo haces porque eres adicta a tus emociones podrás sanar para por fin ser la mujer fuerte que eres y que nunca tu madre te ayudó a ver.

Ira Narcisista

Ira Narcisista

La ira narcisista, es la combinación de necesidades insatisfechas en las primeras etapas del desarrollo, junto con un entorno invalidante y un temperamento altamente sensible. Es una expresión primitiva, emocionalmente inmadura, de necesidades frustradas e invalidación (real o percibida) .

La ira narcisista no es una reacción al estrés del a persona tóxica, sino una reacción al temor subyacente de no satisfacer sus necesidades, no obtener su suplemento narcisista. Un temor tan grande que perdurará incluso después de que la amenaza desaparezca ( como expresa Sam Vaknin en su libro “Narcissism Revisited”).

La persona narcisista, está constantemente atenta a desaires, insultos, críticas o desacuerdos (reales o imaginarios), que experimenta como un rechazo y humillación y le hacen montar en cólera. La persona narcisista justifica sus reacciones de ira ya que cree que le provocan. Su distorsión cognitiva, o percepción errónea de la realidad, le hace ver que los demás le atacan de manera intencional. Su respuesta es una ira descontrolada.

La ira narcisista resulta incoherente para el que la padece

Por eso para la persona que sufre el abuso, su ira le resulta incoherente. Durante la ira, son propensas a gritar, distorsionar hechos y hacer acusaciones infundadas con malicia punitiva y llena de odio. La ira suele ser de corta duración, pero puede causar problemas devastadores para la persona a la que la dirige la abusadora.

Desafortunadamente, cuando los narcisistas se enfurecen, violan los derechos y la confianza de los demás

Confundidos y molestos, el objeto de su amor comienza a alejarse de ellos. Esto los pone aún más furiosos porque toda su identidad requiere atención para poder sobrevivir. La ira los deja sintiéndose más perdidos, culpables y sin valor.

La ira narcisista de tu madre te produce miedo

Su ira te asusta, y ella al ver el miedo en ti hace que se sienta que ha ganado, le hace aún más poderosa y en control de la situación. Su ira cubre sus distorsiones cognitivas, su desarrollo emocional detenido, su pensamiento blanco y negro, su falso yo, su grandiosidad, su necesidad de atención (incluso si es negativa), su necesidad de tener razón y su falta de empatía.

En resumen, la “ira” narcisista de tu madre tóxica, le sirve para defenderse de su mundo hostil, y hace que tu te alejes cada vez más.

No se puede hablar de la ira narcisista sin mencionar la herida narcisista ya que son como dos caras de una moneda

Están intrínsecamente unidas. La ira narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una amenaza a la autoestima de un narcisista.

La ira puede desencadenarse a partir de varias fuentes, pero el narcisista es especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o abandono, lo que garantiza la apertura de viejas heridas parentales de la infancia (es decir, experiencias infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo o vergüenza).

La pérdida del suministro narcisista experimentado en la infancia se convierte en un miedo patológico y generalizado en el narcisista adulto, un temor que los hace hipervigilantes ante cualquier daño narcisista posterior. Como consecuencia, las personas con trastorno narcisista de la personalidad, están siempre en un estado de vigilancia contra el ataque, buscando constantemente cualquier forma de desprecio hacia ellos (real o imaginaria), y si detectan “ser atacados”, sacan su ira narcisista. 

Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, el narcisista es fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona.

Además de tener un ego frágil, también sufren de un ego inflado. Se perciben a sí mismos como una especie de genio superior que les da derecho a un tratamiento especial donde sea que vayan. También tienen una profunda convicción de que la mayoría de las personas son inferiores a ellos, que están celosas o les tienen envidia. Perciben que estas personas inferiores están decididas a «derribarlos», por lo que deben estar alertas en todo momento para protegerse de tal ataque.

Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los llena de vergüenza y autodesprecio. En un intento de reconstruir su falso yo y la autoestima, recurren a su ira para restaurar su sensación de seguridad y poder. La ira de los narcisistas se compone de dos componentes; la primera capa es rabia hacia la otra persona, mientras que la segunda capa es rabia hacia sí mismos.

