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Madres manipuladoras y victimistas

Madres manipuladoras y victimistas

Es tan difícil ver que somos maltratadas por nuestras madres, que cuando lo hacemos nuestras heridas emocionales están casi grabadas en nuestro ADN.

Es normal no darse cuenta. Primero porque has tenido que crecer con ella y no has podido conocer otra cosa, y sobre todo porque  te ha adiestrado muy bien para que sientas adoración por ella y la obedezcas. Además te ha enseñado a sentirte culpable si no lo haces.

No te has dado cuenta porque no te ha pegado y siempre te ha dado de todo y te ha ayudado. ¿Pero lo ha hecho con condiciones?

Déjame decirte que el amor se da gratis, sin pedir ni esperar nada a cambio. Venga de quien venga el amor si es real es incondicional. Si tu madre es de las que te ha dicho te ayudo si tu haces «X» cosa, o te pones «X» cosa, tu madre ha abusado de ti, te ha manipulado.

Si durante tu vida tu madre no te ha mostrado todo lo que vales, no te ha alabado, y te ha hecho sentir que nunca eres lo suficientemente buena, te ha manipulado emocionalmente.

Y eso déjame decirte es uno de los peores maltratos que existen. Manipular la mente de un niño para que no crea en si mismo es el peor maltrato que existe porque te deja sin las herramientas emocionales necesarias para el crecimiento. Te rompe.

Un niño no validado es un adulto roto, que no cree en si mismo, que le cuesta encontrar el rumbo en la vida y que es una presa fácil para posibles relaciones toxicas. Por que, porque no sabe poner limites y esta acostumbrado al amor con condiciones y es lo que termina buscando.

Madre victimista

Si tu madre es de las que todo gira alrededor de ella, siempre se queja: «hay es que mi vida ha sido difícil, es que no he tenido suerte con tu padre, es que mi salud es delicada,….». Déjame decirte que el victimismo lo usa para manipularte. Una madre sana no hace esto.

Si estas actuaciones te resultan familiares tu madre te ha maltratado, no te ha dejado crecer emocionalmente. Si es duro, pero cuanto antes veas la realidad, antes puedes sanar y ser la mujer estupenda que eres. Nunca es tarde para que veas todo lo que vales, para empoderarte.

Por eso debes de curar tus heridas emocionales infantiles, para poder crecer emocionalmente y ser tú realmente y tomar las decisiones adecuadas que te lleven donde quieras ir.

Gracias al Método RAN©, vas a curarte.

No esperes a desplegar tus alas y vuela dejando atrás de una vez por todas ese dolor que te paraliza.

Día Internacional de la Niña

Día Internacional de la Niña

Este próximo 11 de Octubre es el Día Internacional de la Niña,  día para dar a conocer los derechos de las niñas.

Aprovecho este día para recordar que debemos ayudar a nuestras hijas a que se EMPODEREN: a que reconozcan su valor y poder.

Puede que por la educación recibida o el entorno en el que hayas vivido, a ti no te enseñaron a ver tu verdadero valor. Las chicas de la casa en muchos hogares nuestros eran las que tenían que hacer las labores del hogar, y atender a los hombres de la casa. Con lo que las niñas estaban obligadas a relegar sus necesidades.

Pero puede que no te educaras en un ambiente machista y aun así, como es mi caso no te enseñaron a valorarte. Yo crecí en un ambiente donde tanto mi hermano como yo teníamos que hacer las mismas cosas en casa y no se hacía distinción de género, pero a pesar de eso jamás escuché una voz de aprobación. Nada que me hiciera creer en mí.

Por favor aprovecha este día de la Niña para recordarle a tu hija todo lo que vale y el inmenso potencial que tiene dentro.

Muéstrale a poner sus necesidades en primer lugar, en  que crea en ella,… . Una niña que crece apoyada emocionalmente, sintiéndose protegida, segura de sí misma es capaz de todo lo que se proponga en la vida.

