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Por qué no puedo dejar a mi madre a pesar de saber que me hace daño: por el sentimiento de CULPA

Por qué no puedo dejar a mi madre a pesar de saber que me hace daño: por el sentimiento de CULPA

A las hijas de madres tóxicas nos cuesta romper el vínculo con nuestra madre tóxica a pesar de que veamos claramente que nuestra propia madre nos hace daño. No sabemos por qué no nos alejamos de ella, no lo entendemos, y eso nos tortura aún más.

Hay mucha gente que te dice alejate de quien te maltrata, de  quien no dibuja una sonrisa en tu boca. Pero cuando tu maltratadora es tu madre, no es tan fácil romper el vínculo. La dependencia emocional que tenemos hacia ella nos impide correr y no mirar atrás.

No te sientas mal, ni tortures por seguir con tu madre. No te maltrates tu también por ello. Es normal lo que te pasa. No eres una cobarde, eso no es cierto. Eres muy fuerte.

¿Quieres saber lo que te impide separarte de tu madre?

En general se debe al sentimiento más autodestructivo de todos: LA CULPA

Piensan que podemos salir huyendo en cualquier momento porque no ven las cadenas que nos atan a nuestra madre. Pero el caso de familias manipuladoras donde se mantiene atados sin cadenas ni cuerdas a los hijos, por desgracia existe.

Se trata de un maltrato más sútil y a veces más nocivo que el del niño que recibe golpes o es abusado sexualmente. Nuestra madre  vampiriza nuestra energía y vitalidad  y se niega dejarnos a volar, a hacer nada lejos de ella. Nos aisla, nos corta las alas sin que podamos nunca llevar a cabo nuestr os propios royectos vitales. Corta nuestra relación con el mundo exterior, con amigos, con compañeros e incluso boicotea nuestras relaciones sentimentales.

Si hacemos amago de irnos, entonces nuestra madre se encarga de recordarnos lo mucho que ha hecho por nosotras. Una buena hija no debe abandonar  a su madre, el mundo es horrible,  los demás son malos, nuestros novi@s son lo peor…etc. Ahí es cuando los madre tóxica, manipuladora, hace un despliegue de medios sin paragón,  inocula la culpa en nosotras, sus víctimas, sus hijas.  (“te vas porque no me quieres”, “una madre lo da todo por un hijo”, “con lo que yo me sacrifiqué por tí y ahora me haces esto…”, “tu pareja te hará daño…”, “no hay nada como el amor de una madre…”). Este sentimiento de culpa nos paraliza.

Y si la culpa no fuera suficiente, cuando nuestra madre ve que estamos decididas a irnos utiliza  ataques verbales, campañas contra nuestra imagen pública  (“mi hija está psicológicamente mal”, “mi hija me desprecia”, “mi hija me ignora”, “mi hija está loca”…), acoso e insultos…etc. Tácticas todas ellas que dificultan nuestra huída.

No te sientas mal. Te llegara el día en el que te sientas fuerte y decidas por todas romper con todo. Lo importante es que has descubierto el juego prisocológico que tu madre a utilizado contigo. Nada es culpa tuya. Tu no tienes la culpa de que ella no sepa querer. No te tortures más. Descansa. El día de tu libertad está cerca.

Secuelas que nos deja una madre tóxica

Secuelas que nos deja una madre tóxica

Las secuelas que una madre tóxica deja en sus hijas son muchas y difíciles de borrar

Cuando eres criada por una madre tóxica, creces creyendo que nunca eres lo suficientemente buena. Nunca cumples las expectativas de tu madre aunque lo intentes cada día. La continua humillación, invalidación, falta de amor,… es uno de los peores maltratos infantiles que existe y nos deja a sus víctimas, hijas , con secuelas muy difíciles de superar.

La visión sobre nosotras mismas queda distorsionada ya que no nos atribuimos el valor que tenemos y merecemos.  Crecemos creyendo que no valemos, que no sabemos,…crecemos invalidadas. (invalidación) Crecer en el seno de una familia disfuncional, donde la madre es tóxica, es padecer el peor de los abusos infantiles que se pueden padecer. No presentamos signos o heridas externas visibles. Pero cuando tratamos de encontrar la explicación de lo que nos pasa, nuestra madre nos vuelve a aplastar  gaseándonos (gaslighting). Nos hará creer que estamos locas, que no sabemos lo que decimos,….. La manipulación de nuestra madre es interminable ( aquí puedes leer que tipo de técnicas de manipulación usa tu madre), y  nos deja secuelas que arrastramos de por vida.

