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Mi madre me ha hecho creer que estoy loca

Mi madre me ha hecho creer que estoy loca

Es increíble a todas las madres con Trastorno Narcisista de la Personalidad, les encanta esta técnica llamada Gaslight. Presentarnos como locas delante de todo el mundo.

Que mejor forma de invalidarnos.

Es uno de los abusos emocionales más destructivos que existen. Lo usan nuestras madres tóxicas para hacernos creer que estamos mal de la cabeza.

La madre tóxica, insinúa o directamente te dice que eres inestable, si no, no creereias semejantes ridiculeces o ser tan poco cooperativa. Eres demasiado sensible. Te imaginas cosas. No razonas. Estas sobre reaccionando. Incluso te llega a presentar como una neurótica y psicótica.

¿Quién no ha oido estas frases?

¿Y quién no termina siendo una neurótica sufriendo semejante tortura mental todos los dias? Demasiado que sobrevivimos y llegamos a una edad adulta donde tratamos de entender lo que nos ha sucedido y vivir una vida normal.

¿Quién no se vuelve loca, si niegan cosas que tu has visto, o te hacen creer cosas que no has visto?

Para invalidar tu experiencia sobre su abuso, si les acusas de algo que te han hecho, te dicen que tienes una imaginación increible, o que no se acuerdan de que hablas.

Son tácticas, que llevan a tu mente a un extremo y que efectivamente te enfadan y sacan de tus casillas. Te ahogan.

Una vez ha construído las fantasías de tu inestabilidad emocional, se lo contará a todo el mundo, mostrándose preocupada por ti y presentándose como una víctima. Te quiere y no sabe que hacer para ayudarte. Pobrecita.

Es gracioso que terminen siendo las buenas de la historia y que todo el mundo les crea. Y esa injusticia aún nos enfurece mas. ¿Es que nadie lo ve? Quizá  estoy efectivamente loca.

Yo llegue a pensar que era mejor que me encerraran en un manicomio, al menos no me sentiría como un yoyo.

¿Hasta donde llegó mi madre para demostrar que yo estaba loca, y pobrecita ella no sabia qué hacer?

Ella tenía un informe de un psiquiatra al que me llevo con 18 años que iba mostrando a todo el mundo. Yo no lo supe a hasta que mi actual pareja me lo dijo. Se lo mostró para que se alejara de mí , me quedara sola, y me volviera absolutamente loca bajo su control.

¿Cómo una madre puede ser así ? Es el diablo personificado.

Ese informe lo debió de escribir un pisiquitra al que acudí  después de entrar en una gran depresión a mis 18 anos. Mis padres me enviaron a Estados Unido a aprender inglés.  Y por primera vez en mi vida experimenté que era tener una madre carinosa, ser apreciada, no tener miedo de la gente. Pude ser yo, tener confianza en mi misma, disfrutar de amistades. Volver a casa sien miedo a que me encontraría,… Me relajé en unos brazos de una madre que me sonreía, que me ayudaba y me adulaba. Mi autoestima salió a flote.

Pero volver a mi casa, el volver a la cárcel fue terrible. No lo podía aguantar y logicamente mi depresión fue enorme.

A pesar de ir a un psiquiatra, en ningun momento, le dejé que penetrara en mi mente. Si ni yo sabía lo que me pasaba. El juzgó el exterior, pero jamas supo nada de mí . Vió a una adolescente rota, pero nunca llegó a ni imaginar, que mi alma estaba rota en mil trozos. A las pocas consultas le dije a mi madre que estaba mejor y no quería ir mas.

Pero el infome que escribió sobre mí , ahí debio quedar, y mi madre sin yo saberlo lo utilizó el resto de mi vida para descalificarme. Presentandolo a supuestos amigos, compañeros de trabajo,…. Todo para aislarme en una burbuja sin oxigeno.

Una vez tuvo un documento escrito, presentarme ante los demás como la inestable, y ella como la pobre madre sufridora fue fácil.

Llegó al extremo de cambiar su medico de cabecera para tener la mia, porque yo dije que era muy buena y amable. Logicamente, ella tuvo que presentarse  como mi madre y romper con toda norma sobre la privacidad de los pacientes. Le mostró a la medico su gran preocupación por mi. Y la medico cayó en sus redes.  Normal, una madre que se preocupa por su hija. Yo me senti violada en mi mas profunda intimidad, traicionada. Fue la ultima gota que colmo el vaso y me paralizó aun más. Ya no podia confiar en mi medico. Pero ya os contaré más sobre mi enfermedad en otro post.