Qué es el empoderamiento

El empoderamiento es el proceso de aumentar tu capacidad para que  tomes decisiones y puedas transformar esas elecciones en acciones y resultados deseados. A través del proceso, te conviertes en un agente de cambio. En términos más simples, es el factor «puedo hacerlo«, el proceso para poder pasar del «No puedo» al «Puedo».

Lo enriquecedor en el proceso de empoderamiento es evidenciar el desarrollo de la confianza en tus propias capacidades, que provocan cambios sustanciales en tu forma de pensar en tus metas y desafíos.

Los factores que pueden influir en este proceso, de toma de poder de una misma, son tu familia, amigos, entorno, la educación, la experiencia… pero el fundamental es tomar consciencia de ti misma.

Por eso te animo de nuevo que en este día de la Niña comiences una nueva etapa con tu hija y contigo misma: ayúdale a empoderarse para que pueda tomar sus propias decisiones y nadie decida por ella. Enseñale  a que puede. Dale todas las herramientas para que saque todo su potencial.

Crea una mujer segura de si misma capaz de llegar donde todo su potencial le empuje a llegar.

 

Cómo maltrata una madre narcisista

Cómo maltrata una madre narcisista

Debes de reconocer como maltrata una madre narcisista para confirmar que has sido abusada por ella y no culpabilizarte más.

Para mantenerte bajo su control, tu madre ha utilizado diferentes técnicas que te voy a pasar a enumerar a continuación. Las puedes encontrar detalladas en mi libro «Sobrevivir a una madre Narcisista. Cómo recuperarte de tus heridas infantiles y desplegar por fin tus alas».

Una vez más puede que tu madre no haya utilizado todas contigo, y puede que haya utilizado diferentes técnicas al mismo tiempo. Las madres tóxicas son bastante predecibles y tienen unos patrones de actuación muy similares unas de otras. Pero son personas únicas y no todas utilizan las mismas armas de tortura. Las irás reconociendo según las vayas descubriendo.

Técnicas que utiliza la madre tóxica para mantenerte bajo su control

  1. Infantilización
  2. Invalidación
  3. Gaslighting, la asfixia emocional
  4. No respeta tus límites personales
  5. Practica la triangulación
  6. Mina tus logros
  7. Utiliza un padre permisivo
  8. Practica la proyección
  9. Deflexión
  10. Intimidación. Te genera miedo
  11. Culpabilizar
  12. Síndrome de Munchausen por poderes
  13. Ley del hielo o Tratamiento de silencio
  14. Rechazo
  15. Explotación y violencia física
  16. Practica el Hoovering, trata de aspirarte
  17. Victimismo
  18. Venganza persecutoria, o acoso

Reconocer cómo te ha maltratado tu madre está bien porque sirve para abrir los ojos y confirmar que has sido maltratada. Pero no olvides que lo más importante eres tú, la víctima. Debes enfocarte en reconocer tus heridas emocionales que repites a pesar de la distancia o el tiempo y afrontarlas. Sabiendo que sigues repitiendo tus patrones emocionales, porque repites tu trauma infantil (transferencia del trauma de Freud), y entendiendo que lo haces porque eres adicta a tus emociones podrás sanar para por fin ser la mujer fuerte que eres y que nunca tu madre te ayudó a ver.

Ira Narcisista

Ira Narcisista

La ira narcisista, es la combinación de necesidades insatisfechas en las primeras etapas del desarrollo, junto con un entorno invalidante y un temperamento altamente sensible. Es una expresión primitiva, emocionalmente inmadura, de necesidades frustradas e invalidación (real o percibida) .

La ira narcisista no es una reacción al estrés del a persona tóxica, sino una reacción al temor subyacente de no satisfacer sus necesidades, no obtener su suplemento narcisista. Un temor tan grande que perdurará incluso después de que la amenaza desaparezca ( como expresa Sam Vaknin en su libro “Narcissism Revisited”).

