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Narcisista encubierta. La madre tóxica más difícil de detectar

Narcisista encubierta. La madre tóxica más difícil de detectar

Tu madre puede ser una narcisista encubierta . No es una madre gritona, tiene aspecto de buena, no te ha pegado,.. pero siempre se sale con la suya y tú te sientes atada y no realizada.

Cuando una persona es una narcisista encubierta es mucho más difícil darse cuenta de que lo es. Pero estas personas  son mucho más peligrosas para tu salud que as narcisistas «transparentes». Cuanto más te cuesta ver que tu madre es tóxica, más te cuesta encontrarte a ti misma y liberarte de las ataduras emocionales.

Muchas veces las hijas de estas nacisistas encubiertas, nunca llegan a despertarse y ver que no han sido libres, y  si lo hacen suele ser muy tarde en sus vidas. Bien cuando su madre fallece, o es muy mayor.

Es más fácil escaparse de quien te grita, te pega y humilla abiertamente.

No necesitas excusas para alejarte de una madre así porque su abuso es muy palpable. Sin embargo es más dificil despertar del abuso de una madre tóxica encubierta, porque su lavado de cerebro ha sido tal, que no ha necesitado mostrar violencia alguna contigo. Le has dado su suplemento narcisista cubriendo todas sus necesidades cual perrito faldero.

Es menos peligroso un perro ladrador.

Si tu madre es una narcisista encubierta puede que estés leyendo esto pero no creyendo que realmente tu madre es tóxica . Te sientes atada, sin un rumbo en tu vida, no has hecho nada excepto permanecer a su lado. Pero no estás convencida de que tu madre sea tóxica, solo crees que eres tú sintiendote asfixiada sin saber porqué.

Voy a mostrarte las principales características de esta narcisista encubierta y tu relación con ella, para que tú misma llegues a tus propias conclusiones sobre tu madre:

Características de una narcisista encubierta
  • Nunca te escucha, el mundo gira alrededor de ella
  • Siempre estás con ella. Has llegado a una edad adulta, mayor, y no tienes amistades
  • No has tenido nunca vida propia: no has podido estudiar, trabajar, y por supuesto lo de tener pareja eso ha sido algo impensable. Sus necesidades SIEMPRE han estado por delante de las tuyas.
  • Cada vez que te ha visto mantener una simple conversación con alguien, ella te ha llamado con cualquier excusa. Ha requerido tu atención para que  no se la prestes a los demás.
  • Siempre le duele la cabeza, o tiene algún mal cuando tú decides hacer algo por tu cuenta.
  • Su imagen es fundamental. Nadie la puede ver sin maquillaje. Debe de estar perfecta.
  • Excesivamente amable con los demás, muy preocupada de que los demás la vean como la madre perfecta
  • Oculta su verdadero estado de ánimo, siempre está igual, ni loca de contenta ni triste. Sufre de estado emocional plano.
  • Tú sufres del síndrome de la buena hija. Has sido y eres una hija modelo, siempre ahí para tu madre. Dispuesta a cualquier sacrificio para que mamá se encuentre bien.

Que no hayas notado que tu madre era mala contigo, no significa que en el fondo ella sea muy diferente al resto de las madres tóxicas. La diferencia ha estado en ti, has sido muy dócil, no te has negado a sus exigencias, ella ha absorbido tu cerebro sin utilizar violencia alguna. Por eso ahora que tu madre no está o es muy mayor te das cuenta de que nunca has hecho nada por ti sola. Te sientes perdida, como que has desperdiciado tu vida y no sabes como enfrentar la nueva etapa.