Al conjunto de Secuelas  que una madre tóxica te deja, o los síntomas que padeces por los abusos sufridos se le llama SINDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA.

Puedes leer sobre el Síndrome de la Víctima Narcisista aquí , donde vas a encontrar todas las secuelas que puedes padecer tras los abusos sufridos tal como están detalladas en mi libro «Sobrevivir a una madre Narcisista. Cómo recuperarte de tus heridas infantiles y por fin desplegar tus alas».

Aquí paso a enumerar las más comunes:

    1. Sufres de muy baja estima: la madre tóxica solo muestra afecto cuando quiere conseguir algo.  Es exigente y nunca está satisfecha. Lo que nos deja a sus hijas sintiendo que nunca somos lo suficientemente buenas. Tu madre te ha inutilizado tanto, que no eres capaz ni de tomar una decisión por tí sola. Intentar complacer a cada momento nos genera  también depresión y ansiedad.
    2. Sientes auto aversión: sentir que nunca puedes hacer nada bien, te deja aborreciendote a tí misma. El no poder satisfacer a tu madre, que se supone te tiene que amar incondicionalmente, hace que te crees una opinión sobre tí de que no mereces amor. Lo que se puede traducir en no gustarse.
    3. Fallas en el autocuidado: no importa que aspecto tenías cuando eras joven. Siempre estabas demasiado gorda, o demasiado flaca, o fea,…. Tu madre siempre ha criticado tu aspecto. Luego para qué cuidarse. En ocasiones, nos pasamos al extremo contrario. Para tapar esos defectos que creemos tener , nos obsesiona nuestro aspecto externo.
    4. Hablas negativamente sobre tí: simplemente reflejamos lo que nos ha hecho creer nuestra madre sobre nosotras. Las críticas que ella ha vertido sobre nosotras las repetimos en alto, porque no somos capaces de ver nuestras cualidades.
    5.  Atraes parejas tóxicas que no te respetan: Toda esa desaprobación por parte de tu madre, al final te mina y te deja creyendo que no eres merecedora de amor , atención ni aprobación. Por eso al buscar pareja para calmar esas carencias, caemos en manos de seres que nos destruyen igual que lo hizo nuestra madre. Buscamos el mismo tipo de relación que con nuestra madre. Atraemos parejas con trastorno narcisista de la personalidad. Atraemos a los hombres narcisistas, porque somos dependientes, fáciles de manipular, y necesitamos satisfacerles. Somos su víctima perfecta.
    6. Sientes que tienes que esconder  quien eres realmente: desde temprana edad las hijas de madres tóxicas tenemos que pretender ser quien nuestra madre dice que somos.  Cada vez que hemos intentado ser nosotras mismas, demostrar nuestros sentimientos,  nuestra madre nos ha coartado. Nos ha recordado que no somos lo suficientemente buenas. Por esto, una vez salimos a la vida, las hijas de madres tóxicas escondemos quienes somos físicamente y emocionalmente, en el intento de mezclarnos y pasar desapercibidas. Esto nos deja vulnerables a críticas, y al hoy llamado bulliying.
    7. Saboteas tu felicidad: tanta decepción sufrida mientras crecías, que has crecido pensando que la suerte y las buenas cosas no son para tí. Tratando de protegerte de más abusos, tienes una tendencia a sabotear las cosas buenas de tu vida: si no amas no te haran dano, si no deseas algo, no te lo quitaran. Es un mecanismo de proteccion que resulta destructivo para tí.
    8. Eres extremadamente perfeccionista:  como hija de una madre tóxica intentas conseguir la perfección en todo lo que haces. Desde sacar las mejores notas, hasta ser la mejor en tu trabajo. Siempre intentas no fallar para evitar las críticas a toda costa. Intentas siempre ser el epítomo de la perfección. Y aunque la consigas, no lo sabrás ya que nunca te ves lo suficientemente buena.