La persona narcisista, está constantemente atenta a desaires, insultos, críticas o desacuerdos (reales o imaginarios), que experimenta como un rechazo y humillación y le hacen montar en cólera. La persona narcisista justifica sus reacciones de ira ya que cree que le provocan. Su distorsión cognitiva, o percepción errónea de la realidad, le hace ver que los demás le atacan de manera intencional. Su respuesta es una ira descontrolada.

La ira narcisista resulta incoherente para el que la padece

Por eso para la persona que sufre el abuso, su ira le resulta incoherente. Durante la ira, son propensas a gritar, distorsionar hechos y hacer acusaciones infundadas con malicia punitiva y llena de odio. La ira suele ser de corta duración, pero puede causar problemas devastadores para la persona a la que la dirige la abusadora.

Desafortunadamente, cuando los narcisistas se enfurecen, violan los derechos y la confianza de los demás

Confundidos y molestos, el objeto de su amor comienza a alejarse de ellos. Esto los pone aún más furiosos porque toda su identidad requiere atención para poder sobrevivir. La ira los deja sintiéndose más perdidos, culpables y sin valor.

La ira narcisista de tu madre te produce miedo

Su ira te asusta, y ella al ver el miedo en ti hace que se sienta que ha ganado, le hace aún más poderosa y en control de la situación. Su ira cubre sus distorsiones cognitivas, su desarrollo emocional detenido, su pensamiento blanco y negro, su falso yo, su grandiosidad, su necesidad de atención (incluso si es negativa), su necesidad de tener razón y su falta de empatía.

En resumen, la “ira” narcisista de tu madre tóxica, le sirve para defenderse de su mundo hostil, y hace que tu te alejes cada vez más.

No se puede hablar de la ira narcisista sin mencionar la herida narcisista ya que son como dos caras de una moneda

Están intrínsecamente unidas. La ira narcisista es la reacción a la herida narcisista cada vez que se percibe una amenaza a la autoestima de un narcisista.

La ira puede desencadenarse a partir de varias fuentes, pero el narcisista es especialmente hipersensible a cualquier sensación percibida de traición o abandono, lo que garantiza la apertura de viejas heridas parentales de la infancia (es decir, experiencias infantiles de pérdida de la autoestima, orgullo o vergüenza).

La pérdida del suministro narcisista experimentado en la infancia se convierte en un miedo patológico y generalizado en el narcisista adulto, un temor que los hace hipervigilantes ante cualquier daño narcisista posterior. Como consecuencia, las personas con trastorno narcisista de la personalidad, están siempre en un estado de vigilancia contra el ataque, buscando constantemente cualquier forma de desprecio hacia ellos (real o imaginaria), y si detectan “ser atacados”, sacan su ira narcisista. 

Con un ego tan frágil como resultado de una herida narcisista, el narcisista es fácilmente herido y humillado. Incluso los comentarios o actos más inocentes los puede malinterpretar como un intento de menosprecio a su persona.

Además de tener un ego frágil, también sufren de un ego inflado. Se perciben a sí mismos como una especie de genio superior que les da derecho a un tratamiento especial donde sea que vayan. También tienen una profunda convicción de que la mayoría de las personas son inferiores a ellos, que están celosas o les tienen envidia. Perciben que estas personas inferiores están decididas a «derribarlos», por lo que deben estar alertas en todo momento para protegerse de tal ataque.

Su necesidad de venganza es primordial, porque cada herida narcisista los llena de vergüenza y autodesprecio. En un intento de reconstruir su falso yo y la autoestima, recurren a su ira para restaurar su sensación de seguridad y poder. La ira de los narcisistas se compone de dos componentes; la primera capa es rabia hacia la otra persona, mientras que la segunda capa es rabia hacia sí mismos.

La herida narcisista de tu madre

Si esto que has leído lo traspasas a tu madre quizá puedas entender sus reacciones. Ella siente su ego y autoestima atacada, y de manera inconsciente para proteger su falso ego de grandeza desata su ira.