La verdad es que en todos los años  el  caso que más me ha impactado es el de una mujer muy cercana a  mi, cuya madre ya casi en los 90 la estaba ya ahogando en exceso. No podía ni ir al baño sin que la dejara tranquila cinco minutos. Necesitaba la señora, que la hija estuviera con ella 24 horas al día. Llegado a este punto, la hija se empezó a encontrar asfixiada, ya que no podía ni permitirse el único capricho que se había dado toda su vida: un café solo en el bar de debajo de casa. Algo que le alejaba quince minutos de su madre y ver otras caras, tuvo que acabar. La madre que nunca había sido abusiva con ella, empezó a menospreciarle, a decirle que no la quería lo suficiente cada vez que ella cambiaba el termostato del aire, que no la antendía como Dios manda, que no quería verla bien,… La hija sin embargo siguió aguantando los caprichos de su madre hasta que ella falleció, pensando que eran caprichos normales de una persona mayor. Pero al quedar sola, su vida se le echó encima , ya que descubrió que a sus 58 años no había hecho NADA en su vida, excepto vivir la vida de su madre y satisfacer las necesidades de esta.

Por eso, si sospechas que tu madre es una narcisista encubierta,  párate, analíza tu vida, y quizá planteate salir corriendo para poder por fin ser tú. Nunca es tarde para tener una vida propia. Puedes romper esas cadenas de amor que te han tenido junto a ella.

Herida narcisista

Herida narcisista

“Se denomina herida narcisista todo lo que viene a disminuir la autoestima del Yo”. Andre Green, psicoanalista francés afirma “Los narcisistas son sujetos lastimados; de hecho, carenciados desde el punto de vista del narcisismo. A menudo la decepción de no haber sido amados por su madre les lleva a amarse a sí mismos”.

La herida narcisista se refiere a cualquier amenaza (ya sea real o imaginaria) que el narcisista perciba que se está haciendo a su grandioso falso yo en cualquier momento dado. Con cada herida narcisista experimentada por el ego frágil del narcisista, mostrará un impulso reflexivo hacia una ira violenta, denominada ira narcisista.

Ira narcisista

No se puede hablar de la herida narcisista sin mencionar la ira narcisista ya que  son como dos caras de una moneda, están intrínsecamente unidas. La ira narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una amenaza a la autoestima de un narcisista.

La ira puede desencadenarse a partir de varias fuentes, pero el narcisista es especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o abandono, lo que garantiza la apertura de viejas heridas parentales de la infancia (es decir, experiencias infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo o vergüenza). La pérdida del suministro narcisista experimentado en la infancia se convierte en un miedo patológico y generalizado en el narcisista adulto, un temor que los hace hipervigilantes ante cualquier daño narcisista posterior. Como consecuencia, las personas con trastorno narcisista de la personalidad, están siempre en un estado vigilante contra el ataque, buscando constantemente cualquier forma de desprecio hacia ellos (real o imaginaria), y si detectan “ser atacados”, se sienten heridos y sacan su ira narcisista. 

Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, el narcisista es fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona.

Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los llena de vergüenza y autodesprecio. En un intento de reconstruir su falso yo y la autoestima, recurren a su ira para restaurar su sensación de seguridad y poder.

La ira de los narcisistas se compone de dos componentes; la primera capa es rabia hacia la otra persona, mientras que la segunda capa es rabia hacia sí mismos.

La herida narcisista de tu madre

Si esto que has leído lo traspasas a tu madre quizá puedas entender sus reacciones de ira hacia ti. Ella siente su ego y autoestima atacada, y de manera inconsciente para proteger su falso ego de grandeza desata su ira. Sus fantasmas de la infancia vuelven a ella de manera inconsciente como nos explica Sigmund Freud en “Más allá del principio del placer«. En esta obra Freud señala la repetición en la transferencia analítica del trauma infantil temprano. Nos dice en su obra que de adultos, reproducimos las situaciones dolorosas que ocasionaron nuestras heridas narcisistas.

Etas situaciones dolorosas o heridas desatan la ira de tu madre por la vergüenza que le produce su verdadero yo, y por el miedo que descubran su falso ser.

Síndrome de la Víctima Narcisista

Síndrome de la Víctima Narcisista

Un SÍNDROME es el conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado.