    9. No valoras tus éxitos: tu madre nunca te ha permitido celebrar  tus logros o quien eres, y esa denegación la llevas a tu vida adulta. Si haces algo extraordinario, normalmente otorgas el crédito a factores externos a tu persona. Minimizando tu valía te es muy difícil creer que res capaz de hacer algo bien.
    10. Padeces ansiedad y depresión: ser criticada cada día y cada momento por todo lo que haces, ser ridiculizada por tu madre a cada ocasión te genera estrés.  El intentar complacer y nunca conseguirlo, hace que las víctimas desarrollemos ansiedad y depresión.
    11. Te preocupa ser una narcisista como tu madre:  al crecer y darte cuenta del maltrato de tu madre te preocupa que los comportamientos tóxicos de ella se hayan grabado en tí. Imitamos patrones de comportamientos. Es normal. Pero tranquila, estás aquí queriendo romper el círculo.
    12. Te cuesta mucho tomar decisiones: Tu madre siempre ha decidido por tí, siempre has hecho lo que ella ha dicho. Creces sin capacidad de decisión, de discernir si esta bien o no y necesitas la aprobación de los otros para tomar decisiones. Por eso ante diferentes situaciones preguntas a tu pareja, amigos,…. buscando aprobación. Tú no te atreves a decidir ya que temes nos acertar.
    13.  Eres fácil de manipular emocionalmente. Temerosa de la desaprobación de tu madre y de su frecuente comportamiento hiriente, tienes miedo de que todos los adultos te traten con desdén. Al crecer, ese sentimiento de miedo se transfiere hacia cualquiera con autoridad. Temes la autoridad porque has crecido con una autoridad que no ha sido justa. Pero a veces pasa, que le das demasiado poder a esa persona con autoridad al tenerle miedo. (es el caso de parejas que te tratan como lo hizo tu madre).
    14. Te cuesta establecer límites con las personas: Has crecido sin saber decir «no». Esta palabra nunca se la has podido decir a tu madre. Siempre has tenido que hacer lo que ella ha dicho y a su manera, sin poder expresar tus sentimientos.  Esto hace que crezcas siendo incapaz de decir no, aunque te esten haciendo daño. Lo que te crea además frustración y rabia hacia tí misma por no ser capaz de parar el abuso.
    15. Tienes miedo de tu madre: no importa la edad que tengas, sigues teniendo miedo de tu madre. Tienes miedo incluso a una llamada suya porque sabes que en sus palabras solo hay represalias. Su azote verbal, enturbia tu espíritu.
    16. Sigues buscando la aprobación de tu madre: probablemente sabes que nunca vas a obtenerlo, pero nunca cesas en intentarlo. La sociedad nos enseña que las madres aman a sus niños. Y tu a pesar de tu edad adulta, no puedes entender porque no puedes sentir ese sentimiento por parte de tu madre.Anhelas su aprobación, su amor pero tu sabes que eso no va a llegar.
    17.  Quieres sacarla de tu vida, pero te da miedo y te sientes confundida: cuantas veces te has dicho a tí misma » ya está, ya no puedo más, no quiero saber nada más de tí». Hay algo dentro de tí que sabe que tu madre es destructiva contigo, y a pesar de eso no puedes romper con ella.Esto es por el sentimiento de culpa, el miedo y el tira y afloja con los que has crecido. Quieres ser libre  y encontrar la paz, pero siempre tu madre termina aspirandote de uelta a ella.
    18. Tienes problemas de confianza: si no puedes confiar en tu madre, entonces de quien puedes hacerlo. Si la persona que te dio la vida y era responsable de tu bienestar, sólo te ha hecho sentir mal, cómo vas a confiar en los que no son nada tuyo y no se les supone que se deban preocupar por tí.