¿Como una madre  puede hacer esto?

Entiendo a  quien lo duda, porque a mi todavía hoy me cuesta creerlo y más entenderlo. Como una madre en lugar de ayudar a su hija la hunde todavía más? La unica respuesta válida, es porque la realmente inestable y satánica es ella.

Huye y no mires atrás. Aléjate. No podrás ser libre mientras no te alejes de sus manipulaciones. Y aun así, tu mente seguirá atrapada en negro mar de pensamientos. Lucha también contra ellos.

Tu puedes. Eres fuerte. Ella te hizo fuerte. Dale las gracias por ello.

 

 

Madres negligentes

Madres negligentes

La madre negligente es el segundo tipo de madre tóxica.

Tal como su nombre lo sugiere, es aquella madre que no se ocupa de las necesidades básicas de sus hijas, o suele ignorarlas y/o invalidarlas como seres humanos.

Son relativamente fácil de identificar por el abandono físico que sufren sus hijos, ya no solo emocional. Muchas de ellas llegan a ser denunciadas ante los servicios sociales, puesto que no proveen de alimentos y sus hogares están en condiciones poco higiénicas.

Al contrario de la madre absorbente, ella conoce bien los limites entre ella y su hija. Pero solo ocupa y preocupa de si misma. Sus hijos no le interesan lo más minimo.

Las secuelas que dejan en sus hijas son tan devastadoras como las que pude dejar una madre absorbente. Quizá , las víctimas pueden escaparse antes de sus garras, ya que al abuso emocional se suma la parte visible. Al ser detectadas, los hijos pueden llegar a ser separados de la madre por familiares o servicios sociales.

 

 

 

 

 

Los chicos tambien sufren la ira de la madre narcisista

Los chicos tambien sufren la ira de la madre narcisista

Aunque normalmente una madre narcisista prolonga su ego y lanza su ira a traves de una hija esto no significa que los varones no sufran los abusos de una madre con trastorno de la personalidad narcisista.

Aqui el ejemplo de un alma que ha decidido tomar las riendas de su vida:

 

«No admite el error ante mi o ante otros… pero ella es totalmente consciente de cómo lo hace y por qué lo hace?? Es así?? Pues vaya hija de puta…

Pero creo que conmigo se ha equivocado de víctima. Llevo mucho tiempo aguantando por el bien de una familia pero no es mi familia sino la de mi madre y mi padre. Si ella hace división para mantenerse en el poder y mi padre se mantiene al margen, por ignorancia o comodidad, creo que es hora de que les explote en la cara.

Mi abuela trataba a su chivo (mi madre) con menos aprecio, con más exigencias, con menos cariño, menos elogios, menos bienes y menos consideración que a los restantes. El gran golpe para mi abuela fue que mi madre se echara novio con 29 años y se casara 6 días antes de los 30. Se le iba a la que ella había elegido para que permaneciera a su lado en su vejez.
Desde que yo recuerdo cada vez que mi madre recibía menos en vez de mandar a mi abuela a la mierda cosa que yo le decía que hiciera, iba a portarse mejor aun, a esforzarse más por su madre para recibir a cambio las migajas que habían sobrado de repartir todo a los otros.

Si sabes que yo ante los ataques de tu madre te aconsejo que la mandes al carajo, no me lo hagas a mí porque ya sabes de qué pie cojeo.

Además todo lo que le habían hecho en su casa lo sabia yo, o porque me lo contaban o porque lo veía directamente.
Cumplo los 4 años la última semana de julio. Mi tío solo bajaba al pueblo en verano.
Estando jugando con mis primos y mi abuelo hablando con dos hijos varones entra a casa de mis abuelos mi madre y les dijo mi abuelo a mis tíos: «callad que viene vuestra hermana». Se trataba de la compra de un solar entre el padre y 3 de los 5 hijos. Pasados tres meses le venden a mis padres una parte a 5 veces y media lo que esa misma parte les había costado a ellos. Jamás he entendido por qué no cortó mi madre relación con su familia en ese mismo momento.