Sus fantasmas de la infancia vuelven a ella de manera inconsciente como nos explica Sigmund Freud en “Más allá del principio del placer». En esta obra Freud señala la repetición en la transferencia analítica del trauma infantil temprano. Nos dice en su obra que de adultos, reproducimos las situaciones dolorosas que ocasionaron nuestras heridas narcisistas.

Estas situaciones dolorosas o heridas desatan la ira de tu madre por la vergüenza que le produce su verdadero yo, y por el miedo que descubran su falso ser.

Comprender este proceso te a va servir para entender tu propia herida narcisista.

Porque no olvides que tu también te has protegido de la baja autoestima que han creado los abusos de tu madre, con la mismas herramientas que ha usado ella para cubrir sus propias heridas o miserias.

No olvides que tus heridas y rasgos tóxicos los puedes superar y dejar atrás para siempre y cuando los reconoces, entiendes que eres adicta a ellos. Sabiendo que siempre puedes modificar la adicción de la química de tus emociones aplicando el Método RAN©.

 

 

Vínculo Traumático

Vínculo Traumático

El vínculo traumático es esa unión que impide desplegues tus alas y te alejes de la persona abusadora, de tu verdugo. El primer síntoma del Síndrome de la Víctima Narcisista Es esa unión fuerte pero destructiva con tu abusadora que se basa en el desequilibrio del poder y la intermitencia en el maltrato.

A las hijas de madres tóxicas, como a cualquier persona atrapada en una relación tóxica, nos cuesta romper el vínculo con nuestra madre tóxica, la persona narcisista, a pesar de que veamos claramente que nos hace daño. No sabemos por qué no nos alejamos de ella, no lo entendemos, y eso nos tortura aún más.

Hay mucha gente que te dice aléjate de quien te maltrata, de quien no dibuja una sonrisa en tu boca.

Pero cuando tu maltratadora es tu madre, no es tan fácil romper el vínculo. Las cadenas que te atan a tu madre son más fuertes de lo que crees, y por eso es tan difícil alejarse de ella. El vínculo emocional que tienes con tu madre es muy difícil de romper.

Como nace ese vínculo traumático con tu madre

Cuando nace un bebé, se vincula automáticamente con su cuidadora. Se une a ella por el instinto de seguridad y supervivencia. Es un mecanismo de defensa para evitar ser aniquilado. El niño se une o vincula, con su madre para poder sobrevivir.

Este vínculo con tu madre es más grande que el que puedas desarrollar con cualquier otra persona narcisista que se cruce en tu vida, porque nació como un vínculo de superviviencia.

Un niño criado por una madre tóxica, no conoce otra cosa, es lo que ve, con lo que vive. Simplemente intenta conseguir el amor y la aprobación que tanto necesita y desea. Y se esfuerza mucho por conseguir las migajas de amor que le da su madre. Desde muy pequeño aprende a culparse de las deficiencias de su madre. Si solo fuera más inteligente, mejor educado, más listo, más divertido, más guapo,…..

El niño por lo tanto crece creyendo ser el defectuoso. Incluso cuando las cosas parecen estar bien, el niño no tiene dudas de que la calma durará poco y que, en cualquier momento, la madre tóxica volverá a su estado agresivo y frío y el volverá a sentirse infeliz y enojado.

Por lo tanto, el niño hace todo lo posible para mantenerla feliz. Se vuelve hipervigilante en el más alto grado. Mantener a mamá feliz es lo más seguro y por ello cumple con lo que sea necesario que le imponga la madre. El niño vive con miedo constante y sometimiento absoluto a su progenitora.

Esto se da cuando las cosas van bien, pero como sabes por tu experiencia, el verdadero terror lo vive el niño cuando la madre tóxica saca a relucir su frustración, su ira narcisista . Entonces el niño ya no solo tiene el dolor emocional de una madre fría, distante y carente de amor. También tiene a la madre enfurecida, madre que reprime su personalidad, quitándole todo lo que ama o disfruta. Si mamá no se siente bien nadie en casa lo hará.

Me imagino que te sientes identificada con esto que acabo de explicar.