Las personas que han sufrido abusos psicológicos, padecen el SÍNDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA. Este consiste en el grupo de síntomas de un individuo causados por el abuso perpetrado por otro individuo con trastorno narcisista de la personalidad.

Las secuelas del abuso narcisista

Podemos decir que si has sufrido los abusos de una madre tóxica mientras crecías, ahora de adulta padeces las secuelas de estos abusos. Al conjunto de ellas se les conoce como el Síndrome de la Víctima Narcisista.

Así como el Trastorno Narcisista de la Personalidad está reconocido y por lo tanto incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Psiquiatría (DSM 5), el Síndrome de la Victima Narcisista no lo está.

La literatura científica habla extensamente sobre el trastorno narcisista de la personalidad, ( tu madre u otros abusadores) pero prácticamente no hay grandes aportes para con las personas que hemos sido afectadas por su abuso.

La palabra «síndrome» proviene del griego «syn», que significa «juntos», y «dramein», que significa «correr». Entonces, un síndrome es un conjunto de signos y síntomas que tienden a correr juntos en un grupo que puede reconocerse como un abuso físico, mental, emocional y espiritual. Para poder diagnosticar a un cliente que sufre el Síndrome de la Víctima Narcisista, los terapeutas deben ser capaces de reunir los signos y síntomas y acceder a la composición psicológica del cliente a medida que se desarrolla su historia. De esa manera, estarán en condiciones de saber si la persona sufre del Síndrome de Víctima Narcisista o una forma menor de abuso en su bienestar mental.

El Síndrome de la Víctima Narcisista no está recogido en ningún manual

Por desgracia, al no estar nuestras heridas contempladas en este manual, en muchos casos hay terapeutas que no nos pueden ayudar, porque desconocen nuestros “síntomas” y como han llegado a crearse. No solo este abuso infantil queda desapercibido para estos profesionales , sino también para vecinos, profesores o otros parientes. No llevamos huesos rotos, si no un alma rota.

Hemos tenido un techo donde vivir, comida sobre la mesa, atención médica básica, estudios y ropa para vestir, y a ojos ajenos no sufríamos. Sin embargo las víctimas del abuso narcisista carecemos totalmente del amor parental nutritivo que provee nuestra seguridad y sufrimos de múltiples heridas tras vivir una infancia y adolescencia estrangulada.

Porque no debes olvidar que lo que has vivido es abuso.

El tipo de abuso sufrido por un hijo en el seno familiar es más insidioso y ocurre de manera encubierta. El DSM-5 los agrupa dentro de la categoría de Maltrato psicológico infantil, que consiste en actos no accidentales, verbales o simbólicos, realizados por un progenitor o un cuidador de un niño que provoquen o generen una probabilidad razonable de causar un daño psicológico en el niño.

El abuso psicológico que has sufrido es invisible, pero te ha dejado huellas o Síntomas difíciles de borrar para poder ser quien eres realmente.

Síntomas del Síndrome del Abuso Narcisista

Durante años de estudio y mi propia experiencia en mi Método RAN© (Recuperación del Abuso Narcisista), he recogido los diferentes síntomas o secuelas, que sufres como víctima de los abusos de una persona narcisista.

  •   Vínculo Traumático
  •   Distorsión Cognitiva
  •   Disonancia Cognitiva
  •  Trastorno por Estrés Post Traumático
  •  Vergüenza Tóxica
  •  Pérdida de Identidad
  •  Ansiedad
  •  Ansiedad Social
  •  Incapacidad de sentir placer. Anhedonia
  •  Indefension aprendida. No tienes más ganas de luchar
  • Amnesia Perversa. Los buenos recuerdos
  • Autosabotaje
  • Alexitimia
  • Caes en manos de personas tóxicas
  • Culpa
  • Depresión
  • Trastornos Alimenticios
  • Te preocupa repetir patrones tóxicos de tu madre (tener pulgas)
  • Eres Complaciente
  • Crees estar loca
  • Codependencia
  • Confluencia
  • Soledad y miedo a tener relaciones
  • Enfermedades como fibromialgia u otras enfermedades físicas
  • Revictimización

Si has sufrido lo abusos de una madre con trastorno narcisista de la personalidad, acarreas los síntomas que has leído. No tienes porque padecer todos, pero seguro que sí muchos de ellos.

