Las personas “Empáticas” son amables y sensibles a la energía ajena. Pueden anteponer las necesidades de los otros a las suyas, son muy intuitivos y saben identificar qué tipo de persona eres, mucho antes que los demás. La gente suele considerarlos como débiles o víctimas de su amabilidad. Pero son fuertes en su interior, lo que les ayuda a percibir la energía y emociones de otros.
Las personas empáticas tienen ciertos rasgos que atraen a las personas narcisistas:
- honestidad
- se preocupan por los demás
- decencia
- necesidad de conocer la verdad
- necesitan arreglar y curar a los demás
- son altamente sensibles
- suelen ser introvertidas
- son muy intuitivas
Estas virtudes son altamente atractivas para llos vampiros emocionales o personas narcisistas.
Estas identifícan estos rasgos en «sus víctimas» a través de:
- su instinto
- capacidad de observación
- a través de la práctica
Estas 3 maneras ayudan a las personas narcisistas a identificar ciertos rasgos que caracterizan a las personas empáticas y a saber si la persona empática que analizan es válida para sus fines.
Al narcisista le es fácil ver los rasgos empáticos, ya que las personas empáticas muestran más variedad y mayor intensidad de emociones, lo que supone la droga perfecta para las personas narcisistas. Además por la necesidad de agradar que tenemos las personas empáticas, somos muy fáciles de manipular para los depredadores.
Podemos decir que los narcisistas a través de su capacidad de observación, práctica e instinto, nos localiza fácilmente a las personas empáticas para poder manipularnos y obtener su suplemento narcisista.
Así que para ponerte a salvo de estas personas depredadoras debes aprender a reconocerlas. No se trata de dejar de lado tu empatía y volverte fria, si no de observar quién es una persona de verdad que merece tu atención. Y sobre todo de aprender que la gente no nos quiere más por no ponerles límites.