Como niña no has podido huir de este vínculo, has sido prisionera de tu propia infancia. Por eso el vínculo traumático con una madre es más fuerte y difícil de romper que con una pareja. Depender de tu madre para tu supervivencia es lo que ha hecho que nunca hayas podido romper las cadenas que te atan a ella.

Psicológicamente puede ser parecido a ser un rehén en una zona de guerra insegura durante muchos años. La supervivencia puede ser, y por lo general es, una preocupación muy real. Crecer bajo la constante amenaza de abuso físico, emocional, sexual, psicológico, mental y espiritual, mezclado con la amabilidad ocasional, proporciona el comportamiento intermitente requerido para desarrollar el síndrome de Estocolmo o la vinculación traumática.

Como hija de una madre tóxica, percibes que no hay escapatoria y aprendes a vivir en modo supervivencia,

recurriendo a la disonancia cognitiva (otro síntoma del Síndrome de la Víctima Narcisista), o autoengaño para sobrevivir los abusos. La disonancia cognitiva, autoengañarse, te reduce estrés, lo que fortalece el vínculo con tu abusadora hasta el punto de llegar a defenderla.

Con el sentido del yo erosionado o disminuido, y aislada de otras personas, te apegas con fuerza a tu maltratadora en busca de un poco de amor, de un poco de validación, de ese gesto amable que te devuelva tu identidad personal, que te diga que no eres una persona tan inadecuada como estás empezando a creer, sino alguien valiosa y digna de amor y respeto.

Los gestos “buenos” ocasionales de tu madre, te han arrastrado a una situación de abuso crónico y a una dependencia emocional de ella, tu abusadora.

Vínculo Traumático es la gran cadena que te impide dejar a tu madre

La Teoría del Vínculo Traumático, desarrollada por Dutton en 1995 y según él, se basa en dos parámetros fundamentales:

  • Desequilibrio de poder. El maltrato, lo entendemos como una relación de poder asimétrica, en la que una persona genera una relación de coacción, poder y daño frente a otra persona. Lo que explica esta teoría es que cuando una relación es asimétrica, cuando existe un desequilibrio entre ambas partes, empieza a aumentar la valoración negativa de la parte desfavorecida, aumentando así su dependencia de la fuerte. Tiene su lógica el asunto: si yo me siento vulnerable, no válida, necesitaré de alguien que me dé esta valía.
  • Intermitencia del maltrato. Esto puede explicarse a través de las fases de la violencia (acumulación-explosión-endulzamiento). No sabes cuándo podrán maltratarte. La fase de endulzamiento te desconcierta y refuerza tu idea de “mi madre puede cambiar, puede ser buena”, fomentando así la perdurabilidad de la relación ya que te crea la esperanza de que pueda cambiar. Esta conexión emocional intermitente produce gran desasosiego y confusión en la hija.

Tu madre te castiga cuando no te “comportas” y te “premia” cuando lo haces. Esta secuencia repetitiva de negar afecto y dar migajas, te provoca una montaña rusa de emociones, desencadenando la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y también de dopamina, la cual aparece cuando se recibe afecto.

Tu cuerpo se vuelve adicto a este cambio de emociones. Cuando estamos buscando algo que queremos, algo que alguna vez tuvimos, el cuerpo se vuelve dependiente de ello. Desesperadamente buscas la aprobación de tu madre, necesitas tu dosis dulce de ella, quedando así atrapada en un vínculo con ella que te asfixia.

Por esta “adicción” es que tanto te cuesta romper el vínculo con tu madre a pesar de saber que te hace daño.

Incluso cuando te separas de ella físicamente actúas de igual manera. Sigues viviendo en esa montaña rusa de emociones, porque eres adicta a tus emociones. Necesitas estar abajo para luego subir.

Pero no te preocupes las química de tu cerebro, los péptidos que tus emociones producen en tu cerebro pueden cambiar por la neuroplasticidad de tu cerebro.

