Por experiencia en carnes propias sé que no es fácil borrar las huellas del maltrato recibido por una madre. Por eso quiero hijo mío pedirte perdón por haberte causado dolor.
Decir que uno aprende de lo que ha vivido , no es suficiente. Sí es cierto que terminamos pareciéndonos a nuestros progenitores. Pero decirte que si te hice daño, fue por culpa de mi madre, no es del todo justo. Por eso esta carta.
Sí es cierto que yo fuí una niña maltratada. Pero los que hemos sido maltratados no tenemos porque seguir maltratando. Como tuvo mi madre, yo he tenido la posibilidad de seguir su círculo abusivo, o de romper con las torturas emocionales. He escogido esta segunda opción, pero te aseguro que no ha sido fácil. Ni un camino que siempre ha estado ahí como una opción. Pero en cuanto apareció, lo tomé y hoy camino por él. Aún siendo un camino difícil, amar, entender, ver felices a los míos es lo que siempre me ha hecho feliz y hoy soy libre de poder caminar por esa senda del amor.
Parece mentira que uno no pueda ser como realmente quiere ser. Que no pueda realmente abrazar cuando su corazón arde por ello. Pero es así, ocurre. Cuando has sido abusada psicológicamente por tu madre, te ha torturado haciendote luz de gas, o gaslighting, y terminas padeciendo el Síndrome de Estocolmo, te aseguro que no siempre puedes ser amorosa con tu hijo aunque quieras. El clamor de tu corazón lucha contra las palabras y actos que retumban en tu mente. Eres como un robot mal programado, al que a veces simplemente quieres desenchufar porque no obedece realmente a tus sentimientos más profundos.
Cuando llegaste a este mundo fuiste lo mejor que me pudo pasar.
Un angel al que me agarré como si fueras lo único en el mundo. Un angel al que verter todo mi amor.
Al abrazarte, al sentir tu pequeño latido, sentía la necesidad de inyectarte todo ese amor que yo nunca tuve. Tu sonrisa, me inchaba de felicidad. Por fin un amor puro, sin condiciones,… sin miedos.
Podía pasarme todo el día mirandote, y de hecho me lo pasaba teniéndote todo el día en mis brazos. Lo necesitaba. Necesitaba tanto dar como recibir sin condiciones. Quiza te sobreprotegí, te sobre amí. Pero cuando te han destrozado la infancia quieres proteger la de tu hijo, aunque le quemes con ese amor.
Sin embargo al empezar a despegarte de mí al caminar, al comenzar tu vida yendo al colegio, comence a tener comportamientos como los de mi madre. Me odiaba por ello, pero era como que no podía evitarlo. Un ser al que verter todo mi amor, sin embargo no podía evitar verter toxicidad en él. (espero este link te ayude a entender que estos comportamientos , actitudes y rasgos mostrados por una persona no-narcisista, que han sido aprendidos al ser criado por una persona tóxica, son piojos).
Como en los dibujos animados donde vemos un angelito a un lado y un diablito al otro del personaje, así he vivido yo tus primeros años de vida. El angelito haciéndome que te abrazara, mimara, adorara, y el diablo repitiendo las frases de mi madre: le vas a hacer tonto de tanto beso.
Cuando has vivido durante tantos años junto a una maltratadora , tu propia madre, por miedo por un lado y por creer que lo que ella te ha enseñado es lo único valido en esta vida , actúas como ella quiere que actúes. Asi que aún cuando tú naciste, yo seguía a merced de ella. Tanto que ni siquiera un marido, a su vez abusador, que en todo momento me hacía sentir inferior y me decía qué hacer y qué no, no pudo con los juegos mentales de mi madre.
Lo que quiero es que entiendas lo que yo viví , ya no solo en mi niñez, sino en mi adolescencia y en mi vida adulta. Comprender al prójimo, la empatía, es parte de esa tolerancia que nos ayuda a perdonar y a poder curarnos, siendo mejor personas. Mi esperanza es que como me ha pasado a mí, el entender cómo era mi madre me ha ayudado a cambiar, te ayude a tí también.
Por eso quiero que sepas que si te grité , luego te abracé. Porque las victimas y co-depedientes nos comportamos como nuestras madres tóxicas y necesitamos mucho trabajo personal para poder cambiar esto. Y aunque no haya siempre tenido el mejor comportamiento contigo, luego siempre me he arrepentido. En cuanto me he dado cuenta ,me he sentido fatal, torturándome a mí misma, e intentado compensarte con abrazos, cocinando lo que tu mas querías,…. Lo que gracias a Dios me diferencia de mi madre Tóxica es mi conciencia y mi arrepentimiento.
Sé que a veces este último llega tarde para tí, pero lo siento no soy perfecta. Ni lo seré, porque los seres humanos aprendemos cada día. Pero lo que me mueve es mi corazón. Y lo único que deseo es lo mejor para tí.
Espero puedas entenderme, y entrar en el camino de tu propia libertad como persona. Espero puedas decir no a las personas tóxicas que minan tu esencia .
Si de algo estoy orgullosa es de haberte dado alas, unas alas grandes para que vueles muy alto.
Porque sé que si te hubiera cortado las alas, como lo hicieron conmigo, podrías haber sido mío, estarías permanentemente bajo mi yugo. Pero no te necesito para alargar mi yo, mi ego. Eso no significa ser madre.
Ser madre significa enseñar a caminar y estar orgullosa del camino que emprende tu hijo. Emocionarte cuando le ves que tiene su propia identidad.
Te amo. Vuela muy alto.
«Hegoak ebaki banizkion, neria izango zen. Ez zuen aldegingo. Baina horrela, ez zen gehiago xoria izango, eta ni txoria nuen maite.» Mikel Laboa.