    19. Sientes que el mundo no es un sitio seguro: Las hijas de madres tóxicas somos miedosas, padecemos ansiedad y sentimos que el mundo y sus habitantes son una amenaza. Si no podemos confiar en nuestros padres, si tu casa no te ofrece seguridad y paz, entonces no hay lugar ni nadie en el mundo que pueda garantizarte esa seguridad.
    20.  Falta de identidad: cuando eres pequeña tu vida gira en torno a tu madre narcisista. No haces nada si ella no está presente. No estás con otras personas porque ella no lo permite , ya que es la mejor manera de manipularte. (como en la película Rapunzel). Esto hace que las víctimas de una madre narcisista, crezcamos sin saber quienes somos realmente ya que nunca se nos ha permitido pensar por nosotras mismas. Ellas, las verdugos, son quienes han decidido que era bueno y que no para nosotras, no dejándonos elección en la vida. Esto hace que aún cuando rompemos el vínculo con ella, para salir del círculo vicioso, nos cuesta encontrar nuestra dirección y sentido en la vida.
    21. Buscamos la felicidad fuera : nos pasamos la vida soñando. Nuestra infancia es tan dura, que soñamos con un futuro mejor. Buscamos una pareja que nos quiera, amigos que nos respeten,… y cuando las personas de fuera nos fallan, volvemos a caer en e agujero, cada vez mas profundo. Nunca pensamos que la felicidad está esperandonos dentro de nosotras, ya que no nos queremos. No aprendimos a hacerlo.
    22. Tenemos cambios de humor radicales: con frecuencia nuestros cambios de humos son bruscos, rozando la ciclotimia (forma leve de trastorno bipolar).
    23. Tratamos de no ver lo que tenemos delante: La disociación es un mecanismo de defensa mediante el cual evitamos ver lo que tenemos delante porque es demasiado doloroso, es como anestesiarse ante la realidad. Los procesos mentales pueden consistir en soñar despierto o, en casos más severos, en amnesia. Las actividades de entretenimiento son los videojuegos, la televisión,..
    24. Hipersensibilidad a situaciones estresantes: Todas las víctimas hemos estado sometidas a una situación de estrés y peligro continuado durante años en nuestra infancia, adolescencia y muchas durante nuestra edad adulta. Hemos sufrido cambios en nuestro sistema nervioso que nos hacen más sensibles o menos tolerantes al estrés.
    25. Ideas suicidas (activas o pasivas): Muchas víctimas de madres tóxicas,  tienen pensamientos catastróficos (no hay esperanza, ni fe, ni confianza). Nos sentimos atrapad@s en nuestras propias vidas. Esto nos lleva a tener ideas suicidas como escape mental a nuestra situación. La mayoría de ellas son pasivas, es decir, es un recurso mental para escapar de una situación dolorosa sin que llegue a tener consecuencias en la realidad. Sin embargo, sí que hay casos de víctimas que han llegado a suicidarse a causa del abuso narcisista.
    26. Sentimientos  de soledad y abandono: Muchas víctimas tienen problemas para relacionarse con los demás y aún haciéndolo, se pueden llegar a sentir muy solas aunque estén rodeadas de gente. El abandono es una herida de infancia profunda para nosotras debido a la negación severa sufrida durante años por nuestra madre. Es muy frecuente que nos sintamos abandonadas en situaciones en las que la gente “normal” no se sentiría: cuando una amiga se va a otra ciudad, empieza con una pareja, cuando no somos el objeto constante de atenciones,…
Ser hija de una madre tóxica supone padecer uno de los peores abusos infantiles que existen. Tu madre te deja secuelas casi imborrables contra las que tienes que luchar cada día.