Te muestro como en el Método RAN©, que he creado para ayudarte a por fin liberarte de tus cadenas emocionales.

 

Indefensión aprendida, cuando no tienes ganas de luchar

Indefensión aprendida, cuando no tienes ganas de luchar

La Indefensión Aprendida es la consecuencia de la administración sistemática de un castigo o acoso constante que lleva a la víctima de un narcisista a que ya no se defienda ni intente salir de la situación de abuso en la que está viviendo. Es una situación de paulatina paralización y congelación.

Es un tecnicismo desarrollado por el psicólogo Martin Seligman en 1967, que se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha «aprendido» a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no poder hacer nada y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación aversiva.

La teoría de la Indefensión Aprendida se basa en la idea de que la persona se inhibe, mostrando pasividad cuando las acciones para modificar las cosas, no producen el fin previsto.

Seligman experimentó con dos perros en una jaula, a los que se les daba choques eléctricos. Uno de ellos, tenía la posibilidad de cortar la corriente, con un golpe de hocico; el otro, no. El primer perro, mantuvo la alerta y la energía, mientras que el otro, vivió asustado, nervioso y cayó en una depresión. Su actitud fue de completa indefensión, aún cuando cambiaron las condiciones y ya tenía la posibilidad de cambiar la situación.

El desgaste psicológico que han provocado los continuos abusos por parte de tu madre tóxica, han hecho que te sientas desamparada e incapaz de desarrollar tus metas personales, ya que siempre has tenido que atender las de tu madre, sabiendo que si no lo hacías recibirías un castigo, su ira. Esto ha hecho que tu motivación desaparezca.

La aplicación sistemática de castigos por parte de tu madre para que ésta lograra su suplemento narcisista y te mantuviera controlada, han hecho que llegado un punto no te defendieras. Crees que no tienes ningún control sobre tu vida. No importa lo que hagas, crees que no puedes cambiarla. Que cualquier cosa que hagas es inútil.

Las víctimas de los abusos narcisistas de una madre tóxica, no nos revelamos más por los abusos de nuestra madre, porque pensamos que no merece la pena, ya que vendrá de nuevo y nos dará más fuerte. Es por esto que muchas víctimas viven ya de muy mayores, sometidas a sus madres sin ni siquiera quejarse, siendo hijas fieles y obedientes. Otras víctimas tiran la toalla aunque descubran que han sido abusadas ya que creen es tarde para ellas para cambiar el rumbo de su vida.

Esta Indefensión Aprendida nos lleva a sentirnos tristes, abandonadas, deprimidas. No intentamos nada para resolver la situación por miedo a la reacción que pueda tener nuestra narcisista con nosotras.

Llega un momento en el que las fuerzas se quiebran y te dices a ti misma “si tiene que ser, será”. Es una creencia limitante que actúa como un fuerte lastre para tu desarrollo personal y tu autoestima.

La Indefensión Aprendida la podemos ver también en la forma en la que entrenan a los animales de circo para hacer sus trucos. Al elefante que de pequeño le atan a una cadena de la que no puede escapar. Cuando crece, y tiene fuerza para salir de cadenas mil veces más fuertes, sigue atado a la misma cadena sin intentar escapar.

Otro ejemplo para entender nuestro comportamiento mejor es la historia de las ranas.

Cuando se cocinan las ranas en agua fría y se va calentando el agua aumentando la temperatura paulatinamente hasta que el agua hierva, conseguimos cocinarlas. Pero si las ponemos en la cazuela y repentinamente echamos agua hirviendo, saltan.

Con el ejemplo de las ranas quiero hacerte ver que la indefensión aprendida es un esquema de pensamiento gradual y que poco a poco consume tu fortaleza psíquica y corporal hasta doblegar tu voluntad. Digamos que te han cocinado a fuego lento, hasta hacerte sumisa y sin ganas de pelear.

La víctimas de un abuso narcisista debemos aprender a romper la Indefensión Aprendida y retomar en nuestras manos nuestras vidas y saber que hay un futuro y una esperanza .

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