Pero tranquila puedes sanar y dejar de sentir todas esas heridas para poder realmente reconocer la mujer que eres y que tu madre no permitió ser.

Pautas que has de seguir:

  • contacto cero: medida sintomática para cortar la toxicidad
  • afrontar lo vivido: Ser consciente de tus heridas y de lo que te ha hecho tu madre.
  • aprender que eres adicta a esas emociones negativas  y que la química controla tu cuerpo (por eso el contacto cero no te cura).
  • saber que la química se puede cambiar, el cerebro se puede entrenar y puedes ser testigo de tu reestructuración cognitiva.
  • una vez que has cerrado tus heridas has de encontrar quien eres realmente: empoderarte.

Debes de sanar y encontrar a esa mujer maravillosa y fuerte que llevas dentro.

El falso yo que protege a la persona narcisista

El falso yo que protege a la persona narcisista

El falso yo desempeña una función importante en la vida de una persona narcisista.

Debido a que los narcisistas son prácticamente “borrados” por el abuso que reciben en la infancia,  se ven obligados a desarrollar un falso yo (como una reacción adoptada a las circunstancias patológicas).

Tu madre tóxica, al igual que otras personas narcisistas, no pudo desarrollar su propia personalidad, y como lo que veía no le gustaba, para ocultar la vergüenza que ello supone, creó un Falso YO.

Para protegerse a sí mismo, este Falso Yo domina y reprime el funcionamiento del Verdadero Ser, hasta el punto en que  impide que la personalidad de la persona funcione como un todo.

El Falso Yo,  cubre la vergüenza que siente el Ser Verdadero, y es este escudo el que hace que la persona narcisista parezca ostentosa y se presente de una manera que parece ser todopoderosa.

El falso yo es el responsable de su enorme sentido de derecho.

El falso ser protege al narcisista, a su verdadero ser, mísero y débil. Sin su protección estaría expuesto a mucho dolor. Al dolor de ver quien es realmente y de todas sus heridas.

Tu madre es como es porque viene acarreando secuelas narcisistas probablemente desde hace generaciones. Si observas la relación de tu madre con tu abuela, seguro que te das cuenta del poder que la más mayor ejerce sobre la otra. Para tapar ese dolor, esa herida narcisista, tu madre creó un falso Yo, que esconde sus miserias.

No le tengas más miedo a tu madre, su verdadero yo es débil.

Tú eres fuerte. Muy fuerte, has luchado toda tu vida para salir del círculo generacional del abuso.

He perdido todo por detener el abuso narcisista de mi madre

He perdido todo por detener el abuso narcisista de mi madre

Para detener el abuso de mi madre , elegí perder todo llevando a cabo el Contacto Cero.  Tuve que renunciar a todo lo que tenía e irme lo más lejos que pude. Volé a mis antípodas,

Irte a vivir a un país nuevo, con una cultura diferente y empezar tu vida de cero es duro. Ahora, con el paso del tiempo veo que ha sido muy duro y no sé como he sacado fuerzas todo este tiempo.

Pero puedo decirte que para poder ganar tienes que estar dispuesta a perder.

Salir de esa zona de confort, que aunque dolorosa, te has acomodado ha ella.

En mi caso se trataba de perder  lo conocido para  obtener mi libertad.

Perdí a mi madre

Perdí mi orgullo

Perdí mi privacidad

Perdí mi autoestima

Perdí mi  trabajo

Perdí mi ciudad

Perdí mi casa

Perdí mi herencia por la que mi padre tanto trabajó

¿Digo «perdido»? Lo tiré todo  … en cuanto desperté y pude ver que lo que me había llevado a una vida caótica, a vivir en eterno estado de ansiedad ,…. era mi propia madre, me deshice de todo, para por fin poderme encontrar.