A mí no me habrían visto el pelo más… bueno quizás porque vivían en el mismo pueblo…

Con 7 años se le antoja que yo no me puedo llevar bien con su suegra palabra que adoro porque la mayor cantidad de veces que he oído esa palabra era cuando se referia a mi ABUELA, así con mayúsculas, la paterna, la madre amorosa, la hermana justa, la abuela protectora y la suegra amable.
«Eres igual de tranquilo que tu abuela» (pero si soy un manojo de nervios ja ja; tranquilo para moverme para hacer algo que tu quieres pero yo no… pues si, claro)… y otro día… «eres más tranquilo que tu abuela» … y así unas 5 veces. A mi me tocaba más la fibra no porque me dijera tranquilo a mí, sino porque nada le daba derecho a hablar mal de mi abuela en mi presencia.
A la de 5 o así le contesté: «prefiero paracerme a mí abuela, que por lo menos quiere a sus hijos». Por la cara que puso parece que no le gustó la respuesta.

Al año y pico le dio por intentar que le tomara odio a su madre. Como cuando me contaba todo lo que su madre le había hecho y le hacía, yo no le daba más cariño, ni más atención, ni abrazos… optó por exponer un ataque directo…: «si lo que más me duele no es que mi madre no me quiera a mí, sino que no os quiera a vosotros». Y yo en 4°de EGB que estaría estudiandome la alimentación de las hojas le contesté: «pues lógico, si la savia no pasa por el tronco Cómo va a llegar a las ramas?»

Y de esas un sinfín; ella esperaba que el hijo que ella había educado para amar incondicionalmente agachase la cabeza y como no lo conseguía o se enfadaba mucho o se quedaba como atontada al romperle los esquemas.

Se dedica a cuidar, abonar y regar la tierra pobre del corazón seco de mi hermano menor, sabiendo que no va a dar fruto porque lo tiene tan seco como ella. Se ha confiado y a la tierra fértil del corazón de su chivo expiatorio, le pide productividad tratándola con desdén pensando que es una fuente inagotable de amor.

La bruja de Blancanieves tiene los días contados. Voy a salir al mundo, a irradiar luz, a dar amor (aunque quien más me debiera haber querido casi me deja el corazón inhábil), a ocupar en el mundo el lugar que me corresponde, el de una persona con unas cualidades muy imperfectas pero al parecer mejores que las de ella y que por eso me envidia y me trata así.

Espero que el niño dorado al que le ha dado la función de aniquilarme se dé cuenta de cuantas veces ha servido a su «reina» y de cómo jamás lo ha valorado ni elogiado salvo cuando quería que estuviera a su servició, y toda esa ira se vuelva contra ella y que el asesino psicológico que programó para matar a quien le podía hacer sombra, se convierta en su propio verdugo.

Me alejo del castillo, de un reino de odio, tramas, rencores y traiciones. Pero ojalá que la reina siga tan encelada y obsesionada con su chivo para que se busque espejos que le hagan saber lo bien que le va la vida, los progresos laborales, sentimentales y cuánta gente tiene a su alrededor que lo quieren y a quienes corresponde.

La bruja no ha conseguido su propósito: «aislar a Blancanieves del mundo, negarle la opción de conocer la normalidad, cuánto amor hay fuera para que viviera resignada a las pizcas que puedan salir al estrujar un corazón tan seco como el de mi madre.

El tren que esta pasando es el de NUESTRA VIDA

COJAMOSLO SIN MIEDO »

Los abrazos a un niño pueden modificar su ADN

Los abrazos a un niño pueden modificar su ADN

Cuanto se abrace a un niño infuye en su crecimiento.

Hace decadas que los científicos nos vienen diciendo que abrazar y dar muestras de amor a un niño, es crítico para el crecimiento y desarrollo del mismo.

Pero ahora un nuevo estudio demuestra  que los abrazos pueden dejar efectos medibles, no solamente a nivel emocional, si no también a nivel molecular del ADN.

Para el mencionado estudio, los científicos de  la Universidad British Columbia y del Instituto de Investigación del Hospital de Niños British Columbia, observaron a 100 niños por un período de 4 años. Pidieron a los padres de niños desde los cinco meses hasta que cumplieron 4 años, que anotaran cada vez que tenian contacto fisico con sus hijos  y durante cuanto tiempo.