Saber que no eres tú,  que ha sido tu madre todo este tiempo te da cierto alivio. No te culpes más. Este es el primer paso en tu recuperación, saber que no es tú culpa. Tú no eres la culpable de los comportamientos manipulativos, absorbentes y de indiferencia de tu madre hacia tí. No has hecho nunca nada malo, sólo has sido hija de una madre con trastorno narcisista de la personalidad. Todo lo contrario , hiciste todo lo que pudiste para satisfacerla y nunca fue suficiente.

Es  hora de que te quieras  y estés con personas que te puedan dar el amor incondicional que tu madre nunca ha sabido darte.

Estas heridas que te acompañan aun en tu edad adulta y aunque estes separada de tu madre,  las tienes que hacer frente para no seguir repitiendo la historia. Porque si miras para atrás, seguro que la madre de tu madre es o fue también una madre toxica-narcisista. Y al final , tu madre,  la víctima que no pudo ni supo hacer frente a su progenitora para acabar con el maltrato.

¿Tú vas a continuarlo o vas a pararlo?. Recuerda que tienes derecho a equivocarte a repetir patrones ya que no es fácil . Hay que volver a aprender a vivir y a reprogramar el cerebro. Pero se puede. Se puede ser libre y feliz.

Mi madre es mala. No la soporto.

Mi madre es mala. No la soporto. ¿Cuantas veces se ha pasado esta frase por tu cabeza? ¿Y cuantas veces has dicho esta frase en alto?

Personalmente, pensaba y sabía que mi madre era mala cada día de mi oscura vida. La odiaba. ¿Pero podía decirlo? No , claro que no. Solo una vez intente pedir auxilio de pequeña.

Tras verme realmente mal llorando desconsoladamente, la entonces mi mejor amiga me preguntó que me pasaba. Yo le conté como me trataba mi madre. Mi madre me grita, me pega, me insulta, me dice que no hago nada bien. La odio. No quiero ir más a mi casa. No pude más, lo dije. Entonces ella se lo dijo a su madre. Esta con ternura, me dijo: es normal. Las mamas a veces nos enfadamos, os intentamos corregir. Pero tu madre te quiere, todo se va a pasar.

Glup. Se acabó mi grito de auxilio. Seré una exagerada, será normal lo que mi madre me hace. Vale lo aguantaré, y en cuanto crezca correré tanto que nunca más volveré por aquí. La odio.

Así que mi angustia por lo que sufría en casa, se vió duplicada por la respuesta de aquella tierna señora que no supo entenderme, no supo ver que yo era una víctima, que necesitaba ayuda. Aquel día, esa bella señora contribuyó a mi oscuridad mental , empujándome un poco más en el tunel en el que mi madre me estaba metiendo.

No solo nuestra madre tóxica nos maltrata, la Sociedad lo hace cuando mira a otro lado.

La sociedad vueve a abusar de nosotras cuando nos juzga: «accione en su corazón el mecanismo de perdón, es su madre, le dió la vida. Una madre tendrá defectos pero es quien te trajo a este mundo.». Y que sabe quien me dice que debo perdonar a mi madre.

Pues sepa usted Sociedad, que me da igual, la odio y puedo gritarlo. Que derecho tiene ella de llamarse madre. Que derecho le da a una persona el haberme sacado de su vientre. Ojalá la naturaleza hubiera sido más selectiva e hiciera estériles a estas madres  torturadoras.

Basta de  hipocresías, del honrarás a tus padres. A quien tengo yo que honrar. A alguien que destrozó a su famila. A alguien que hizo miserable a mi padre, que lo apartó de su familia. Perdonar al diablo en persona. Si claro que perdono, porque pude sacar la rabia contenida durante tantos días oscuros. Pero no puedo olvidar la infancia que me robó. Los días de llanto que me hizo pasar. La imposición de creer sola, sin amigos, sin primos.

Así que Sociedad no me vengas con esos comentarios de no entiendo cómo se puede volver la cara a una madre, que te dió de comer, y te trajo al mundo. Porque me vuelves a hacer daño en lo más profundo de mi ser.

Sociedad por favor te pido que entiendas, que tengas empatía. Que entiendas que por antinatural que parezca existen madres que maltratan a sus hijos, que abusan de ellos. Los abusos no tienen porque ser solo sexuales, o de golpes. Los abusos pueden venir en forma de golpes que no dejan huella ( son artistas en saber golpear sin dejar marca), en forma de tortura emocional, en forma de tratar de enfermarte , en forma de aislamiento. Y por favor Sociedad, no hay que esperar a casos extremos donde los niños son retenidos con cadenas entre sus heces como ha habido casos durante la historia.

Entiendo que los abusos emocionales no siempre son fáciles de ver para quien no los ha sufrido, pero por favor Sociedad haz algo. Forma a tus profesores, a tus médicos para que vean esta tortura silenciosa. Educa para que puedan ver el pánico en la cara de un niño pese a que este limpio y bien alimentado.

Y por favor  Sociedad, te pido que no condenes a quien dice que odia a su madre.