Perdiendo todo aquello que me era conocido, me he encontrado a mí. Ahora lo que tengo es:
  • Identidad
  • Salud
  • Un hogar
  • Fe
  • Mi esposo e hijos
  • Felicidad
  • Paz

Alejarte ,perder, dejar ir, es necesario para ganar.

Ahnedonia, la incapacidad de sentir placer

Ahnedonia, la incapacidad de sentir placer

¿Alguna vez  te has parado a pensar que no eres capaz de disfrutar de las cosas buenas que te ofrece la vida?

Los abusos de tu madre han hecho que actúes en modo negación para sobrevivir. Has negado tus deseos, esperanzas, sueños, aspiraciones, necesidades materiales, sexuales y psicológicas, elecciones, preferencias, valores, y mucho más. Te has negado a ti misma, para satisfacer las necesidades de tu madre y no generar su ira ya que tus propias necesidades la generaban.

Así has llegado a tu edad adulta sin poder experimentar placer tras tantos sentimientos reprimidos.

A la incapacidad para disfrutar de las cosas agradables, sentir placer, así como la pérdida del interés por las cosas se le llama Anhedonia.

Las personas que experimentan anhedonia presentan una sensación profunda de apatía y desgana. Es un síntoma central del trastorno depresivo mayor. Hay dos tipos principales de anhedonia:

La anhedonia social, falta de interés por el contacto social y la falta de placer en las situaciones sociales ; y la anhedonia física es la incapacidad de sentir placeres táctiles tales como comer, tocar, o el sexo.

Síntomas característicos de la anhedonia:

  • Pérdida de interés por todas o casi todas las actividades del día a día
  • Pérdida o aumento significativo de peso
  • Cambio en los patrones de sueño: insomnio o exceso de sueño
  • Sensaciones físicas inquietud, agitación o una sensación de “enlentecimiento”
  • Fatiga o pérdida de energía casi a diario
  • Sentimientos de inutilidad o culpa sin fundamento
  • Incapacidad para concentrarse, dificultad para pensar y tomar decisiones
  • Pensamientos repetidos de muerte o suicidio
  • Retiro social y dificultades de adaptación a las distintas situaciones sociales
  • Sentimientos negativos hacia uno mismo y los demás
  • Reducción de la expresión emocional, incluyendo el tener menos expresiones verbales y no verbales
  • Tendencia a mostrar emociones falsas, pretendiendo mostrar felicidad cuando no se siente
  • Pérdida de la libido o la falta de interés en la intimidad física
  • Problemas físicos persistentes o trastornos psicosomáticos

Algunas personas que padecen anhedonia son incapaces de experimentar placer y disfrute en ninguna circunstancia, mientras, en otros casos, el problema se reduce a aspectos concretos, como el apetito por la comida, las relaciones sexuales, las relaciones sociales o las actividades de ocio. De cualquier forma, existen grados, por lo que hay quienes sufren una incapacidad total de disfrutar y obtener placer y otros sólo un descenso en dicha capacidad.

El término «anhedonia» fue descrito, por primera vez, por el psicólogo francés Ribot en 1986, cuando publicó su libro sobre la psicología de los sentimientos.

¿Quiénes padecen de anhedonia?

Padecen de anhedonia personas con enfermedades como la esquizofrenia y los adictos a las drogas durante la abstinencia de las mismas. Pero la situación más frecuente es la anhedonia que se da en la depresión.

Cuando una persona sufre una depresión profunda, nada le motiva ni le alegra o le hace disfrutar.

La anhedonia de la depresión aparece, más frecuentemente, tras situaciones estresantes, como es el caso de los abusos psicológicos durante la infancia.

Después de esta descripción de la anhedonia, espero entiendas que tu apatía para muchas cosas en la vida, es una de las secuelas del abuso de tu madre y que vas a trabajar en ella para poder superarlo. Recuerda que entender, y conocer es el primer paso hacia tu recuperación.

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