Cuando los niños cumplieron 4 años, los cientificos tomaron un ejemplo de ADN de los participantes en el estudio, para ver si habia diferencias entre los que habian sido tocado a menudo como infantes y entre los que no tanto.

Encontraron diferencias constantes entre los niños con bajo contacto fisico y los de alto contacto fisico. En definitiva, las celulas de los niños con menor nivel de contacto fisico eran menos maduras de lo que deberian ser para su edad.

Esto, segun el profesor del Departamento de Medicina Genetica, Michael Kobor. podrai terminar en que los niños experimenten retraso en el desarrollo y en el crecimiento.

En la publicacion del estudio, los investigadores dijeron que los descubrimientos son los primeros que demuestran que el tacto » tiene profundas consecuencias en el epigenoma, cambios bioquimicos que afectan los genes.

Existe tambien otro estudio realizado por  la Universidad de Illinois, que confirma que los infantes  privados de calor y abrazos, tienen niveles abnormales de las hormonas que regulan el comportamiento social.

Ciencia aparte, los niños necesitan ser abrazados para desarrollarse y prosperar. Un niño querido, abrazado  es un adulto seguro de si mismo.
Sobrevivir a una familia tóxica-artículo de El Mundo

Sobrevivir a una familia tóxica-artículo de El Mundo

Parece que la sociedad se va haciendo eco de la existencia de las familias disfuncionales. Ya es hora de no esconder bajo la alfombra la existencia de madre malas.

Os dejo aqui este fenomenal articulo de El Mundo, escrito por Carlos Alcelay.

Revelación de secretos inconfesables, madres que no actúan como tales, broncas entre hermanos, disputas por la herencia, decepciones con los padres, e incluso violencia psicológica y física… Hay veces que el entorno familiar se convierte en un verdadero campo de minas del que es difícil salir ileso. Repasamos algunos de los casos más sonados y hablamos con expertos para aprender a sortear esas ‘bombas’.

La tormenta familiar en directo sirvió a Alba Carrillo para acaparar protagonismo en el reality Supervivientes. La modelo se enteró, al tiempo que lo hacía la audiencia, de que su madre, Lucía Pariente, nunca había estado enamorada de su marido. Esa confesión pública fue el comienzo de un espectáculo grotesco en el que cada personaje aireaba las miserias de una relación tóxica que sigue representándose en los medios con la ausencia del padre, quien prefiere ignorar a ambas. Los tres podrían ser un referente oportuno para explicar hasta qué punto el hogar puede ser un entorno viciado.

«La familia es el primer escenario de nuestra vida. En ella aprendemos a descubrirnos, a conocer el amor o el desamor, el aprecio o el desprecio… Es el lugar donde se desarrolla nuestro yo, y si en ese ámbito nos encontramos con personas tóxicas, entonces la solución es la distancia». La psicóloga Laura Rojas-Marcos expone en su libro ‘La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas’ el alto coste emocional de los vínculos entre padres, hijos o hermanos. Las peores afrentas y las aversiones más profundas se pueden llegar a generar entre quienes más afecto y respeto deberían mostrarse. Probablemente la solución más saludable, afirma Rojas-Marcos, sea romper lazos, aunque no siempre resulte fácil.

La falta de sinceridad, la existencia de realidades paralelas solo conocidas por alguno o algunos miembros de la familia es un elemento distorsionador de la convivencia hasta el punto de crear un ambiente irrespirable. «La revelación de secretos dolorosos desestructura enormemente la dinámica familiar, generando enfrentamientos duros y una desconfianza crónica», apunta la doctora en Psicología Vanessa Fernández, máster en Inteligencia Emocional. «No hay nada peor que airear esas disputas. El daño que se hace es irreparable y se cierran las puertas a cualquier tipo de entendimiento», asegura. Sin embargo, una de las peores consecuencias de la fama es tener que compartir la intimidad con los demás. Son innumerables los casos mediáticos que sirven para describir a la familia tóxica.

No le fue fácil para la actriz Leighton Meester (conocida sobre todo por la serie Gossip Girl) enterarse de adulta que había nacido en la cárcel, donde su madre cumplía condena por tráfico de drogas. Su relación fue irrecuperable y Leighton llegó a quitarle la tutela de su hermano menor. Al actor Woody Harrelson también le cambió la vida, como relató al diario británico ‘The Guardian’ cuando, siendo un adolescente, se enteró por casualidad de que su padre había sido condenado a cadena perpetua por la muerte de un juez, que llevó a cabo por encargo de un traficante.