La herida narcisista de tu madre

Si esto que has leído lo traspasas a tu madre quizá puedas entender sus reacciones. Ella siente su ego y autoestima atacada, y de manera inconsciente para proteger su falso ego de grandeza desata su ira.

Sus fantasmas de la infancia vuelven a ella de manera inconsciente como nos explica Sigmund Freud en “Más allá del principio del placer». En esta obra Freud señala la repetición en la transferencia analítica del trauma infantil temprano. Nos dice en su obra que de adultos, reproducimos las situaciones dolorosas que ocasionaron nuestras heridas narcisistas.

Estas situaciones dolorosas o heridas desatan la ira de tu madre por la vergüenza que le produce su verdadero yo, y por el miedo que descubran su falso ser.

Comprender este proceso te a va servir para entender tu propia herida narcisista.

Porque no olvides que tu también te has protegido de la baja autoestima que han creado los abusos de tu madre, con la mismas herramientas que ha usado ella para cubrir sus propias heridas o miserias.

No olvides que tus heridas y rasgos tóxicos los puedes superar y dejar atrás para siempre y cuando los reconoces, entiendes que eres adicta a ellos. Sabiendo que siempre puedes modificar la adicción de la química de tus emociones aplicando el Método RAN©.

 

 

Vínculo Traumático

Vínculo Traumático

El vínculo traumático es esa unión que impide desplegues tus alas y te alejes de la persona abusadora, de tu verdugo. El primer síntoma del Síndrome de la Víctima Narcisista Es esa unión fuerte pero destructiva con tu abusadora que se basa en el desequilibrio del poder y la intermitencia en el maltrato.

A las hijas de madres tóxicas, como a cualquier persona atrapada en una relación tóxica, nos cuesta romper el vínculo con nuestra madre tóxica, la persona narcisista, a pesar de que veamos claramente que nos hace daño. No sabemos por qué no nos alejamos de ella, no lo entendemos, y eso nos tortura aún más.

Hay mucha gente que te dice aléjate de quien te maltrata, de quien no dibuja una sonrisa en tu boca.

Pero cuando tu maltratadora es tu madre, no es tan fácil romper el vínculo. Las cadenas que te atan a tu madre son más fuertes de lo que crees, y por eso es tan difícil alejarse de ella. El vínculo emocional que tienes con tu madre es muy difícil de romper.

Como nace ese vínculo traumático con tu madre

Cuando nace un bebé, se vincula automáticamente con su cuidadora. Se une a ella por el instinto de seguridad y supervivencia. Es un mecanismo de defensa para evitar ser aniquilado. El niño se une o vincula, con su madre para poder sobrevivir.

Este vínculo con tu madre es más grande que el que puedas desarrollar con cualquier otra persona narcisista que se cruce en tu vida, porque nació como un vínculo de superviviencia.

Un niño criado por una madre tóxica, no conoce otra cosa, es lo que ve, con lo que vive. Simplemente intenta conseguir el amor y la aprobación que tanto necesita y desea. Y se esfuerza mucho por conseguir las migajas de amor que le da su madre. Desde muy pequeño aprende a culparse de las deficiencias de su madre. Si solo fuera más inteligente, mejor educado, más listo, más divertido, más guapo,…..

El niño por lo tanto crece creyendo ser el defectuoso. Incluso cuando las cosas parecen estar bien, el niño no tiene dudas de que la calma durará poco y que, en cualquier momento, la madre tóxica volverá a su estado agresivo y frío y el volverá a sentirse infeliz y enojado.

Por lo tanto, el niño hace todo lo posible para mantenerla feliz. Se vuelve hipervigilante en el más alto grado. Mantener a mamá feliz es lo más seguro y por ello cumple con lo que sea necesario que le imponga la madre. El niño vive con miedo constante y sometimiento absoluto a su progenitora.

Esto se da cuando las cosas van bien, pero como sabes por tu experiencia, el verdadero terror lo vive el niño cuando la madre tóxica saca a relucir su frustración, su ira narcisista . Entonces el niño ya no solo tiene el dolor emocional de una madre fría, distante y carente de amor. También tiene a la madre enfurecida, madre que reprime su personalidad, quitándole todo lo que ama o disfruta. Si mamá no se siente bien nadie en casa lo hará.