Está bien el odio no es bueno, no lleva a ningun sitio. Pero es el primer sentimiento que tenemos cuando somos abusadas. El perdón de la víctima hacia su maltratadora lleva tiempo. Lleva distancia, entendimiento, empatía.

Abuso emocional. Un maltrato oculto que destroza infancias

Abuso emocional. Un maltrato oculto que destroza infancias

Se habla mucho sobre el abuso infantil. Cuando escuchamos en los medios hablar de abuso, siempre pensamos en el uso de la fuerza o en una agresion sexual. Pero el abuso emocional o psicológico esta ahí, oculto porque se calla y no se ve. Sin embargo el abuso emocional destroza infancias y crea adultos rotos.

Esta lleno de asociaciones para denunciar el abuso infantil y proteger a los niños de él. Se habla mucho de ello en los medios. Incluso se relaciona el abuso infantil con la violencia de género.
Pero la OMS no solo contempla el abuso sexual como la única manera de denigrar, causar daños a la salud y a la dignidad de un menor.
Segun la OMS:   los estudios internacionales revelan que una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños y 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención. 

El abuso emocional causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:

  • actos de violencia (como víctimas o perpetradores);
  • depresión;
  • consumo de tabaco;
  • obesidad;
  • comportamientos sexuales de alto riesgo;
  • embarazos no deseados;
  • consumo indebido de alcohol y drogas.
No creeis que tantas y tantas víctimas que permanecemos ocultas primero por falta de comprensión por parte de la sociedad y las instituciones, y por miedo a ser señaladas, nos merecemos un poco, que la gente sepa la verdad de nuestras verdugas.

Si ya se que no suena bien hablar mal de una madre, que parece que por el mero hecho de serlo debe ser buena. Pero no todas los son.

Algunas nos causan heridas no visibles por la sociedad que nos marcan para toda la vida. Heridas en forma de miedo, depresión, enfermedades físicas, violencia.
Por que no desenmascarar a estas madres que son crea monstruos. Estas madres que nos pegan, humillan, aislan, insultan,… y cuyas víctimas a veces no consiguen manejar su dolor y terminan inflingiendo el dolor sufrido a otros seres generando nuevas víctimas. Y no lo digo yo. No soy yo quien dice que estas madres que abusan y maltratan a sus hijos, crean monstruos que violan, pegan y asesinan. Lo asesinan. Lo dicen unos psicólogos de la Universidad de Salamanca que llegaron a esa conclusión tras años de estudios, de sentencias, hablar con estos criminales,….
Los que somos más fuertes y luchamos por no repetir patrones, los llamados hijos chivos expiatorios, sufrimos también las consecuencias del abuso emocional sufrido durante nuestra infancia y nuestra adolescencia. Tanto dolor reprimido, lo expresamos mediante complejos, sintomas neuróticos (ansiedades, depresiones, adicciones, trastornos alimentarios y de personalidad, autoagresiones,….)
Por favor ayudarme a hablar abiertamente del abuso emocional de esas madres con trastorno narcisita de la personalidad nos imponen. Hay muchas personas, mayoritariamente mujeres, que sufren porque primero las destrozó su propia madre , quizá también su psicólogo, ya que en este país tienden a decirte que hables con tu madre, que intentes entenderla y perdonarla, y además del abuso silencioso, sufrimos la humillación de no poder en ningún sitio denunciar ni hablar de que nuestro verdugo , nuestra propia madre.
Por favor ayudarme. El único abuso infantil, no es el sexual, y los únicos abusadores no son solo los hombres. En , muchos casos son nuestras madres las abusadoras y maltratadoras.
La Bulimia, falta de afecto de nuestra madre

La Bulimia, falta de afecto de nuestra madre

Las hijas de madres tóxicas, crecemos con falta de afecto y un gran vacío emocional. A veces es frecuente que cubramos ese vacío con la comida. De aquí muchos desordenes alimentarios como la bulimia.

De alguna manera necesitamos acallar nuestros demonios, llenar el enorme vacío que sentimos, y la comida nos ayuda a calmar la ansiedad que nos causa el ser continuamente humilladas y maltratadas por nuestra madre.