Muchos conflictos personales tienen su explicación en la no aceptación del otro como es. «No solemos ejercitar la empatía, aunque debería ser la más básica de nuestras virtudes. Ser tolerantes, darse cuenta de que los demás tienen opiniones y sentimientos distintos, es esencial para establecer relaciones estrechas, o al menos aceptables», afirma la doctora Fernández. Si se carece de esa sensibilidad, los efectos pueden ser devastadores. De eso sabe mucho Jennifer Aniston. «Cuando era niña, sufría dislexia y mi madre -la exmodelo Nancy Dow- no me apoyaba. Creía que era poco inteligente y me criticaba de forma cruel. Ella era preciosa, impresionante. Yo no», relataba a un periodista del The Hollywood Reporter. Por eso hoy todavía se reconoce como insegura y acomplejada, y durante años no mantuvo ningún vínculo con su madre, que murió el año pasado.

Drew Barrymore no recibió mejor trato de su progenitora, Jaid, quien la explotó cuando era una estrella infantil, la hizo participar en sus fiestas cuando era solo una adolescente y, finalmente, también la empujó a sus adicciones. Tras un largo periodo de autodestrucción, Drew rehízo su vida, aceptó las debilidades de Jaid y hoy se ocupa de ella para crear junto a sus dos hijos la vida familiar que deseó durante tanto tiempo.

«En las consultas vemos que las diferencias económicas con padres o hermanos son el principal motivo de los conflictos familiares», apunta Vanessa Fernández. Yañade: «La generosidad y la empatía deberían ser los pilares de una relación de cariño, pero no siempre es así». Parece que la conocida animadversión entre Rocío Carrasco, heredera universal de Rocío Jurado, y sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando, estalló con el reparto de la herencia y la supuesta escasa protección económica que la hija mayor de la cantante prestó a ambos cuando eran menores de edad. Con cierta periodicidad, nuevas declaraciones corrosivas recuerdan que sigue muy vivo el enfrentamiento de Carrasco con el resto del lan.

Una situación similar a la que sufre Arantxa Sánchez Vicario desde que reveló en su autobiografía ‘Arantxa, ¡vamos!’ que había roto la comunicación con su familia y que estaba arruinada por la mala gestión que sus padres habían hecho de su patrimonio. Desde entonces, sus diferencias se han resuelto en los juzgados. La bronca con sus hermanos que estalló en el tanatorio donde reposaban los restos de su padre agudizó el odio que ahora se profesan.

«En cualquier disputa todos tienen parte de razón. O se reflexiona y se negocia o la relación se vuelve insoportable», explica Fernández. «En nuestra cultura, que nos enseña que la familia debe ser el eje de nuestro mundo social, verse enemistado con todos es durísimo. Esas personas se sienten solas, aisladas y suelen desarrollar sentimientos paranoides sobre el comportamiento de sus familiares», añade.

En el peor de los casos, quienes se ven víctimas de esos entornos viciados terminan sufriendo serios trastornos de personalidad. Entre el adorable actor infantilMacaulay Culkin y el adulto adicto a las drogas hubo un padre manipulador, una madre sumisa y un divorcio en el que se disputó la fortuna generada por su hijo. Cuando Culkin logró recuperar el control de sus finanzas y excluir a sus progenitores, no volvió a tener contacto con ellos. Lindsay Lohan al menos mantiene con su madre una relación tortuosa que se ha roto tantas veces como se ha recuperado. De su padre alcohólico prefiere no saber nada. «Estoy cansada de mantener a mi familia y de jugar a ser el papá y la mamá de mis hermanos. Quiero tener mi propia vida», dijo en una entrevista televisiva con Oprah Winfrey donde se mostró como una damnificada del éxito, lo que ayuda a explicar sus problemas con el alcohol y sus reiterados propósitos de recuperación.

«Mi padre me maltrataba. Crecí en un ambiente violento. Presencié escenas de maltrato en mi casa y en las de mis vecinos. Cuanto mayor se hace uno, más consciente es de los efectos que esto puede tener en la vida». Así hablaba sobre su infancia Christina Aguilera en un evento promovido por la plataforma HopeLine contra la violencia de género. También reconocía que gracias a esa traumática experiencia había comprendido el valor de la auténtica familia.