Me imagino que te sientes identificada con esto que acabo de explicar.

Como niña no has podido huir de este vínculo, has sido prisionera de tu propia infancia. Por eso el vínculo traumático con una madre es más fuerte y difícil de romper que con una pareja. Depender de tu madre para tu supervivencia es lo que ha hecho que nunca hayas podido romper las cadenas que te atan a ella.

Psicológicamente puede ser parecido a ser un rehén en una zona de guerra insegura durante muchos años. La supervivencia puede ser, y por lo general es, una preocupación muy real. Crecer bajo la constante amenaza de abuso físico, emocional, sexual, psicológico, mental y espiritual, mezclado con la amabilidad ocasional, proporciona el comportamiento intermitente requerido para desarrollar el síndrome de Estocolmo o la vinculación traumática.

Como hija de una madre tóxica, percibes que no hay escapatoria y aprendes a vivir en modo supervivencia,

recurriendo a la disonancia cognitiva (otro síntoma del Síndrome de la Víctima Narcisista), o autoengaño para sobrevivir los abusos. La disonancia cognitiva, autoengañarse, te reduce estrés, lo que fortalece el vínculo con tu abusadora hasta el punto de llegar a defenderla.

Con el sentido del yo erosionado o disminuido, y aislada de otras personas, te apegas con fuerza a tu maltratadora en busca de un poco de amor, de un poco de validación, de ese gesto amable que te devuelva tu identidad personal, que te diga que no eres una persona tan inadecuada como estás empezando a creer, sino alguien valiosa y digna de amor y respeto.

Los gestos “buenos” ocasionales de tu madre, te han arrastrado a una situación de abuso crónico y a una dependencia emocional de ella, tu abusadora.

Vínculo Traumático es la gran cadena que te impide dejar a tu madre

La Teoría del Vínculo Traumático, desarrollada por Dutton en 1995 y según él, se basa en dos parámetros fundamentales:

  • Desequilibrio de poder. El maltrato, lo entendemos como una relación de poder asimétrica, en la que una persona genera una relación de coacción, poder y daño frente a otra persona. Lo que explica esta teoría es que cuando una relación es asimétrica, cuando existe un desequilibrio entre ambas partes, empieza a aumentar la valoración negativa de la parte desfavorecida, aumentando así su dependencia de la fuerte. Tiene su lógica el asunto: si yo me siento vulnerable, no válida, necesitaré de alguien que me dé esta valía.
  • Intermitencia del maltrato. Esto puede explicarse a través de las fases de la violencia (acumulación-explosión-endulzamiento). No sabes cuándo podrán maltratarte. La fase de endulzamiento te desconcierta y refuerza tu idea de “mi madre puede cambiar, puede ser buena”, fomentando así la perdurabilidad de la relación ya que te crea la esperanza de que pueda cambiar. Esta conexión emocional intermitente produce gran desasosiego y confusión en la hija.

Tu madre te castiga cuando no te “comportas” y te “premia” cuando lo haces. Esta secuencia repetitiva de negar afecto y dar migajas, te provoca una montaña rusa de emociones, desencadenando la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y también de dopamina, la cual aparece cuando se recibe afecto.

Tu cuerpo se vuelve adicto a este cambio de emociones. Cuando estamos buscando algo que queremos, algo que alguna vez tuvimos, el cuerpo se vuelve dependiente de ello. Desesperadamente buscas la aprobación de tu madre, necesitas tu dosis dulce de ella, quedando así atrapada en un vínculo con ella que te asfixia.

Por esta “adicción” es que tanto te cuesta romper el vínculo con tu madre a pesar de saber que te hace daño.

Incluso cuando te separas de ella físicamente actúas de igual manera. Sigues viviendo en esa montaña rusa de emociones, porque eres adicta a tus emociones. Necesitas estar abajo para luego subir.

Pero no te preocupes las química de tu cerebro, los péptidos que tus emociones producen en tu cerebro pueden cambiar por la neuroplasticidad de tu cerebro.

Te muestro como en el Método RAN©, que he creado para ayudarte a por fin liberarte de tus cadenas emocionales.

 

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