La comida empieza a ser nuestra cura emocional. Empezamos lentamente con un trastorno que aunque al principio parece nos cubre el agujero negro en el que vivimos, a la larga nos mata lentamente.

La bulimia te mata a cachitos y te deja vivir otros.  Engullir todo de golpe, tapa nuestra tristeza, nuestro vacío. Pero cuando te purgas y quieres sacar todo de tí, lo mismo que sacarías a tu madre de tu vida, te sumerge en una gran resaca. La rabia, la frustración, la vergüenza, la impotencia que sientes después de purgarte también te matan. El vacío emocional es  cubierto de golpe, como una fuerte ráfaga de viento. Y el vómito vuelve a traer todo nuestro dolor y vacío. El torbellino de emociones que vives en el corto espacio de tiempo que dura el ataque bulímico te deja agotada. Y sólo quieres esconderte, dormir. Tu sola te encierras ahora en el agujero negro.

Te levantas, sigues con tu vida normal. O al menos eso tratas. Pero cuando tu madre vuelve a abusar de tí, te vuelve a humillar, caes de nuevo en la comida. En ese bocado que engulles con tanta necesidad como la de un abrazo. Pero una vez que te das cuenta que la comida no te abraza y te hace sentir mal, quieres sacártela toda de tí. Y otra vez viene la tortura del vómito. Del querer escupir tu odio. Esta vez hacia tí, no hacia tu madre.

Es un suicidio lento. Un hacerse daño continuo. Odiarte. Un ser tu propio monstruo. Ya no es solamente tu madre la que te maltrata. Ahora tú eres el gran monstruo.

Que es la Bulimia

“Los desórdenes alimentarios son una manifestación de la guerra de deseos que existe en el vínculo madre-hija –explica la terapeuta Laura Gutman, autora de “La revolución de las madres”–.

Bulimia

La bulimia es una enfermedad compulsiva.

Las personas que la padecen tienen una necesidad incontrolable de absorber alimento en gran cantidad. Se come en exceso para cubrir la falta de amor y afecto.  Con la comida intentas colmar un profundo vacío interior, que quieres llenar  a toda costa. Cuando sufres de esta enfermedad, utilizas diferentes medios para intentar compensar los atracones: la provocación del vómito, el uso excesivo de laxantes o de diuréticos, el ayuno y ejercicio físico muy intenso.

Quienes padecen de bulimia tienen una gran necesidad de ser amadas y recibir “alimento emocional”. Hay una sensación de vacío que se intenta llenar desesperadamente. Alimento físico = alimento emocional.

La persona bulímica también puede buscar protección. Y para ello , come, porque comida es igual a madre, “…tomo la comida que no me da mi madre…”.

Las hijas que hemos crecido en el seno de una familia disfuncional, gobernada por una madre tóxica o con trastorno narcisista de la personalidad, tendemos a padecer esta enfermedad para cubrir el gran vacío emocional que sentimos.

La bulimia es una pérdida del control, por lo tanto, es lógico suponer que la persona afectada se reprimió demasiado de querer y aceptar a su madre, y sobre todo de aceptar a la mujer que hay en su madre.

Si la bulimia ha sido o es parte de tu vida y tu madre es tóxica, unete a nuestra pagina y grupo de facebook, donde encontraros apoyo y la comprensión de otras que han sufrido o estan sufriendo lo mismo.

 

Las madres tóxicas son conscientes del daño que nos hacen a sus hijas

Las madres tóxicas son conscientes del daño que nos hacen a sus hijas

Tu madre no está enferma. Entiendo que a tí te resulte más fácil aceptar que todo lo que te ha hecho es porque tiene una enfermedad mental. Pero siento decirte que no es el caso.

Las madres tóxicas, tienen un trastorno narcisista de la personalidad, siendo este un trastorno de tipo B según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales .  Son madres que abusan, humillan y maltratan a sus hijas y son conscientes de lo que hacen . Incluso disfrutan en muchas ocasiones del dolor que causan, por que les hace sentirse poderosas.

Entiendo que como hija es muy difícil de creer que el dolor que te ha causado tu madre ha sido de manera consciente. Creo que todas pasamos por la fase de negación, donde no queremos creerlo.