Charlize Theron conoce esa necesidad de ofrecer a sus hijos el entorno seguro y afectuoso del que ella no disfrutó. La actriz tenía 15 años cuando una noche su padre llegó a casa ebrio y agresivo, como era habitual en él. Cogió una escopeta y amenazó con matarla. Su madre reaccionó, se hizo con otra arma y le disparó. Él murió a sus pies. Desde entonces sufre un trastorno obsesivo-compulsivo.

«La violencia destruye cualquier familia. Si la sufren los niños es probable que arrastren secuelas de adultos. El único camino es alejarse de ese entorno y recibir ayuda psicológica», explica Vanessa Fernández. Nada cuesta tanto perdonar como los pecados de familia. Nada tan nocivo como no recibir de ella el amor, la protección y la estabilidad esperados. Y nada tan difícil como pasar página porque, asegura la psicóloga, «lo que dices se puede olvidar, pero nunca lo que haces sentir»

Podeis ver el articulo aqui.

Secuelas que una madre narcisista deja en su hija

Las secuelas que nos deja una madre tóxica son muchas y casi imborrables. Cuando eres criada por una madre tóxica, creces creyendo que nunca eres lo suficientemente buena. Nunca cumples las expectativas de tu madre aunque lo intentes cada día. La continua humillación, invalidación, falta de amor,… es uno de los peores maltratos infantiles que existe y nos deja a sus víctimas, hijas , con síntomas muy difícil de sanar, el llamado Síndrome de la Víctima Narcisista.

La visión sobre nosotras mismas queda distorsionada ya que no nos atribuimos el valor que tenemos y merecemos.  Crecemos creyendo que no valemos, que no sabemos,…crecemos invalidadas. (invalidación)

Crecer en el seno de una familia disfuncional, donde la madre es tóxica, es padecer el peor de los abusos infantiles que se pueden padecer. No presentamos signos o heridas externas, y cuando tratamos de encontrar la explicación de lo que nos pasa, nuestra madre nos vuelve a aplastar  gaseandonos (gaslighting). Nos hará creer que estamos locas, que no sabemos lo que decimos,…..

La manipulación de nuestra madre es interminabe ( aquí puedes leer que tipo de técnicas de manipulación usa tu madre), y  nos deja secuelas que arrastramos de por vida si no las enfrentamos.

Al conjunto de Secuelas  que una madre tóxica te deja, o los síntomas que padeces por los abusos sufridos se le llama SINDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA.

Puedes leer sobre el Síndrome de la Víctima Narcisista aquí , donde vas a encontrar todas las secuelas que puedes padecer tras los abusos sufridos tal como están detalladas en mi libro «Sobrevivir a una madre Narcisista. Cómo recuperarte de tus heridas infantiles y por fin desplegar tus alas».

Aquí paso a enumerar las más comunes:

    1. Sufres de muy baja estima: la madre tóxica solo muestra afecto cuando quiere conseguir algo.  Es exigente y nunca está satisfecha. Lo que nos deja a sus hijas sintiendo que nunca somos lo suficientemente buenas. Tu madre te ha inutilizado tanto, que no eres capaz ni de tomar una decisión por tí sola. Intentar complacer a cada momento nos genera  también depresión y ansiedad.
    2. Sientes auto aversión: sentir que nunca puedes hacer nada bien, te deja aborreciendote a tí misma. El no poder satisfacer a tu madre, que se supone te tiene que amar incondicionalmente, hace que te crees una opinión sobre tí de que no mereces amor. Lo que se puede traducir en no gustarse.
    3. Fallas en el autocuidado: no importa que aspecto tenías cuando eras joven. Siempre estabas demasiado gorda, o demasiado flaca, o fea,…. Tu madre siempre ha criticado tu aspecto. Luego para qué cuidarse. En ocasiones, nos pasamos al extremo contrario. Para tapar esos defectos que creemos tener , nos obsesiona nuestro aspecto externo.
    4. Hablas negativamente sobre tí: simplemente reflejamos lo que nos ha hecho creer nuestra madre sobre nosotras. Las críticas que ella ha vertido sobre nosotras las repetimos en alto, porque no somos capaces de ver nuestras cualidades.
    5.  Atraes parejas tóxicas que no te respetan: Toda esa desaprobación por parte de tu madre, al final te mina y te deja creyendo que no eres merecedora de amor , atención ni aprobación. Por eso al buscar pareja para calmar esas carencias, caemos en manos de seres que nos destruyen igual que lo hizo nuestra madre. Buscamos el mismo tipo de relación que con nuestra madre. Atraemos parejas con trastorno narcisista de la personalidad. Atraemos a los hombres narcisistas, porque somos dependientes, fáciles de manipular, y necesitamos satisfacerles. Somos su víctima perfecta.
    6. Sientes que tienes que esconder  quien eres realmente: desde temprana edad las hijas de madres tóxicas tenemos que pretender ser quien nuestra madre dice que somos.  Cada vez que hemos intentado ser nosotras mismas, demostrar nuestros sentimientos,  nuestra madre nos ha coartado. Nos ha recordado que no somos lo suficientemente buenas. Por esto, una vez salimos a la vida, las hijas de madres tóxicas escondemos quienes somos físicamente y emocionalmente, en el intento de mezclarnos y pasar desapercibidas. Esto nos deja vulnerables a críticas, y al hoy llamado bulliying.
    7. Saboteas tu felicidad: tanta decepción sufrida mientras crecías, que has crecido pensando que la suerte y las buenas cosas no son para tí. Tratando de protegerte de más abusos, tienes una tendencia a sabotear las cosas buenas de tu vida: si no amas no te harán daño, si no deseas algo, no te lo quitaran. Es un mecanismo de protección que resulta destructivo para ti.
    8. Eres extremadamente perfeccionista:  como hija de una madre tóxica intentas conseguir la perfección en todo lo que haces. Desde sacar las mejores notas, hasta ser la mejor en tu trabajo. Siempre intentas no fallar para evitar las críticas a toda costa. Intentas siempre ser el epítomo de la perfección. Y aunque la consigas, no lo sabrás ya que nunca te ves lo suficientemente buena.
    9. No valoras tus éxitos: tu madre nunca te ha permitido celebrar  tus logros o quien eres, y esa denegación la llevas a tu vida adulta. Si haces algo extraordinario, normalmente otorgas el crédito a factores externos a tu persona. Minimizando tu valía te es muy difícil creer que res capaz de hacer algo bien.
    10. Padeces ansiedad y depresión: ser criticada cada día y cada momento por todo lo que haces, ser ridiculizada por tu madre a cada ocasión te genera estrés.  El intentar complacer y nunca conseguirlo, hace que las víctimas desarrollemos ansiedad y depresión.
    11. Te preocupa ser una narcisista como tu madre:  al crecer y darte cuenta del maltrato de tu madre te preocupa que los comportamientos tóxicos de ella se hayan grabado en tí. Imitamos patrones de comportamientos. Es normal. Pero tranquila, estás aquí queriendo romper el círculo.
    12. Te cuesta mucho tomar decisiones: Tu madre siempre ha decidido por tí, siempre has hecho lo que ella ha dicho. Creces sin capacidad de decisión, de discernir si esta bien o no y necesitas la aprobación de los otros para tomar decisiones. Por eso ante diferentes situaciones preguntas a tu pareja, amigos,…. buscando aprobación. Tú no te atreves a decidir ya que temes nos acertar.
    13.  Eres fácil de manipular emocionalmente. Temerosa de la desaprobación de tu madre y de su frecuente comportamiento hiriente, tienes miedo de que todos los adultos te traten con desden. Al crecer, ese sentimiento de miedo se transfiere hacia cualquiera con autoridad. Temes la autoridad porque has crecido con una autoridad que no ha sido justa. Pero a veces pasa, que le das demasiado poder a esa persona con autoridad al tenerle miedo. (es el caso de parejas que te tratan como lo hizo tu madre).
    14. Te cuesta establecer límites con las personas: Has crecido sin saber decir «no». Esta palabra nunca se la has podido decir a tu madre. Siempre has tenido que hacer lo que ella ha dicho y a su manera, sin poder expresar tus sentimientos.  Esto hace que crezcas siendo incapaz de decir no, aunque te esten haciendo daño. Lo que te crea además frustración y rabia hacia tí misma por no ser capaz de parar el abuso.
    15. Tienes miedo de tu madre: no importa la edad que tengas, sigues teniendo miedo de tu madre. Tienes miedo incluso a una llamada suya porque sabes que en sus palabras solo hay represalias. Su azote verbal, enturbia tu espíritu.
    16. Sigues buscando la aprobación de tu madre: probablemente sabes que nunca vas a obtenerlo, pero nunca cesas en intentarlo. La sociedad nos enseña que las madres aman a sus niños. Y tu a pesar de tu edad adulta, no puedes entender porque no puedes sentir ese sentimiento por parte de tu madre.Anhelas su aprobación, su amor pero tu sabes que eso no va a llegar.
    17.  Quieres sacarla de tu vida, pero te da miedo y te sientes confundida: cuantas veces te has dicho a tí misma » ya está, ya no puedo más, no quiero saber nada más de tí». Hay algo dentro de tí que sabe que tu madre es destructiva contigo, y a pesar de eso no puedes romper con ella.Esto es por el sentimiento de culpa, el miedo y el tira y afloja con los que has crecido. Quieres ser libre  y encontrar la paz, pero siempre tu madre termina aspirándote de vuelta a ella.
    18. Tienes problemas de confianza: si no puedes confiar en tu madre, entonces de quien puedes hacerlo. Si la persona que te dio la vida y era responsable de tu bienestar, sólo te ha hecho sentir mal, cómo vas a confiar en los que no son nada tuyo y no se les supone que se deban preocupar por tí.
    19. Sientes que el mundo no es un sitio seguro: Las hijas de madres tóxicas somos miedosas, padecemos ansiedad y sentimos que el mundo y sus habitantes son una amenaza. Si no podemos confiar en nuestros padres, si tu casa no te ofrece seguridad y paz, entonces no hay lugar ni nadie en el mundo que pueda garantizarte esa seguridad.
    20.  Falta de identidad: cuando eres pequeña tu vida gira en torno a tu madre narcisista. No haces nada si ella no está presente. No estás con otras personas porque ella no lo permite , ya que es la mejor manera de manipularte. (como en la película Rapunzel). Esto hace que las víctimas de una madre narcisista, crezcamos sin saber quienes somos realmente ya que nunca se nos ha permitido pensar por nosotras mismas. Ellas, las verdugos, son quienes han decidido que era bueno y que no para nosotras, no dejándonos elección en la vida. Esto hace que aún cuando rompemos el vínculo con ella, para salir del círculo vicioso, nos cuesta encontrar nuestra dirección y sentido en la vida.
    21. Buscamos la felicidad fuera : nos pasamos la vida soñando. Nuestra infancia es tan dura, que soñamos con un futuro mejor. Buscamos una pareja que nos quiera, amigos que nos respeten,… y cuando las personas de fuera nos fallan, volvemos a caer en e agujero, cada vez mas profundo. Nunca pensamos que la felicidad está esperándonos dentro de nosotras, ya que no nos queremos. No aprendimos a hacerlo.
Ser hija de una madre tóxica supone padecer uno de los peores abusos infantiles que existen. Tu madre te deja secuelas muy dificiles de sanar contra las que tienes que luchar cada día.

Saber que no eres tú,  que ha sido tu madre todo este tiempo te da cierto alivio. No te culpes más. Este es el primer paso en tu recuperación, saber que no es tú culpa. Tú no eres la culpable de los comportamientos manipulativos, absorbentes y de indiferencia de tu madre hacia tí. No has hecho nunca nada malo, sólo has sido hija de una madre con trastorno narcisista de la personalidad. Todo lo contrario , hiciste todo lo que pudiste para satisfacerla y nunca fue suficiente.

Es  hora de que te quieras  y estes con personas que te puedan dar el amor incondicional que tu madre nunca ha sabido darte.

Si no haces frente a estas secuelas, tus heridas las seguirás repitiendo y lo peor las seguirás pasando a tus hijos. Porque si miras para atrás, seguro que la madre de tu madre es o fue también una madre tóxica-narcisista. Y al final , tu madre,  la víctima que no pudo ni supo hacer frente a su progenitora para acabar con el maltrato.

¿Tú vas a continuarlo o vas a pararlo? Recuerda que tienes derecho a equivocarte a repetir patrones ya que no es fácil. Hay que volver a aprender a vivir y a reprogramar el cerebro. Pero se puede. Se puede ser libre y feliz.

 

 

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