Una vez que vemos que lo mal que nos sentimos no es culpa nuestra si no consecuencia del abuso que ha ejercido nuestra madre sobre nosotras, una vez aprendemos que nuestra madre es tóxica, o tiene un trastorno narcisista de la personalidad, sentimos alivio. No somos nosotras las que están mal de la cabeza como nos han hecho creer, si no que es nuestra madre. Pero todas nos preguntamos, es conciente mi madre cuando me grita, me pega, habla mal de mi, mete las narices en mis cosas privadas, o insulta. La respuesta es SÍ. Es consciente y sabe que te está haciendo daño.

Esto todavía nos causa más confusión y dolor. Porque podríamos aceptar que nuestra madre nos haya torturado, pero es más fácil pensar que lo ha hecho porque está enferma y no podía controlar su mente.

PERO ESA NO ES LA REALIDAD. LAS PERSONAS CON TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD SON CONSCIENTES DE QUE CAUSAN DOLOR, Y AÚN SIÉNDOLO, LO HACEN. LES CAUSA PLACER.

Aceptar que tu madre ha sido siempre consciente de cada insulto, tirón de orejas, humillación,…. es muy duro. De ahí que al principio sea normal que estemos en fase de negación. “No mi madre es mala conmigo, pero ella no lo ha hecho adrede, no es consciente, no tiene otra opción.” Estas frases de negación, de no aceptación de que mi madre es mala y de que me hace daño conscientemente son normales.

Se ha demostrado que los narcisistas no están en absoluto enfermos, que pueden evitar el daño que hacen sólo que no les importa por que creen que ellos están bien y que los demás son los inestables, débiles y enfermos.

Y POR QUE CREEN NUESTRAS MADRES TÓXICAS QUE ESTÁN POR ENCIMA DEL BIEN Y DEL MAL Y DISFRUTAN VIÉNDONOS SUFRIR.

Estas mujeres con trastorno narcisista de la personalidad tienen:

  • Desconexión afectiva

La madre narcisista atribuirá los fracasos a la inadecuación o incompetencia del otro (su hija), para salvaguardar su autoestima.

  • Ausencia de sentimientos de culpabilidad

La persona con trastorno narcisista desconecta los sentimientos de culpa, duelo, o empatía con el sufrimiento que generan, así se protege de su baja autoestima.

  • No se arrepiente de nada

La madre toxica no manifestará arrepentimiento verdadero por actos que escapan a lo “éticamente aceptable”. Pero si puede simular su arrepentimiento para seguir manipulando.

  • La emoción de la ira

En la madre narcisista la ira es una emoción a flor de piel. Esta limitada a sentir emociones profundas, sin embargo, la ira y las reacciones coléricas estan a la orden dia en estas madres. No la controlan.

  • Carecen de empatía

En las personas con trastorno narcisista existe una desconexión empática hacia los sentimientos de la otra persona, en pro, de la satisfacción de las necesidades propias. La madre narcisista,  obtiene placer a través del sometimiento del otro, su hija, y el ensalzamiento del propio valor.

LOS NARCISISTAS NO ESTÁN EN CONTACTO CON SUS PROPIOS SENTIMIENTOS. SI NO QUE LOS PROYECTAN EN OTROS. NO VEN CÓMO LAS COSAS TE AFECTAN A TI , SI NO A ELLOS. SON MUY EGOÍSTAS.

Y una vez descrito que sentimientos tienen las madres tóxicas, podrás ver que pueden evitar comportarse así. Si, tu madre se convirtió en una madre tóxica porque la suya lo era, y tú también podrías convertirte en alguien como tu  madre. De hecho nuestros actos muchas veces son como los de ellas. Pero luchamos contra esas emociones. No queremos repetir patrones. Por eso nos cuesta salir del círculo del abuso. Porque han sido décadas siendo abusadas y aprendiendo comportamientos. Pero no tenemos nada apagado en nuestro cerebro como para no distinguir el bien del mal. Y ellas tan poco.

Siempre la vida les da miles de oportunidades para corregir comportamientos. Lo mismo que a tí.

NO HAY NADA QUE EXCULPE QUE UN SER HUMANO DAÑE A OTRO

 

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